CAPITULO XVIII

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Faltaban solo cinco minutos para que Kaleb llegara y aun Violetta no estaba lista, Luka estaba sentado en el piso hablando con su violeta, la que el alfa le regalo la primera vez que lo vio. No le había puesto nombre ya que consideraba que no lo necesitaba y no se le ocurría alguno.

"Baba nos llevará a desayunar". Estiró su mano y con un dedito tocó un pétalo. "Y mami no está lista porque quiere verse muy bonita para baba". Susurró muy despacio.

La puerta sonó y Luka se alarmó un poco y giró su cabeza buscando con la mirada a su madre mas no había rastro de ella por la sala.

Puede ser baba, no debes tener miedo Luka.

Se levantó del suelo y a paso lento se acercó a la puerta e inspiró hondo. Era Kaleb. Abrió en un segundo y se abrazó a sus piernas.

"Hola, pequeño alfa". Kaleb rió y se inclinó un poco para soltarlo de sus piernas y poder cargarlo en brazos. "Te extrañé mucho". Besó su mejilla y Luka soltó una adorable risa.

"Te olí"

"¿Lo hiciste?". Preguntó sorprendido de que el pequeño lo haya reconocido por su olor una vez más.

"Sí, baba huele bien". Esta vez Luka dejó un beso en su mejilla y señaló hacia adentro de la casa. "Mami se está arreglando"

Entraron ambos a casa y Kaleb cerró la puerta con su brazo libre. Se sentaron en el sofá, Luka aun en los brazos del lobo.

"Ayer mami me enseñó más turco"

"¿Puedo oírte?"

"çiçekleri severim"

"¿Eso es?"

"Amo las flores"

Como él las violetas, o tal vez a Violetta.

"Suenas muy bien". Lo elogió y el pequeño aplaudió en respuesta.

"Seni seviyorum baba"

Luka le regaló una adorable sonrisa y luego se recostó sobre su pecho.

"Te amo baba"

Kaleb no pudo evitar emocionarse, sonrió con hoyuelos y todo y abrazó al pequeño.

"Ya estoy li..."

Violetta se quedó en el marco de la puerta y ladeó la cabeza viéndolos, el alfa mayor se veía muy conmocionado, tenía los ojos brillantes y sostenía al pequeño contra él. La omega recordó rápidamente las pequeñas clases de turco que el día anterior le dio a Luka y como él le había contado que quería darle una sorpresa a Kaleb.

Luka miró a su madre desde el hueco entre el pecho y los brazos de Kaleb, mas no se separó.

"Hola alfa"

Kaleb simplemente lucía muy apuesto, tenía su abrigo negro puesto, llevaba el cabello suelto y unas botas café un poco gastadas.

"¿Nos vamos?"

Anunció la omega al no recibir respuesta por parte del alfa.

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Habían llegado a una cafetería, el día estaba frío así que se encontraban muy abrigos, excepto Kaleb, quien incluso se había quitado su abrigo esperando que el frío se impregne en su piel.

Y definitivamente todas las personas los estaban mirando, algunas con asombro, otras con confusión tal vez al ver que el gran lobo estaba con una simple mitad lobo, y que incluso tenía un cachorro.

Violetta y Luka estaban teniendo una pequeña discusión, ya que el pequeño quería huevos revueltos y Violetta se negaba a ordenarle eso.

"Bebé, has comido huevo revuelto una semana entera. ¿Puedes pedir algo más? Un san..."

"Baba, por favor". Luka hizo un tierno puchero y se tapó el rostro con ambas manitos, dando señal de que empezaría a llorar.

La omega rodó los ojos y suspiró.

"Está bien, comerás huevos revueltos" 

"Ahora debes sentarte bien, de lo contrario no comerás lo que quieres". Ordenó Kaleb y el pequeño obedeció sentándose correctamente y sacando las manitos de su rostro.

La camarera llegó a la mesa y se quedó asombrada al ver de cerca a Kaleb.

"Buen... Buenos días, señor. ¿Qué es lo que desea ordenar?"

Kaleb ladeó la cabeza un poco fingiendo pensar y luego la miró con una sonrisa de lado mostrando un hoyuelo.

"Un desayuno completo para mí y uno para mi omega". La camarera intercaló la mirada entre el alfa y la omega. "Y huevos revueltos con pan para mi hijo, por favor"

El desánimo de la camarera se pintó en su rostro y solo asintió para darse la vuelta e ir a la cocina.

"No hagas eso". Violetta sonrió. "Pobre chica"

"No entiendo". Ladeó la cabeza una vez más.

"Kaleb". Entrecerró los ojos.

El alfa se echó hacía atrás recostándose en su silla riendo.

"No es mi culpa, no puedo mirar a alguien más que no seas tú"

"Mami"

"¿Bebé?"

"¿Yo tengo que ir a la... escuela?"

Violetta se inclinó en su dirección y dejó un beso en su frente.

"Sí, tienes que ir a la escuela"

Oh, esa mirada.

"Pero... yo no quiero"

Violetta suspiró, vaya que Luka estaba en la edad de llorar hasta porque el viento sopla su cabello.

"Tal vez te guste la escuela en Alaska"

La omega lo miró rápidamente con las cejas fruncidas. Kaleb solo sonrió en respuesta. Y a Luka pareció gustarle la idea porque no volvió a mencionar el tema.

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Holaaaa! Este tómalo como un pequeño corto, prometo traerte otro capítulo <3

Gracias por los 3.400 :')

Te amo mucho!

Como luciría Kaleb en multimedia, es very aaaalto!

No olvides VOTAR, COMENTAR si te está gustando la historia, me gusta muchisímo leerte siempre <3

Nos vemos en el siguiente cap! Besos

Invierno de ViolettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora