Invierno de Violetta

CAPITULO XIII

"Told me not to cry when you were gone but the feeling's overwhelming"

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Luka se levantó del piso frustrado en busca de consuelo y unos cuantos besos.

"No puedo". Susurró e hizo un puchero con sus labios.

Violetta se enderezó y lo sentó en sus piernas. Besó su frente y la punta de su nariz, pero Luka quería recostarse con Kaleb, así que subió encima de él y se recostó en su pecho.

"Luka ¿Por qué no continuaste?"

"No puedo, baba, es difícil". Cerró los ojos acurrucándose en los brazos de Kaleb, el alfa acarició su cabello suavemente.

"Nada debe ser difícil para ti, lo puedes todo"

Violetta los miraba con una sonrisa, no quería que el alfa se fuera de sus vidas, no quería que su olor se convirtiese en un vago recuerdo mientras cocinaba, que sus hoyuelos fueran borrándose de su mente cada día o que sus verdes ojos solo fuesen un fantasma que buscaría en toda la gente.

Lo quería a él, completo. Y quería ser suficiente.

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Estaba ya preparando las últimas cosas cuando la puerta sonó. Luka nuevamente estaba en el piso con legos, muy concentrado en terminar su carro y también estaba un poco molesto. La noche anterior no había reaccionado muy bien cuando Violetta le dijo que estaría fuera todo el día con Kaleb y lo cuidaría alguien más.

Abrió la puerta.

"Oh, alfa, te necesito ahora". Rodeó su cuello con sus brazos pegando sus cuerpos, sintió las grandes manos del lobo, una en su cintura y la otra en su espalda.

"Góðan daginn, elskan, ¿Te encuentras bien?"

Se dejó por las manos del alfa que ahora sostenían su rostro muy cerca del de él. Su voz era ronca, podía escuchar la vibración de su garganta con cada palabra.

"Luka". Susurró mirando sus labios, sacudió la cabeza concentrándose. "No aceptó de la mejor manera quedarse solo todo el día"

Oyó un carraspeo.

Miró por encima del hombro de Kaleb a una chica, omega. Ella le devolvió la mirada con un poco de pena y un amago de sonrisa.

Niñera.

Kaleb pareció darse cuenta de lo que estaba pasando, así que optó por lo correcto que era presentarlas.

"Violetta, ella es Celinne, la persona que cuidará a Luka hoy. Celinne, ella es Violetta, mi omega"

Violetta enrojeció, aun así, extendió su mano la cual fue aceptada por la otra omega.

"Pasen, por favor"

Kaleb vio a Luka mirarlo desde el piso, no tenía las cejas arrugadas, ni sus brazos cruzados sobre su pecho como cualquier niño que estuviese molesto. Solo lo miraba.

Se arrodilló frente a él ladeando la cabeza y sonriendo un poco.

"Buen día, cachorro"

"Buenos días, baba"

"¿Podría tener un abrazo hoy?". Sus ojitos empezaron a brillar por las lágrimas y asintió con la cabeza. "Ven aquí, amor"

Luka se levantó y rápidamente se refugió en los brazos de Kaleb, el lobo suspiró y se levantó del suelo sosteniéndolo. Podría existir la posibilidad de que la tristeza de Luka iba más allá del hecho de que se quedaría al cuidado de una niñera el resto del día.