Caminamos durante un corto momento, en el que tan solo me apetecía romper el incómodo silencio que se había instalado entre Axel y yo. No lo hice. No lo vi apropiado. En el fondo de mi ser, seguía teniendo esa necesidad de guardar mis distancias, aunque algo me empujaba hacia él como un jodido imán. Por otro lado, quizás ganándome su confianza, podría obtener la información necesaria sobre la muerte de mi hermano, ya que mi objetivo era claro. Debía destruir al que lo había asesinado. No por Aiden, no por mi familia, ni por todos los que pertenecían al Clan. Sino por mí. Para poder al fin dejarlo ir. Para permitir que él descansara en paz. Para obtener mi propia felicidad.
Dicho así, cuando llegamos al final del camino, Axel se paró frente a mí, observando el increíble paraíso que se hallaba delante nuestro. No tenía idea de la gran cantidad de mar que rodeaba nuestro diminuto pueblo, por lo que, cuando vi el enorme acantilado que se encontraba allí mismo, seguido de un violento mar que chocaba contra este, no pude evitar sorprenderme.
En consecuencia, aumenté el ego de mi acompañante, que observaba mi rostro con orgullo nuevamente y sonrió satisfecho.
-Supe que te gustaría. - dijo acercándose al borde del acantilado y observando lo extenso que podía ser el mar visto desde aquel precioso sitio.
Me acerqué ligeramente a él, sin arriesgarme tanto, e hice lo mismo.
-¿Porque lo haces? - pregunté sin entender.
-¿Que cosa?
-Llevarme a sitios como este. - respondí impacientemente. - Primero la playa, después el acantilado. ¿Que intentas?
El chico se giró lentamente y analizó cada parte de mi cara.
-Intento compensarte.
-¿Compensarme?
-Esas marcas en el cuello me han afectado tanto a mí como a ti, Aria. - explicó. - No quiero que me recuerdes como el chico problemático que intentó ahogarte frente a un restaurante.
-¿Pero porque querrías hacerlo? ¿Porque te empeñas en agradarme? - insistí. - Creí que eras el típico chico a quien no le importaban las opiniones de los demás.
Axel suspiró, buscando la mejor respuesta para todas mis preguntas y optó por la más sincera.
-Porque tu has visto en mí, lo que muchos otros han rechazado.
Me quedé pensativa, analizando cada una de las palabras que había pronunciado y quise patearle el trasero para que dejara de ser tan malditamente irresistible.
-Aunque eso fuera cierto, me llevaste a la playa antes del pequeño incidente. - dije.
El chico, tan solo se limitó a acercarse cada vez más al vacío y levantó ambos brazos, cerrando delicadamente sus ojos. Parecía un ave dispuesta a volar, aunque él no tuviera alas. Podía caerse en cualquier momento y eso me asustó más de lo que me gustaría admitir.
-¿Que estás haciendo? - pregunté evitando que se me notara el miedo en la voz.
-Disfrutar del momento. Cosa que parece imposible para ti. - respondió sin alejarse del acantilado.
-Prefiero no arriesgarme de esa forma. - comenté con sinceridad. - Podrías caerte, ¿sabes?
El chico volvió a dirigir su mirada hacia mí, sonriéndome perversamente por unos segundos.
-¿Te preocupas por mí, princesa?
-Ni un poco. - mentí.
Finalmente, Axel dio un paso hacia atrás acercándose a mí con un brazo tendido en mi dirección.

ESTÁS LEYENDO
ARIA
Боевик> Tras la muerte de su hermano, Aria queda completamente devastada. Decide alejar a todos sus amigos y odiar todo lo que le rodea. Sin embargo, cuando descubre que el chico no murió accidentalmente, no puede evitar buscar al culpable. De esa forma...