CAPITULO XII

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"For your eyes only, I'll show you my heart. For when you're lonely and forget who you are"

.

La nieve había cesado bastante en las últimas dos semanas. Violetta ahora vendía muchas más flores de las que normalmente vendía. Kaleb seguía ayudando en el cuidado del pequeño.

Ambos compartían todo el día juntos, Luka lo amaba. Habían aprendido a mantener la casa cálida cuando llegaba la omega, y también disfrutaban mucho del olor dulce que agregaba Violetta a la casa, era como el broche de oro.

El fin de semana había llegado y Luka había propuesto salir a "comer sándwiches en un parque". La omega por supuesto aceptó de inmediato poniéndose de acuerdo con Kaleb.

Y aquí estaban, sentados bajo una manta en el césped helado, si bien ya no nevaba, el frío en Seattle siempre sería el mismo.

Luka estaba a unos cuantos metros cerca del lago, había una mariposa muy grande que había captado su atención y él intentaba que se pose en su manito poniéndose de puntas.

Violetta lo miraba con una sonrisa en su rostro, y Kaleb la miraba a ella. En las últimas noches había pensado mucho la manera en la que le diría cada una de las cosas que siente, cómo le dirá que su dulce olor había penetrado cada rincón de su cuerpo, o que le gustaba mucho el brillo de sus ojos cuando sonreía. Sin embargo, eso implicaba muchas cosas más, como el hecho de contarle que prácticamente se vio obligado a dejar su hogar, su manada debido a su diferencia de color con todos los demás lobos.

Tal vez solo necesitaba un poco de tiempo.

O tal vez no.

"¿Por qué estás en Seattle?"

O tal vez sí.

"Hmm, decidí explorar"

"En territorios de mitad lobos, amo tu espíritu explorador"

Rió negando con la cabeza. Violetta se aferraba mucho al abrigo que tenía cubriendo su cuerpo y al lobo le sobraban ganas de envolverla en sus brazos.

"Soy un poco diferente a todos". Se encogió de hombros.

Violetta lo miró con una expresión de confusión. Acercó su rostro a él quedando muy cerca y lo observó mejor.

Y si esa era la definición de diferente, a la omega realmente le gustaba lo diferente.

"Mami". Un grito captó su atención buscando con la mirada rápidamente a Luka.

Y ahí estaba, muy quieto como una estatua sin saber realmente que hacer al tener una gran mariposa posada en la punta de su nariz. El corazón de Violetta se derritió al verlo.

"Es tan bonito como tú". Sonrió dejando ver sus hoyuelos. Recostó su cabeza en su hombro con los ojos cerrados. Y vaya que ahí olía mucho mejor, olía a hogar, olía a ese rayito de sol que calienta luego de una fuerte nevada. "Me gustas, omega"

Ahora la que se había quedado muy quieta era Violetta. 

Kaleb salió de su escondite para mirarla.

"Llevo noches imaginando como debería decírtelo, pero creo que ninguna se acercó a este momento". Agarró su rostro entre sus manos. "No puedo ignorar lo que siento, o simplemente desecharlo, no es sencillo"

La omega inclinó su cabeza hacía su toque y giró su rostro para dejar un beso en la palma de su mano.

"¿Te gusto? ¿Yo?"

"Tú, Violetta"

Mordió su labio con sus ojos llenándose de lágrimas, una pequeña risa escapó de sus labios.

Invierno de ViolettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora