Capitulo 14

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-¿Te has enterado del chisme?

Charlotte y yo estábamos sentadas en nuestro lugar habitual en el patio de la escuela. En una subida de sementó a lado de unas escalinatas que daba hacia los salones de los alumnos de menores grados.

El sol volvía a salir de entre las nubes. Era la primera vez que aparecía el sol más de una hora desde que nuestro pueblo fue tomado. El sol siempre alegraba a las personas de aquí, y al parecer lo seguía haciendo, la tensión que había en el ambiente parecía disminuir. Las calles volvían a de apoco a poblarse, los hombres no parecían estar tan a la defensiva como antes, las mujeres salían mas, aunque siempre en grupo. El miedo era aceptable, pero era necesario volver a la rutina. Las personas necesitaban trabajar para mantener a sus familias.

-¿Cuál? -pregunté.

-La señorita Cohen está llevando en su vientre un retoño -declara alzando sus cejas como si esa noticia era su mejor chisme del año.

Charlotte tendía usar palabras que solo mi abuela y mi madre emplearía. Retoño. Quise reírme pero la noticia era muy sorprendente como para fijarme en los detalles de la palabrería.

-¿Qué? ¿De quién?

Nunca había visto a la señorita Cohen con nadie. Hace unos años se rumoreaba que el director estaba detrás de ella pero ella nunca le hizo caso. El director era bueno, en ese tiempo no estaba casado, si hubieran salido seguro la señorita Cohen hubiese sido muy feliz. Era un hombre bueno aunque mayor que ella, muchos dicen que lo rechazo por eso, otros porque el rango de educador le quedaba muy chico para su persona. Lo cierto es que tenía fama de tener un listado de hombres muy grande en su vida, era hermosa nadie lo negaba. Y en sus años de juventud seguro rompió varios corazones, como lo hizo al director. Ahora con cuarenta y tantos me sorprende que espere su primer hijo sin que nadie supiera que estaba en una relación

-Bueno ella afirma que es obra y gracia del espíritu santo.

-¿Pero?- preguntó sabia que hay más. En la cara Charlotte se dibujó una sonrisa perversa y se acercó más a mí.

-Las malas lenguas, y con mala me refiero a la mía, afirman que no fue de una paloma blanca si no del órgano reproductor del señor Castelli.

Mis ojos se abrieron de par en par y me aleje de ella. ¿El profesor de física  arrogante y petulante? ¿El demasiado exigente que los alumnos de los grados menores tenían miedo por su falta de paciencia y les gritaba si preguntaban 2 veces la misma cosa? ¿El mismo que tenía tres hijos y una esposa que misteriosamente salió del pueblo a visitar a su madre hace semanas?

Me sorprendía que alguien más que su esposa pudiera aguantar a ese hombre. Charlotte seguía con su misma sonrisa como si disfrutara de lo que su chisme causa en mí. Mire disimuladamente sobre mi hombro y vi al señor Castelli parado cerca de la puerta del colegio junto a otros profesores que charlaban. Él se mantenía ajeno y si lo observaban bien hasta tenso.

La señorita Cohen no se veía por ningún lado.

-Ella no vino -Dice Char como si adivinara mis pensamientos - No viene desde hace tres días.

-¿Cómo lo sabes?

-Lola tiene con ella y me no dijo.

-No -niego con su respuesta - ¿cómo sabes que esta embaraza y es de él?

-Oh -sonrió aún más y se acercó de vuelva a mí. Sin duda disfrutaba el chisme- Mi padre es el jefe de policías ¿lo recuerdas?. Las personas lo ven como un sacerdote donde confesarse o un terapeuta. Van a él para quejarse de los soldados y terminan llorando contando sus problemas.

Buenas Noches SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora