capitulo 4

1.2K 101 16
                                    

Charlotte se quedó con nosotros luego de eso.

Mamá hizo calentar algo de leche y se la dio para que se tranquilice, solía hacer lo mismo cuando yo era chica y tenía una pesadilla.

Cuando subimos a mi habitación me contó que había entrado en el despacho de su papá y comenzó a revisar en busca de algo que le diera explicación a su conducta tan rara. Había una carta enviada directamente desde el gobierno de Paris confirmando la derrota.

Durmió a lado mío mientras yo no dejaba de pensar como cambiaria nuestras vidas esa noticia.

Cuando me desperté Char ya no estaba pero había ruidos afuera así que me asome a la ventana del pasillo, su padre estaba hablando con papá mientras Char estaba sentada en las escalinatas.

Volví a mi cuarto lo más rápido posible y sin hacer ruido. No quería que nadie sepa que ya me había despertado; no quería salir de allí, lo sentía como mi refugio, sentía que si salía todo sería diferente de como lo era ayer, la realidad caería en mis hombros y me impacientaba no saber qué va a pasar con nosotros.

Intente ocultarme lo que más pude en mi habitación pero Bonnie tocó mi puerta dos horas después avisándome que el almuerzo estaba listo. Trate de tardar lo que más pude en el baño. Cuando no me quedó más remedio que bajar me sorprendí al encontrar la casa vacía, ni papá ni mamá estaban.

-¿Dónde están?-pregunté a Catherine mientras me servía la comida

-Ambos salieron apurados -me dejó un vaso de jugo, tostadas y se dirigió a la cocina para traer el huevo revuelto.

-¿Tienes idea a dónde?.

-No, pero iban muy arreglados.

Era raro que salieran tan temprano un sábado. Su salida repentina me inquietaba aún más. Intente distraerme tocando un poco el piano y leyendo, pero nada alejarme del todo la idea de que ahora estábamos en dominio alemán. A las 5 de la tarde el timbre de casa fue tocado, era Lando con un ramo de rosas.

No tenía muchas ganas de hablar con nadie pero no lo iba a hechar, nos sentamos en el sillón, me comenzó a contar algo que verdaderamente no presté atención. Quería ir con Charlotte para preguntarle cómo estaba pero no estaba muy segura en salir de casa, anoche luego de hablar un poco y buscar refugio en pensar que tal vez las tropas alemanas nunca llegarían al pueblo, se calmó.

-¿Cómo están tus padres?- pregunté sin importar interrumpir su relato. Solo miraba como su boca se movía pero no procesaba sus palabras porque mi mente estaba en otro lugar.

-Bien -me contestó extrañado -¿Porqué?.

-¿No pasó nada?.pregunte curiosa. 

-¿Con qué? ¿Tendría que pasar algo? -negué con la cabeza. ¿Era posible que nadie sabía que hemos sido derrotados? Al parecer sí, si el padre de Charlotte no avisó a nadie durante todo este tiempo puede ser que quería guardar el secreto, pero ¿de qué serviría esconder eso? De todas formas las personas se enterarían -¿Estás bien? -me pregunta sonriendo

Asiento tratando de darle una sonrisa para que no sospeche.

-Solo no dormí bien.-Mentí- Tuve un sueño raro.

-¿De qué se trata?

-No nada, fue raro, ni siquiera sé cómo fue.

Mira para atrás para buscar si lo venía nadie y se acercó a mí. Pasó su brazo sobre mis hombros y me atrajo a su cuerpo.

-Duerme yo te protejo.

Esas palabras me reconfortan un poco y me relaje.

-¿Tienes miedo de la guerra? -le pregunté

Buenas Noches SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora