capitulo 41

936 70 8
                                    

Si llegó.

Y como lo imaginaba lucia hermoso con su traje de gala y su cabello perfectamente peinado para atrás.

El señor Kahnwald y Sebastián iban detrás del señor Horner, el tío de Sebastian. A su vez, detrás de ellos iban soldados vestidos con sus atuendos habituales con armas en sus manos en señal de que estaban allí solo para cuidarlo. En cada paso que daban las personas se abrían con miedo de estar frente a ellos, el señor Horner sin embargo parecía disfrutar de lo que causaba a las personas.

La señora Civil me soltó de golpe y planchando su vestido con las manos se aproximó hacia su marido que seguía mirando a la cantante y de un tirón lo saco de su trance y lo arrastro hacia donde se había quedado el señor Horner que ahora disfrutaba de una copa de champagne que una moza le había acercado. El muy descarado mantuvo su vista en el trasero de la chica hasta que la perdió de vista e incluso pareció coquetearle. Sebastián sin embargo ni si quiera la miro y negó cuando le ofreció una copa. Parecía alerta mirando todo a su alrededor.

Quería acercarme pero era imposible así que solo me quedo la opción de hacerme notar hasta que me vea y al menos nos pudiéramos dirigir miradas desde la distancia. No quise ser tan obvia como para pasar cerca de ellos, tenía miedo de que me noten y más aún luego de que sabía que el tío de Sebastián sabía "algo" con respecto a nosotros. No solo nos acostábamos; era mucho más que eso, nuestros corazones estaban conectados, no hacía falta palabras cuando estábamos juntos ni necesitábamos un gran lugar para que todo se vuelva mágico, que las además personas no podrían entender. Ojalá Charlotte lo haga e iba a dar todo de mi para que lo entienda pero el señor Horner era un caso aparte. Me daba igual que lo entendía o no, si creía que solo era sexo, no iba a hacerlo cambiar de opinión.

Se fui a un lugar a solo metros de ellos donde vi que no había tantas personas así si Sebastián volvía a mirar podría verme sin la interrupción de cuerpos adelante mío. Estuve allí parada dirigiendo la mirada disimuladamente a donde estaban comprobando si me habían visto o no pero nada pasaba. Él tío de Sebastián fue ocupado por la señora Civil y su marido, a vances más personas se le acercaban para saludarlo y cuando eso pasaba Sebastián y los soldados detrás de él se mantenían alerta. Entendía ahora porque desde que te bajabas del auto veías policías vigilando, incluso me pareció ver al padre de Charlotte en la entrada pero creí que solo había visto mal.

Me causaba gracia la cantidad de personas que miraban al tío de Sebastián con desagrado para luego ir a saludarlo con una sonrisa como si estrechar su mano fuera una protección divina.

-No vamos a acercarnos ¿verdad? -le pregunte a papá cuando se acercó a mí.

-Ni borracho. Suficiente con verlo cada semana.

-Aduladores -refunfuñe.

-A mí me da pena sus comportamientos, pero bueno, no saben cómo actuar -se encoge de hombros restándole importancia -¿esa no es la chica que te cuidaba cuando eras chica? .

Sí. Camille se encontraba pasando entre la multitud con Niçolas y Max, no sabía que se conocían. Seguramente había venido con la invitación del padre de Charlotte porque estaba segura que la señora Civil no la había invitado.

-Sí. No sabía que venía.

-¿Porque no vas a bailar con el hijo de la señora Rue? -soltó de golpe -¿Cómo se llamaba...Emmanuel?

-Si -dije de mala manera. Emmanuel, era menor que yo y estaba en plena entrada de la adolescencia, se la pasaba mirando los traseros de las mujeres en la escuela incluso le pille viendo a la bibliotecaria y luego corrió al baño. Desagradable. Y por desgracia parecía enamorado de mí.

Buenas Noches SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora