Capítulo 1. (El forastero)

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Esta historia está inspirada en los personajes y el ambiente que se muestran en la serie de cómics de Marvel, 1872. (Secret Wars).

Historia registrada en Safe Creative.

 Código de registro 2006304614019

Fecha de registro 30-jun-2020 15:49 UTC

Ya hacía cuatro lunas que se había despedido del último pueblo por el que pasó en busca de víveres. No necesitaba trabajar, ni rodearse de personas que le juzgaran, tampoco cuatro paredes que le hicieran sentir seguro, sólo el azote del aire en su rostro al cabalgar, y nunca más mirar atrás.

Suponía que se encontraba en algún lugar entre California y Nevada, pero no sabía exactamente dónde, ya que le pareció absurdo conseguir un mapa si no tenía un destino al que llegar, simplemente seguía las estrellas, y en noches como aquella, donde todo el cielo estaba tapado y si el sueño no le vencía antes, vagaba sin rumbo sobre su Yegua Edith, la cual ya se había acostumbrado y hasta parecía tener un sexto sentido para guiarse en la oscuridad de la noche.

Una fuerte tormenta comenzó a escucharse en el horizonte, y eso le hizo recapacitar sobre su idea de dormir al raso o sobre su montura; dio un trago a su petaca de whisky y entrecerró los ojos para afinar la vista. Al fondo, en el lado opuesto a donde se escuchaba la tormenta, unas diminutas luces en hilera se dibujaban.

***

En Timely, un pequeño pueblucho situado en el borde del Valle de la muerte, el Sheriff Rogers ayudaba a la viuda Barnes a sellar las contraventanas de la cantina, ante la inminente llegada de la tormenta. Los pestillos estaban tan altos que ella no los podía alcanzar fácilmente, ni aún subiéndose a una silla y eso le fastidiaba, pues no era de las que pedía ayuda para nada.

— No te pongas de mal humor Nat, cuando te dije que regentar la cantina se te iba a quedar grande, no me refería a esto —. La risa hizo al rubio llevarse una mano al vientre, al tiempo que apuntaba con su dedo a la chica de puntillas sobre aquel taburete.

— ¿Tienes un día chistoso Steve? Es sólo que pienso que deberías estar a resguardo en tu casa o en la comisaría, no cuidando de mí como si fuera una inútil.

— Ya sé que no lo eres Nat, sólo bromeaba. En serio que hiciste un buen trabajo aquí, nunca lo habría imaginado; pero no tienes porqué demostrar nada a nadie, así es que, si necesitas ayuda sólo pídela.

Se suponía que ya todos los habitantes de Timely se hallaban resguardados en sus casas, así lo había corroborado Steve como buen Sheriff del lugar que era, antes de comenzar a ayudar a su amiga, pero para sorpresa de ambos, la puerta de la cantina se abrió dejando entrar a otro miembro reconocido de aquella comunidad. El maestro Wilson, Sam para los conocidos.

—Buenas noches a los presentes. ¿No hay whisky para el maestro del pueblo? — El moreno se desabotonó la chaqueta y tomó asiento junto a la barra.

— ¿Se puede saber porqué no estás en casa a estas horas Sam? Ya todos corrieron a resguardarse y a asegurar sus hogares —. Le regañó Steve, ejerciendo su papel de protector del pueblo.

— Un buen educador nunca descansa amigo, tuve que quedarme hasta tarde en la escuela; castigué de nuevo al mocoso de la viuda Parker, a veces creo que ni moliéndolo a palos conseguiría aprender a leer y escribir.

— ¡Por Dios, maestro Sam! ¿No habrá golpeado al muchacho? — Se dispuso a regañarle Nat con los brazos en jarras.

— No, claro que no. ¿Por quién me has tomado? Pero a veces pienso que un día las ganas de hacerlo me van a superar.

El Forastero Sin Estrella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora