CAPITULO XXI

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"But we're still young, we don't know where we're going, but we know where we belong"

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Violetta se despertó envuelta de calor por todas partes, había un gran pulpo que la amarraba sin dejarla salir. Intentó moverse un poco para adivinar cuáles eran sus brazos y cuáles eran sus piernas, pero una mano la mantuvo firme en su lugar.

Respiró hondo y se dio cuenta de que Kaleb tenía su pecho contra su espalda, una pierna encima de las suyas, un brazo debajo de su cabeza y otro brazo en su cintura, pero su mano estaba aplanada en su vientre por debajo de su blusa, tembló un poco sintiendo el calor ahí y en toda su espalda, cerró sus ojos y puso su mano sobre la de él y se hizo más atrás.

Kaleb soltó una risa, pegó el rostro a su cuello y apretó su agarre al ver que la omega ladeó su cabeza mostrando su cuello. Dejó un beso en su cuello muy suave.

"Buenos días, Violetta"

Su voz era ronca y le acariciaba la piel, como el sol en una mañana fría.

Violetta hizo todo lo posible con sus fuerzas para voltearse y verlo de frente. La sorpresa se pintó en su rostro.

Kaleb no tenía camisa.

La omega barrió su mirada por su pecho descubierto, posando sus ojos en una mancha a la altura de su corazón, llevó su mano y con la punta de su dedo índice la delineó. Tenía forma de luna, era dos tonos más oscuros que su piel. 

Llevó sus dedos por sus hombros, bajando por sus brazos y elevó la mirada encontrándose con esos ojos que habían atrapado su alma, el alfa sonreía con los labios juntos y ambos hoyuelos marcándose en sus mejillas.

Bajó la mirada sintiéndose apenada y aplanó su mano en el pecho del alfa, su piel era muy cálida, desprendía calor por todas partes. Estaba muy trabajado, sus abdominales y músculos estaban marcados, sin embargo, había cicatrices de cortaduras esparcidas por todos lados, entrenamiento militar tal vez, peleas.

Violetta pareció volver a la realidad al darse cuenta de que faltaba alguien en la cama. Se soltó suavemente al agarre del alfa y se sentó en la cama barriendo su mirada dentro de las cuatro paredes. Miró a Kaleb y este se había quedado de lado haciendo que su cabello caiga en desastrosos rulos por su rostro, sus ojos otra vez estaban cerrados.

La omega salió del calor de las sábanas directamente al baño, se quedó frente al espejo aproximadamente diez segundos sin realmente mirarse, suspiró y echó agua fría a su rostro para despertarse bien, cepilló sus dientes y recogió su cabello en una coleta con mechones a los lados. Salió dispuesta a ir a la sala en busca de su hijo, pero antes echó una última mirada a Kaleb con una sonrisa, se acercó hasta él alejando el cabello de su rostro y besó su mejilla.

"Buenos días, precioso alfa"

Ajá, lo sabía, estaba despierto.

Kaleb hundió el rostro en la almohada, pero Violetta vio el rastro de su sonrisa antes de que lo haga. Agarró su abrigo largo que estaba sobre la mesita de noche y se lo enfundó. Olía mucho al alfa, se acurrucó sobre la tela y salió.

Antes de que pudiera reaccionar, Luka corría hasta ella con mucho entusiasmo. Lo cargó en sus brazos repartiendo besos por todo su rostro, respiró su olor para comprobar si todo marchaba bien. Puso nuevamente al pequeño en el piso y miró a todos los lobos.

"Buenos días". Sonrió sin mostrar los dientes.

Lo primero que vio fue la cara de inseguridad de Jabel, segundo, la mirada acusante de Estela, tercero, la sonrisa cálida que le brindaba Ibrahim y el guiño de ojo de Lydia. Evan solo sostenía a su omega sin prestar atención.

"Hola, Violetta. Luka salió de la habitación y ya le he preparado desayuno"

"Gracias, Lydia. Amm... Nosotros nos iremos en un rato". Inclinó la cabeza en señal de despedida y tomó la mano de Luka dirigiéndose a la habitación nuevamente, eso había sido muy incómodo.

Bien, Kaleb ya tenía puesto un suéter, gotas de agua cayendo por su barbilla y su rostro mojado, ya los estaba mirando cuando entraron con sus ojos brillantes, se mordió el labio al ver a Violetta envuelta en su abrigo, seguramente olía mucho a él.

"Buen día, baba". Luka agarró una de sus manos y dejó un beso en ella sonriendo dulcemente, Kaleb se inclinó a su altura y besó su frente.

"Mi alfa, buen día"

Se enderezó y caminó hasta estar frente a la omega, dio un suave beso en sus labios.

"Iré a hablar con ellos y luego nos iremos, ¿sí?"

Violetta asintió, se apartó de la puerta permitiéndole al alfa salir. Kaleb se encontró con toda su familia en la sala, todos callaron al verlo. Se acercó a Estela, besó su mejilla.

"Buenos días, familia"

"Hola, hermanito". Lydia le tiró un beso.

"¿Podemos hablar, hijo?"

"No lo creo, papá. Llevaré a mi omega a casa"

"Queremos regresar a Anchorage"

Kaleb miró a su madre, ¿en serio llevarían todo al extremo?

Jabel le dio una mirada de desaprobación a su omega, no era así como se lo dirían. Esta vez Ibrahim habló.

"Realmente papá y mamá quieren regresar. Si me permites me quedaré más tiempo contigo"

Sonrió en respuesta a su hermano, y miró a Lydia y Evan, ellos asintieron en respuesta.

"Nosotros debemos regresar, Camelia ha terminado sus vacaciones, la escuela espera por ella"

"No queremos estar más junto a esa omega". Estela volvió a hablar y esta vez fue callada por su alfa.

"Respetaré sus decisiones. Volveré luego de dejar a mi omega y a mi cachorro seguros para despedirme"

Violetta salió de la habitación cambiada de ropa, y nuevamente con el abrigo de Kaleb encima, el bolso colgado en su hombro y sosteniendo la mano de Luka. Se acercó a Kaleb poniéndose a su lado y mirando a todos los lobos, de pronto sus olores eran muy fuertes que hicieron que se revuelva su estómago, no entendía, sin embargo, no quería agachar la cabeza.

Primero se acercó a Jabel, besó sus mejillas dándole sus buenos deseos de vida. Pasó por Estela repitiendo la acción y grabándose en su memoria su rostro de desprecio. Siguió con Lydia que la recibió con los brazos abiertos apretándola en un abrazo.

"No dejes que pierda su rumbo. Van muy bien". Susurró en su oído. "Volveremos a vernos". Tomó el rostro de Violetta entre sus manos y besó su frente.

Sonrió a Evan y él besó su mano como reverencia.

Miró a Ibrahim y rodó los ojos con una sonrisa, lo tendría de largo.

Luka corrió a los brazos de Lydia y dejó besos por todo su rostro prometiéndole que iría a visitarla con su baba en un tiempo.

"Espero que tengan un buen viaje. Fue un gusto conocerlos"

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Invierno de ViolettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora