Capitulo 34

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Suspiré.

Estaba apoyada contra el ladrillo frio de la escuela, había tocado hace cinco minutos el timbre de salida. Antes hubiese ido corriendo hasta casa a la espera de Sebastián por si venia en cualquier momento del día, sin embargo esta vez necesitaba hablar con Charlotte. Sabía que había venido aunque no se acercó a mí en toda la jornada estudiantil, como lo hacía últimamente.

Estando allí, a la salida, mirando como los estudiantes y profesores se iban directamente a sus casas, me di cuenta de algo que me dejo sorprendida, Lando estaba hablando con una chica que iba a un grado menor que nosotros. Era la primera vez que lo veía desde que...bueno básicamente rompí su corazón en la entrada de su casa, sin embargo parecía que su corazón sanaba rápido porque ahora se dedicaba a contar chistes en el odio de Tania mientras ella reía. No me sorprendió verlo en el colegio, ni haciendo el papel de Romeo a chicas menores, si no que su amor tan profundo desapareció en semanas. No me podía quejar ni reprocharle nada porque al fin y al cabo yo lo había engañado primero de alguna manera pero una sensación de querer cuestionarle su poco compromiso hacia mí quiso salir a frote.

Pero no hice nada.

Charlotte salió del colegio y al darme cuenta me aproxime hasta ella. Iba sola, esta vez no le acompañaba Alex.

-Char- le llamé para que se detuviera. Ella se volteo y espero hasta que llegara a su lado -hola -le salude.

-Hola ¿qué pasa?.

-Nada. Solo quería hablar contigo -comencé a caminar y ella igual -¿porque?

-Solo preguntaba -se encogió de brazos pero sabía que quería saber más -¿cómo estás?

-Bien -asentí con mi cabeza. Verdaderamente estaba bien, me sentía bien, feliz, pero no quería hablar de mí. Últimamente me ponía incomoda cuando cualquier persona desviaba la conversación y la volcaba hacia mí por miedo a que descubriera algo sobre Sebastián y yo. Así que siempre que pasaba intentaba cambiar el tema por precaución -¿Y tú como estas? ¿Alex?.

-Estamos bien, estoy bien. Conocí a su abuela, fuimos a su casa a comer un día.

Me quede muda un segundo.

-Vaya que bueno- intente que no sonará falso pero por una parte lo era, me pico que ella pudiera disfrutar su noviazgo de forma libre y yo no. Conocer a los padres, comer con la familia, invitación a los cumpleaños, no lo tenía. Tampoco tenía noviazgo. No se suponía que debía sentir celos de ella pero si lo hice, ¿porque yo no podía eso? - estoy feliz por ti.

-Gracias -sonrió -creo que estamos bien, no lo sé espero que prosperemos.

-Vas a ver que si -ella sintió con la cabeza. Seguimos caminando hasta que libere lo que verdaderamente me había traído allí -el sábado fui con mamá, Bonnie y Catherine a la estación de policías para llevarle algo de ropa y esas cosas a Camille pero no la encontramos ,Charlie Bernie nos dijo que se había ido, que tu padre la había llevado ¿está todo bien? ¿Pasó algo?.

El piso, la calle, la vereda de enfrente, eran alguno de los lugares que miraba mientras hablaba, me esquivaba la mirada mientras hablaba. No esperó que le preguntara sobre eso y se le notaba algo inquieta por eso, lo sabía porque se estaba mordiendo el labio igual que yo.

-¿Charlotte? -le insistí para que me contestara.

-Está en mi casa -soltó y me sorprendí - papá lo llevo a casa.

-¿Qué? .

-Le ofreció trabajo, ella necesitaba trabajar y nosotros alguien que se ocupara de la casa.

Buenas Noches SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora