Capitulo 7

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El día había amanecido hermoso.

Era como si de pronto la vida comenzó a mejorar. 

Me sentía feliz, aliviada, y completa. Y al parecer el clima estaba igual. Aún estaba fresco pero el sol estaba presente por encima de las nubes, brillaba radiante y daba el suficiente calor para no llevar una tonelada de abrigos como de costumbre.

Al parecer las demás personas estaban tan felices como yo. Las calles estaban plagadas, los negocios llenos, las risas y conversaciones alegres inundaban el patio del colegio. Los niños corriendo por todo el lugar.

Me sentía tan feliz.

Por el avance de nuestra relación con Lando y por el olvido de la guerra.

Basile, Charlotte y yo estábamos acostados en el amplio descanso de la escalera disfrutando del sol. Basile y Charlotte hablaban de cualquier cosa mientras yo no emitía opinión alguna, simplemente estaba disfrutando del momento.

Ese día me había levantado con más ganas de ir al colegio de lo normal, el día anterior había sufrido porque tal vez nunca más pisaría aquel establecimiento, pero allí estaba, en el pequeño receso de 30 minutos que se hacían eterno.

Los profesores no sabían como afrontar esta nueva victoria. No nos daban mucha tarea ni nos obligaban a aprender nada nuevo, era como un premio que nos daban por soportar tanto sufrimiento psicológico. El profesor de biología nos había sacado al patio a observar las plantas, luego hicimos un pequeño picnic en el medio del patio y mientras él explicaba cómo funcionaba la fotosíntesis nosotros lo escuchábamos atentos mientras comíamos o tomábamos jugo. Luego teníamos deporte, nos separaban por sexo.

Las mujeres teníamos que hacer actividades simples y los varones eran exigidos al máximo con flexiones de brazos y completar un circuito. Isabelle, una chica de otro curso exigió al profesor también jugar fútbol como lo hacían los hombres en los últimos minutos de clases. Básicamente hizo un discurso de porque las mujeres podríamos ser, incluso mejores que los hombres en aquel deporte, y no deberíamos quedarnos sentadas mirándoles. Yo también quería que fuera parejo así que feliz de que Isabella se haya animado hacer eso esperé la respuesta del profesor.

-¡Isabella ve a dar diez vueltas corriendo al campo y deja de decir esas estupideces! Chicos por aquí -le grito mientras tocaba el silbato y le daba la espalda.

Isabella refunfuño.

-¿Crees que sea verdad lo Joyn y Christophe ?-preguntó Charlotte tirada a mi lado viendo el cielo

-Yo digo que no -dice Basile -¿que ella no estaba de novia?.

-Se separó hace dos años. Ella le dejó a él.

-¿Que pasa entre Joyn y Christiphe? -preguntó sin entender el tema de la conversación.

-¿No sabes? -pregunta Charlotte a mi lado. Niego. -Están saliendo.

-¿Qué?.

-Bueno no saliendo -aclara Besile - están...ya sabes -hace gestos con la menos sin sentido

-¿Qué? -preguntó confusa

-Están.... -a sus señas de manos agrega gestos con las cejas

-¿Están qué? -fruncí el ceño -Puedes terminar la oración -le exigí.

-Me da vergüenza decirlo -susurra.

-Están expresando su amor a través de sus cuerpos -dice Charlotte.

Oh.

-Oh. ¿Cómo están tan seguros?.

-Los vi muy juntos la otra vez en el mercado, además todo el mundo lo sabe -dice Char- nadie puede creer que ella dejó al guapo de su novio por el imbécil de Christophe, todos piensan que le va a terminar rompiendo su corazón

Buenas Noches SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora