Apreciable Bruja o Mago
Es para nosotros un honor informarle que ha sido seleccionado para participar en la conferencia "El impacto de la segunda guerra" será un exponente del pódium sobre cómo el estar dentro, o rodeado de ése ámbito afectaron sus decisiones futuras para la elección de la profesión que ejercen.
Dicho evento se llevará a cabo en el ministerio de Magia, se les alojará en un hotel muggle evitando a la prensa mágica y para su mayor privacidad.
No es necesario confirmar su asistencia, ya que los departamentos han sido los encargados de seleccionar a las personas que participarán en el evento.
Mis más sinceros agradecimientos.
Kingsley Shacklebolt
Ministro de Magia
Un morocho corría hacia una de las oficinas del ministerio ondeando orgulloso su capa de Auror y entró sin pedir permiso
-¿Te ha llegado? – exclamaba emocionado – ¡Dime que también irás!
-Estoy muy bien gracias, me alegra que tú igual y no te hayan matado en una de tus mil misiones – respondió sonriente – sí, también me ha llegado y no me puedo negar
-Sabes lo que significa no – la abrazó y cerró la puerta de su despacho –
-Sí sí sí – hecha su cabeza hacia atrás sobándose las sienes – el trío de oro se reúne – se reclina en su silla – odio la prensa, ya pasaron tres años ¿Qué no podemos tener vidas normales?
-Hermione, ¿Cuándo es normal nuestra vida si estamos involucrado?
-Todo es tú culpa – le saca la lengua – eres el elegido – hace movimientos extravagantes – siempre queriendo figurar en la vida
-Bien sabes que no – se levanta y se acerca a darle un beso en la mejilla – ¿Estás bien?
-Lo estaré – alza las manos negando una continuidad con el tema –
-Pasa a la casa, no te hace bien estar sola – frota su brazo en señal de apoyo – podremos hacer cosas divertidas, o ir al mundo muggle, debe haber algo en el cine o el teatro
-Disfruto mi soledad, lo que extraño son las comidas de los viernes de Molly, pero no dejaré que te lo pierdas, eventualmente tendré que volver – suspiró tomando el pergamino que había dejado sobre el escritorio – siempre lo hacemos, son nuestra segunda familia
-Está bien – le da un beso en la frente – pasaré mañana para irnos juntos y te llevaré comida de Molly
-Puedo llegar sola perfectamente al mundo muggle Harry
-No desprecies la custodia de primera que llevaras – le guiña el ojo desde la puerta – ¿Supiste que Ginny regresa de la gira?
-¿Vendrá a la conferencia?
-Si no la llevan, será mi invitada especial
-Ella es tu novia – le avienta una caja de rana de chocolate que tenía en el escritorio – es una chica especial, que sea una reconocida jugadora de Quiddich sólo la hace más atractiva para ti
-¿Te veo en tú casa? – rodó los ojos ignorando los comentarios de su amiga –
-A las 10
-¡Ah! Por cierto – sonrió molestándola – tendremos una visita
-¿Enserio? – alzó los hombros – no veo porque te sorprende, somos una de las visitas
-No estás entendiendo – salió dejando sólo su cabeza a la vista – tendremos UNA visita
-¿Estás hablando de... – Al levantar la cara para preguntarle, su puerta se cerró.
Suspirando se recargó en la silla permitiéndose ver la oficina y los logros que había obtenido ¿Quién diría que a eso la llevaría todo lo que vivió con Harry?.
Aún recordaba cuando le ofrecieron el puesto para Aurora, pero había tenido suficiente con todas las batallas que había librado a su corta vida, desde el trol hasta esa horrible serpiente, suficientes emociones por el resto de su vida.
Ahora prefería ayudar de otra manera, y los avances eran notables.
Incluso su relación había prosperado, lamentablemente no de la manera que hubiera querido pues habían decidido terminar para quedar como amigos y no romper una relación amistosa que se había formado con el tiempo.
-¿Señorita Hermione?
-Pasa – su secretaria la saco de sus pensamientos – ¿Qué sucede?
-Cancelé todas sus citas del día de hoy a petición del ministro, la está esperando en su oficina
-Gracias
ESTÁS LEYENDO
Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)
DiversosHacía rato que el sueño lo había abandonado y estudiaba meticulosamente la habitación cuando la respiración del cuerpo que yacía junto al suyo la delató, juguetonamente su mano comenzó viajar en una delicada caricia por su espalda -Oye... ¿desayunam...