Invierno de Violetta

CAPITULO XVII

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Violetta tuvo que despertarse dos veces en la madrugada ya que Luka despertaba llorando, y rogando de alguna manera cariño, y Violetta se levantaba y lo tomaba en brazos, lo mecía durante minutos susurrando palabras amorosas y tranquilizadoras.

Estela había despertado temprano y se había levantado a preparar desayuno para toda la familia como, primero pasó a despertar a Jabel, luego pasó por la otra habitación despertando a la pareja y a su nieta y por último despertó a Kaleb quien dormía en el sofá con besos y palabras bonitas, sugiriéndole que se aliste y vaya a despertar a Violetta él mismo.

Se metió al baño a darse una ducha, cepillar sus dientes y cambiarse de ropa. Caminó hasta el cuarto en donde se encontraba la omega durmiendo con el pequeño, abrió la puerta y se encontró con la imagen más bella. Luka tenía un bracito en la cintura de Violetta y su una piernita encima de ella, su cabeza estaba recostada en el hombro y su cabello un poco largo caía por su rostro. Violetta tenía un brazo sosteniendo su pequeño cuerpo y pegándolo aún más.

Sonrió con ojos brillantes y se permitió desear ver esa imagen cada día. Caminó hasta sentarse en la cama, meció suavemente el cuerpo de Violetta observándola como lentamente abría los ojos y suspiraba, había dormido tan poco que tenía mucho sueño.

"Buen día, ást". Agarró una de sus manos y dejó un beso en sus nudillos. "Prepárense, el desayuno está listo"

Violetta susurró un "Ok" y se volteó a acurrucar a Luka, Kaleb sonrió y salió de la habitación. La omega repartió besos por el rostro del pequeño haciéndolo poco a poco despertar, hasta que abrió los ojos y gruñó levemente.

"Buenos días, precioso. Debemos salir a desayunar"

Luka negó con su cabeza poniendo sus manitos sobre su rostro negándose a salir del calor de las sábanas.

"Está bien, mamá irá sola". Violetta se sentó en la cama y lo miró. Luka entreabrió sus dedos haciendo espacio para poder ver cada movimiento de su madre. La omega rió y se levantó yendo hacia el baño.

Se tomaron diez minutos para salir de la habitación ya que Luka seguía sin querer levantarse de la cama.

Los ojos del pequeño alfa recorrieron la sala, los olores fuertes de lobos haciéndolo retroceder un par de pasos chocándose con las piernas de Violetta, sus ojitos se llenaron de lágrimas en un segundo.

Estaba asustado.

Un olor muy conocido se hizo presente en el aire haciéndolo suspirar, Violetta luchó con sus ganas de esconderlo entre sus brazos, Luka debía perder el miedo.

"Baba". Susurró muy despacio hasta que lo encontró con su mirada, limpió sus ojos con una de sus manos e hizo el intento de caminar hasta él. "Baba, ven"

Hizo un puchero estirando su brazo mas solo recibió una sonrisa de vuelta indicando que él tenía que ir.

Miró a su madre, la omega solo se inclinó y besó su frente susurrándole lo mucho que lo amaba. Suspiró y volvió a correr la mirada por cada lobo que había en ese lugar, vio los dulces ojos de Estela, la sonrisa de Jabel, un hoyuelo en la mejilla de Lydia, decidió solo mirar al frente, donde Kaleb estaba arrodillado esperándolo con los brazos abiertos.

Corrió hasta él.

Rodeó el cuello del alfa con sus bracitos y fue levantado del suelo siendo arrullado por Kaleb, apoyó la cabeza en su hombro con los ojos cerrados.

El alfa mayor sentía tanta tranquilidad al tener cerca a su cachorro, muchos pares de ojos estaban puestos en ellos derritiéndose de amor al ver tal escena. Estela realmente estaba tan feliz de que su hijo tenga una compañera que hasta le vino incluido un premio.

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Parte del día se había pasado realmente tranquilo, la familia de Kaleb intentó acercarse a Luka hasta que Lydia fue quien lo enamoró, Evan estaba celoso de la atención por parte de su omega al pequeño, sin embargo, le agradaba tanto Luka que estaba de acuerdo con compartirla.

Luego del almuerzo los lobos decidieron que querían dar un pequeño paseo por la ciudad, así que caminaron unas cuadras de la casa de Kaleb hasta un parque.

Violetta estaba sentada en el césped mirando el lago mientras los demás hablaban animadamente sobre lo caluroso que podría resultar quedarse viviendo en Seattle. Kaleb se sentó a su lado mirando el lago también.

"A Luka le ha gustado mucho Camelia"

"Tiene nombre de flor, cómo no le gustaría"

Sonrió un poco.

"Algo te preocupa, puedes decirme". La miró, y volvió a enamorarse. Hoy el sol había salido un poco por lo que su piel se veía color caramelo, sus ojos miel se veían más claros y los rayos del sol se reflejaban en su cabello haciéndolo ver castaño claro.

"Necesito volver al trabajo, solo me queda un poco de dinero". Su mirada estaba enfocada en el horizonte.

"No lo necesitas, yo podría a..."

"No lo aceptaré, no puedes hacerte cargo de nosotros". Esta vez giró su rostro mirándolo.

"¿Por qué no?"

"Porque solo me estás... cortejando". Sus mejillas adquirieron un color rosa.

"¿Qué sigue luego del cortejo, omega?". Kaleb sonrió.

"Ese no es el caso, aún no estamos juntos"

"Te daré rosas hasta que me digas que si"

Violetta lo pensó un par de segundos y se acercó un poco.

"¿Qué pasará si te digo que no?"

Disfrutó de la sorpresa pintada en el rostro de Kaleb, y disfrutó aún más de su sonrisa de lado y de su mirada desafiante.

"Llenaré tu casa de rosas y entonces cuando estés en medio de la inundación y ya no puedas respirar me dirás que sí". Esta vez él se acercó ladeando un poco la cabeza.

Violetta rió y el viento hizo que su cabello se alborotara y termine en su rostro. Kaleb con sus dedos lo llevó nuevamente hacia atrás y acortó la distancia juntando sus labios.

Puso una mano en la cintura de la omega tratando en vano de acercarla, no podía ya que las posiciones en las que estaban no se lo permitía, así que se limitó a amoldar su mano ahí.

Violetta lo sentía como el imán que la mantenía en Tierra, a ella y a su pequeño alfa.

Podía estar más que confiada y segura en los brazos de Kaleb y confiar la vida de Luka. Sabía que Luka tenía motivos para ver al lobo como su padre, secretamente Luka le contaba a la omega lo mucho que le gustaba pasar a su lado, o como se sentía cuando el alfa mayor le ayudaba a armar sus legos.

Kaleb finalmente estaba encontrando su libertad, y tenía la seguridad de que cuando terminara de hacerlo, esta no iba a abandonarlo nunca.

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Holaaaa! Finally luego de una semana!

Espero que disfrutes mucho este capítulo <3

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Te amo!

Nos vemos en el siguiente cap! Besos.