Capitulo 33

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Esperé a Sebastián sentada en la cama de su habitación impaciente a que llegará.

Esta vez por fortuna vino temprano y yo pude encerrarme en su habitación sin problema porque mamá y papá estaban muy entusiasmados charlando que ni si quiera notaron que me fui.

Me acosté en su cama aspirando el perfume que cargaba constantemente en su cuerpo, por fortuna no paso mucho hasta que abrió la puerta y me vio dentro. Le salude pero no me contesto, cerro con seguro, dejo sus cosas en el suelo, tiro su gorra al escritorio y de forma tan seria que me asusto pensando que había pasado algo se acercó hasta mí y me agarrándome el rostro con ambas manos me beso.

-¿Qué hacia la señora Civil hablando con el señor Kahnwald? -le pregunté una vez que nos habíamos separado y él se encontraba cambiándose.

-¿Quién es la señora Civil? -Me miró a través del espejo de la cómoda mientras se desabrochaba la camisa. Intente mantener la mirada fija a su rostro pero no pude una vez que se sacó la camisa y su espalda trabajada quedo a la vista. Él rio fanfarrón al ver como mis ojos comenzaron a bajar examinando su cuerpo sin disimulo.

-La que parecía adorno de árbol de navidad vestida de rojo-dije subiendo la mirada.

-Ah, la unerträgliche Dame -dijo en un alemán que me encanto escuchar pero no entendí.

-¿La qué? - Alce mis cejas confundida.

-La dama insoportable -Se desabrocho esta vez los pantalones. Mis hormonas y yo estábamos en el piso y nuestra cordura en el suelo, lugar donde quería tirar mi ropa junto a la suya, pero esta conversación era más importante -le llamamos así.

-Y tienen razón -estuve de acuerdo- Es demasiado irritante, no sé cómo mi madre es su amiga.

-¿Es su amiga?.

-¿No la has visto todos los martes aquí? Ella y su lengua maliciosa.

Se encogió de hombros restándole importancia -Ya me parecía que se me hacía conocida de algún lado.

-¿Donde la has visto tú?.

-Hace varias semanas va bastante seguido a la estación a intentar hablar con Kahnwald a cualquier oficial de un rango más o menos alto-termino de ponerse el pantalón nuevo y tomo una remera de algodón -Es insoportable por eso el nombre, no sé cómo no han usado la fuerza para que deje de hostigar hasta ahora- camino hasta mí y me dio un beso para luego tomar su almohada que estaba en mi cabeza y sacarla para pasar a mi habitación. Lo seguí como un perrito detrás de él -aunque debo admitir que su persistencia es bastante admirable, no sé si carece de sentido de peligro o es idiota, ir todos los días a una estación de policías repleto de alemanes siendo francesa...vaya

-¿Y qué quiere? -pregunté. Él se acostó en el colchón que previamente ya había sacado y puesto en el lugar. Antes de responder me tiro de la mano para acostarme junto a él, su tirón me tomo desprevenida tanto que me sorprendí por el acto y luego me causo gracia al estrellarme con su cuerpo.

-Convencer a Kahnwald que autorice un baile o algo así - dijo sin interés encogiéndose los hombros se dio la vuelta para dormir pero yo abrí mis ojos de golpe ante sus palabras.

-¡¿Qué?! -le tome del hombro para darle di la vuelta me subí arriba suyo, puse mis piernas a cada lado de su torso e hice que abriera los ojos para verme - ¿qué dijiste?

-Que quiere hacer un baile...-se queda callado y entre cierra los ojos -creo que llamo baile de invierno ¿Porqué?.

-¿Cómo porqué? Es una locura ¿que tiene la cabeza esa mujer? .

Buenas Noches SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora