INFRAGANTI

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-¡Daphne! – la dura voz de Astoria los hizo separarse de un salto dejándolos con las respiraciones jadeantes y entrecortadas – Esas no son formas de comportarse frente a la gente – miró a los lados en vano, pues el comedor se hallaba vacío – vámonos

-¿Irnos? – ignoró el sermón – Las entrevistas aún van a tardar

-Nos vamos de aquí – volteó hacia donde sus maletas estaban esperando por ellas –

-¿Por qué? – abrió los ojos como plato y dio un par de pasos hacia atrás encontrándose con el torso del pelirrojo, el cual la tomó de manera firme su cintura – ¡Prometimos quedarnos todo el evento!

-El caso que dejé abierto se ha complicado y necesitan mi presencia en la firma y creo que al hospital le vendría bien que atendieras tus emergencias médicas – alzó la mano con el aparato que no dejaba de vibrar – desde que lo he encendido no ha parado de vibrar

-Esto es un compromiso ya establecido – seguía parada ahí, con la mano del pelirrojo encajada a su cintura – pueden resolverlo Astoria

-¡He dicho que nos vamos!

Suspirando agachó la cabeza y al tratar de dar un paso la mano del pelirrojo la detuvo

-No tienes que hacerlo si no quieres Daphne

-¡No te metas en esto Weasley! – chilló desde la puerta – que no es para nada de tu incumbencia

-Escúchame – tomó la muñeca de la rubia e ignoró a la hermana – eres una mujer adulta e independiente que sabe lo que quiere, puedes hacer tur propias decisiones

-Es la única familia que me queda Weasley – volteó a ver a su hermana que estaba con el rostro enrojecido de la cólera – tienes que entender que la familia es primero

-Y yo que me creía que las serpientes eran firmes en sus decisiones y que lo que quieren siempre lo consiguen – chasquea la lengua y suelta su muñeca – ya veo que sólo algunos lo tienen

Dando media vuelta dejó a ambas hermanas plantadas en sus lugares con los rostros rojos de la ira

-Mira que tiene agallas para hablar delante de nosotras – murmuró Astoria – vámonos, es hora

ENTREVISTA (THEODORE NOTT)

El día de hoy comenzaremos pisando fuerte alumnos – voltea a ver su pergamino – el primer entrevistado el día de hoy es Theodore Nott.

A pesar de ser uno de los hombres más amables en Slytherin el porte y la confianza que tenía se palpaba desde el momento en que pisó el escenario, con serenidad tomó asiento frente al entrevistador

-Señor Nott – comenzó nerviosamente el chico que se encontraba frente a él en una entrevista –

-Sólo Theo – ladeó una sonrisa – comencemos por favor, hay otros dos esperando sus entrevistas

-¡Claro! – revisa sus notas – ¿Cuándo decidió no participar activamente en la guerra?

-Eso fue obra de una persona muy querida por mí, me hizo ver que si yo tomaba mis propias decisiones no tenía manera de culpar a alguien más, por lo bien o mal que me fuera en la vida – alza los hombros – además siempre he sido independiente en cuando a todas mis decisiones

-Tenemos entendido que sus padres casi no estaban presentes con usted

-No lo hacían por los múltiples compromisos que tienen alrededor del mundo, además de las empresas sus trabajos en el ministerio no les da demasiado tiempo libre

-¿Usted se hará cargo de las empresas de su familia?

-Lo hago – se acomoda el saco – hace casi un año que llevo el manejo del patrimonio de mi familia

-¿Qué consejo les daría?

-Hagan lo que quieran sin lastimar a otros – hace diferentes ademanes – nunca tenemos que pensar que una vida vale más que otra, ese fue uno de los grandes errores que cometían nuestros padres al criarnos antes de ésta segunda guerra – ladea una sonrisa – a veces terminamos agradeciendo a quien menos esperábamos por salvarnos la vida

-¿Hablas de alguien en especial?

-Sí, pero no ahondaré en ese tema, pasemos a las preguntas – señaló al público –

El entrevistador, asintiendo se giró al público y le dio la palabra a uno de los alumnos

-¿Te gusta dirigir las empresas de tus padres?

-Al principio no me gustaba – se sienta pensativo sobre la silla – pero una vez que me integré, conocí el entrono y revisé todas las cosas que se hacían hasta que encontré mi lugar dentro – hace una mueca de medio lado – el negociar me va bien, así que me enfoqué a eso y todo comenzó a circular

Dando por finalizada la respuesta le dio la palabra a una chica

-¿Cómo haces para que no te afecte lo que los demás digan de ti? Es decir muchos han de hablar sobre tu vida por que tu padre fue ex mortífago

-Simplemente los ignoro y me contesto algunas preguntas ¿Es cierto? – bufa – obvio no, las cosas que dicen de uno nunca son ciertas, ¿Me interesa? Y la mayoría de las veces es NO – sonríe y extiende la mano hacia donde los demás están – solo dos personas de allá atrás puedo llamarles verdaderos amigos y si las cosas que se dicen no viene de uno de ellos me da igual, ¿Me afecta? Y la respuesta es NO – ve a la niña con serenidad pero firmeza – jamás permitas que alguien te haga dudar de lo que haces, lo que dices o haces por que bien podrías estar cargando un niño y eso no significa que eres madre, tal vez perdiste a tus padres y ahora cuidas de tu hermano – hizo una seña con su dedo índice hacia su cien – piensen en ello, jamás hablen de los demás sólo por lo que ven... en realidad nunca los conocen – suspira – no más preguntas

Se levanta caminando hacia su lugar y los chicos aplauden.

El regreso hasta su asiento se hizo de lo más largo del mundo, y una vez ahí se sentó dejando salir paulatinamente el aire que había estado reteniendo, agachando la cabeza sin importar la entrevista que estaba llevando a cabo se sobresaltó al ver una delicada y blanquecina mano llena de pulseras pasando por su pierna hasta llegar a los brazos, su camino no se detuvo y era determinado hasta llegar a su mano y entrelazar los dedos.

Siguiendo la línea de aquel brazo, miraba atentamente a la chica de cabello rubio y ojos grandes viendo directamente al frente

-Fue muy valiente destapar así tú alma – murmuró – creo que eres más un león que una serpiente

-No sabes lo que dices... no soy valiente

-A veces los actos más grandes de valentía no los podemos percibir Theodore – voltea la rubia cabellera sonriéndole – por eso necesitamos personas que lo vean por nosotros

-¿Y tú lo has visto?

-Claramente – le dio un apretón a su mano y giró su vista al frente – y bien lo has dicho ahí... ¡Ve por lo que quieres!

Sin saber que responder Theo sólo atinó a expulsar el aire que aún tenía retenido y dar un ligero apretón a la mano que estaba entrelazada con la suya 

Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora