CAPITULO XXVI

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"I'll follow right down the river where the oceans meets the sky, to you"

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Hace una semana recibió una llamada de Kaleb diciéndole que no iba a poder verla en unos cuantos días porque debía resolver algunos pendientes que tenía. Violetta no insistió mucho ya que entendía que el lobo tenía una vida propia.

Sin embargo, la noche anterior Kaleb la llamó, le dijo que tenía una cita preparada para ambos, también que Ibrahim se había ofrecido a pasar con Luka, Violetta sabía que debía confiar en el lobo, porque después de todo fue él uno de los que lo rescató de los brazos de su padre.

Aceptó.

Kaleb le había dado las indicaciones claramente, debía empacar ropa de invierno, abrigos.

Ropa para dos días.

Se sentía muy nerviosa, iban a ir de viaje, probablemente a alguna casa de campo, o lejos, muy lejos. A Luka le había encantado la idea de pasar un par de días con Ibrahim, le empacó ropa también a él y legos, aunque el lobo aseguró haber comprado muchos juegos de legos para todo el mes.

El pito de un auto sonó afuera, Luka se apresuró a abrir la puerta y saludar con la mano desde su lugar. Violetta salió con el bolso de ropa del pequeño y saludó a Ibrahim.

"Buenos días, Violetta". Inclinó su cabeza y besó su mano, se agachó a la altura de Luka dándole un abrazo. "Hola"

"Buenos días, tío". Violetta metió el bolso en el asiento delantero del auto.

"¿Estás listo?"

Luka miró a Violetta y algo en su rostro emocionado cambió, poco a poco fue formando un puchero en sus labios y corrió a sus brazos en donde fue recibido con besos y palabras de amor.

"Bebé, no llores". Besó su cabello y lo estrechó en sus brazos escuchándolo suspirar.

"No, bebé no llora". Se separó y limpió sus ojitos borrando rastro de lágrimas en ellos y trató de sonreír, juntó sus narices y las rozó en un beso esquinal. "Te amo, mami"

"Te amo, precioso"

Se dieron un último abrazo, y Violetta hizo prometer a Ibrahim más de diez veces hacer que Luka se cepille los dientes antes de dormir, que se lave las manos antes de comer, que se ponga su pijama, que no deje que intente ponerse el abrigo por sí solo porque terminaba en desastre siempre.

"Mamá irá a recogerte cuando regrese, lo prometo". Besó su frente y revisó una vez más su cinturón de seguridad. "Adiós, amor". Cerró la puerta del auto y se despidió agitando su mano hasta que el auto desapareció por las calles.

Entró rápidamente a casa a terminar de arreglarse, en diez minutos Kaleb estaría ahí.

Exactamente luego de diez minutos el segundo pito de un segundo auto sonó por segunda vez fuera de su casa.

"¿Por qué es tan puntual? Agg". Caminó por toda la sala sin saber realmente que buscaba. "Las llaves, las llaves"

Las encontró y corrió a la puerta, abriéndola y encontrándose con el alfa recostado en su auto mirándola con una sonrisa. La realidad le pegó fuerte y se dio cuenta de que sus manos iban vacías.

La maleta.

Sonrió nerviosa y volvió a meterse a la casa, arrastró su maleta hasta la salida y Kaleb se acercó para tomarla él y meterla al auto.

"Buenos días, mi omega". Besó su frente.

"Hola, alfa". Sonrió en respuesta y aceptó su mano la cual la guiaba hacia el asiento del copiloto. Kaleb abrió la puerta dejando que entre y ajustando su cinturón de seguridad, cerró la puerta y rodeó el auto metiéndose al asiento del conductor.

"¿A dónde iremos hoy?"

Kaleb rió arrancando el auto, prendió con una mano la radio y la colocó a un volumen en el que solo se oyera de fondo.

"No me dirás, ¿no?"

"Muy inteligente"

"Bien". Alargó la e, acomodándose en el asiento y respirando profundamente, cerró los ojos cuando el aroma fuerte del alfa inundo sus fosas nasales, y llenó todo su pecho. "Te extrañé"

A Kaleb se le escapó una sonrisa que dejaba al descubierto sus hoyuelos, relajó todo su cuerpo desprendiendo suaves feromonas con su olor.

"Yo te extrañé todo el tiempo". Sintió la mirada de la omega sobre él y quiso llorar. Su lobo rasgaba dentro de su pecho en su desespero de tener a su compañera.


And I'll follow right down the river [Te seguiré río abajo]


Where the ocean meets the sky [Donde el océano se encuentra con el cielo]


To you, to you [A ti, a ti]

La canción sonaba muy baja en la radio, Violetta se dio cuenta del tarareo de Kaleb y decidió subirle un poco para animarlo a cantar más alto.

La canción sonaba muy baja en la radio, Violetta se dio cuenta del tarareo de Kaleb y decidió subirle un poco para animarlo a cantar más alto.

Observó los labios de Kaleb pronunciar cada palabra olvidándose por completo del tiempo. Cuando reaccionó la canción estaba por la mitad.

La voz de Kaleb era ronca con un toque oscuro, cantaba muy bien.

"Cantas". Susurró la omega mirándolo.

"Es una buena canción, amor"

Sonrió al oír cómo se refería a ella, decidió escucharlo, necesitaba escuchar más de su voz.


I went following the sun to be alone with you [Fui siguiendo el sol para estar solo contigo]


Había muchas cosas por conocer de su alfa, sabía que guardaba muchos talentos, y había descubierto varios, sabía que tenía una conexión con la música, la guitarra a un lado de su cama lo demostraba, y claro, debió imaginarse que también cantaba.


I'm broken here tonight and darling no one else can fix me [Estoy roto esta noche, y cariño, nadie puede arreglarme]

Only you [Solo tú]


Esta vez Violetta unió su voz.


Only you, no one else can fix me, only you [Solo tú, nadie puede arreglarme solo tú]


Movían su cabeza suavemente al ritmo del instrumental. Violetta tenía una verdad detrás de esa
canción, la primera vez que la escuchó lloró muchísimo, los recuerdos de su madre llegaban a su mente llenándola de tristeza. Pero no hoy, no hoy cuando tenía al alfa más hermoso a su lado, cantando dulcemente las notas de esa canción, no cuando había descubierto algo que podría escuchar durante años, su voz realmente era maravillosa al cantar.

Luego de más de una hora de viaje, escuchando canciones y la voz de Kaleb corear cada una de ellas, llegaron. Entraron por un sendero que los llevó hacía una casa de campo muy grande, era muy similar a una finca, habían entrado a un pueblo que ya no era Seattle.

La neblina cubría el horizonte, había montañas y colinas detrás de las nubes, era un lugar muy frío pero hermoso de alguna manera.

Bajaron del auto sacando ambos equipajes y Kaleb abrió la puerta de la casa. Pasaron y los ojos de Violetta se abrieron de sorpresa, llevó ambas manos a su boca y miró todo con atención.

Sintió muy cerca la presencia del alfa a su espalda, hasta que sintió ambos brazos envolverse en su cintura y su barbilla apoyarse en su hombro.

El olor del alfa picaba en su nariz, cerró los ojos y tiró su cabeza hacia atrás apoyándose totalmente en Kaleb. Sintió su agarre apretarse.

Susurró algo en su oído que logró entender, y que le hizo estirar sus labios en una sonrisa.

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Invierno de ViolettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora