Bones [Ryden]

XXI.

Habían caminado tanto tiempo bajo el sol, que Brendon sentía que se iba a volver a desmayar.

—No seas marica y camina —le decía Sarah como apoyo.

La cantidad de comentarios que Sarah hacía sobre la sexualidad de Brendon eran interminables, entonces con el tiempo también había aprendido a saber ignorarlos, incluso recordaba el primero que le había hecho y fue cuando la conoció en el pasillo. 

Realmente los comentarios ajenos sobre su sexualidad nunca fueron algo que le preocuparan o le hicieran sentir bastante mal, no lo tomaba como un insulto o como algo serio, porque no tenía sentido. Solamente esa vez en el pasillo fue porque ya estaba demasiado asustado como para funcionar.

Estaban caminando a la casa de Spencer desde hace como unos quince minutos. 

En ese tiempo, Brendon había tenido el suficiente como para hacerse una idea de quién sería Spencer, realmente no sabía qué esperar, parecía toda una celebridad. 

¿Y si era un niño mimado que terminaría haciendo sentir mal a Brendon? Era toda una sorpresa, había creado demasiados escenarios en su cabeza como para decidir cuál iba a ser el verdadero.

—¿Todavía falta? —preguntó.

—Sí, calla.

[...]

Después de caminar otros diez minutos, finalmente se encontraron con el refugio, o lo que sea que parecía indicar que era el lugar donde vivía Spencer. Aquello no podía ser llamado casa.

—¿Es aquí? —dijo Brendon, mirando el sitio. 

De todos los escenarios que se imaginó, sin duda ninguno era como el que tenía en frente. No se imaginaba al famoso Spencer viviendo en esto que tenía delante. Viviendo en pobreza máxima, en descuido máximo.

—Sí, es aquí —dijo Sarah y tocó la puerta.

Lo más parecido a miedo inundó a Brendon, no sabía qué es lo que podía haber dentro de esa casa, porque no se veía como un sitio estable.

 Si todos odiaban a Spencer, entonces debe haber alguna razón, ¿No? Quizá la razón estaba dentro de la casa. 

Entonces también recordó ¿Sarah no le había dicho que ella era la que había arruinado la relación de Spencer con los demás?... Era todo tan raro. Aún no entendía, había tantos espacios en blancos, si ella arruinó todo ¿Por qué seguía siendo amiga de Spencer? La gente era tan rara.

Nadie parecía responder y Sarah golpea de nuevo la puerta con menos cariño.

[...]

Estaba cómodo, dormido después de un par de días. 

Tenía fácilmente al rededor dos días sin dormir, cuando de repente escuchó que tocaron la puerta, pero de manera salvaje, parecía incluso la policía. 

Lo más seguro, es que si era la policía, estarían buscando a su tío. Estaba seguro que no sería la primera vez que su tío se metía en problemas legales.

Abrió los ojos con dificultad, sentía como si le hubieran puesto pegamento en ellos. Se levantó lentamente del sillón donde estaba dormido y se talló los ojos finalmente. La puerta seguía sonando.

—¡Voy! —gritó de malas—. Quien quiera que seas, por favor deja de tocar la puerta así, vas a tirarla.

Caminó la poca distancia a la puerta y la abrió sin preguntar antes quién era, la verdad a este punto le daba igual.

La luz se clavó en sus ojos como cuchillas, cabe aclarar que la casa estaba completamente obscura desde que Ryan se había ido en su última visita, o sea desde hace como dos días (i es que recordaba bien. A quién engañaba, ni siquiera sabía qué día era).