Recorrió el largo pasillo alfombrado de rojo, eran pocas las personas que quedaban allí, así que no le costó encontrar entre ellas a quien estaba buscando.
— Sabía que te encontraría aquí, Rogers —. La pelirroja dio un pequeño tirón a la oreja del rubio, que se encontraba arrodillado.
— ¿Dónde más? — Asintió alzando la mirada — Es domingo. ¿Dejaste sola la cantina?
— Sólo es un momento, Carol me cubrió.
— Es muy amable por su parte. Me gusta ver que sean tan buenas amigas.
—Sí... Ya el oficio terminó. ¿Tantos asuntos tienes que tratar con el de ahí arriba? — Steve sonrió para sí mismo, desenlazó sus dedos y tomó asiento en el viejo banco de madera.
— Sólo le mantengo al tanto. Ya sabes, para que luego no tenga que juzgar con prisas.
— Tu billete al cielo hace mucho que está asegurado Steve, ¿o hay algo que yo no sepa? ¿Te estás arrepintiendo de algo? ¿De alguna petición de matrimonio por ejemplo? — Nat soltó en tono de broma.
— No... supongo que no —. El rubio visualizó a Tony y recordó la promesa que le hizo, antes de contestar.
— Eso no sonó muy convencido, Sheriff —. La viuda alzó una ceja, se sentía mal en cierto modo. ¿Y quién no lo haría en su lugar? Lo que le estaba pasando con Carol, era algo que nunca planeó, que jamás hubiera aceptado si se lo hubieran dicho antes —. Te aseguro que... Ve al grano Natasha. ¿A qué viniste?
— Está bien, iré al grano. Tú y yo somos buenos amigos desde siempre. ¿Verdad Steve?
— No sé Nat. Este es un pueblo muy pequeño, tampoco es que tuviera mucho donde elegir —. Steve se burló, ahora era su turno.
— Ja, ja. Muy gracioso Rogers. Quiero decir, que aún seguimos siendo amigos como cuando éramos niños... y Carol, James, — suspiró al recordar tiempos mejores con su esposo — Sam, tú y yo cuidábamos unos de otros ¿verdad?
— Sí, claro... ¿Pasa algo que yo no sepa, Nat?
— No lo sé, es Sam. Últimamente no lo veo bien.
— ¿Sam? ¿Pero cuando Sam ha estado bien? Jajaj. Perdona que te pregunte pero. ¿Ya se te declaró? Porque ese tipo está colado por ti desde que usábamos pantalones cortos.
— ¿Pero qué dices? Jajaja. No estoy bromeando Steve. Estuve hablando con él hace un rato, creo que está celoso de tu nuevo amiguito.
— ¿De Tony?
— Veo que sabes a quien me refiero —. Steve desvió la mirada para evitar que un posible sonrojo le delatara.
— No es mi amigo, sólo, bueno... le ayudo. Ya sabes que no tiene casa y eso. ¿Hizo algo malo?
— No, no es eso. Bueno... trata de ayudar a leer a Peter, cosa que hace mucho que debería haber conseguido Sam, me piropea delante de sus narices, y desde que pasa su tiempo contigo, ya no vas por la cantina a charlar. Sam está celoso, se siente desplazado y además tiene miedo de que pensemos que no es un buen maestro.
— No es muy buen maestro, Nat —. Steve amagó una sonrisa.
— Sí, lo sé. Pero él cree que sí, y además así lo queremos — La chica le sonrió de vuelta.
— Está bien, quizás en otro momento pase por tu local, y hable un rato con él, pero sólo si me da tiempo. ¡Ok?
— ¡Es domingo Steve! Claro que te da tiempo.
— Es que quería ir con Tony a...
— ¡Otra vez Tony! Mira cariño, me alegra que hayas encontrado un buen amigo en él, pero voy a empezar a creer que Sam tiene razón en estar celoso. Desde que estás ayudándole pasas todo el tiempo con ese tipo, a Carol tampoco es que la veas mucho, creo que tiene la impresión de que le huyes.
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El Forastero Sin Estrella.
Fanfiction* Stony 1872, (earth-51920.) * Yaoi. * +18. * Historia inspirada en los personajes y el ambiente que se muestran en la serie de cómics de Marvel, 1872. (Secret Wars). * Esta es una historia de amor verdadero, en tiempos de homofobia e ignorancia.