-Pansy significa recuerdo, es francés – sonríe nostálgica – mi madre lo escogió para mí por que no podría tener más hijos – el recuerdo le dolía, era más que evidente – mi padre estaba tan molesto con nosotras por que no podría tener a su hijo el gran "HEREDERO" ¿Sabes? Como Draco – toma un poco de licor – así que bueno... nuestro círculo cercano de amistades está en Londres, pero tenemos gente y familia por muchos lugares del mundo
-Lo sé, siempre han trabajado en el ministerio tus padres ¿No es así?
-Sí, a parte de las "grandes contribuciones" para el mundo mágico y todo eso, tienen propiedades y negocios separados, así que bueno... ya sabrás
-Demasiada presión
-Tú sabes de eso – choca su vaso con el del pelinegro y beben – mis padres querían que me estableciera en Londres con uno de los mejores partidos, y bueno de ahí que conozco desde niña a los chicos, el primero que conocí fue a Blaise
-¿No estaban comprometidos?
-Éramos novios – le explica – la verdad es que nadie en su sano juicio se mezcla con exmortífagos así que según parece aun que no quisiéramos tendríamos que acatarnos a lo que nuestros padres querían
-¿Lo de trabajo y todo eso?
-Si hay que ser honestos, nosotros no tendríamos que trabajar por el resto de nuestras vidas, incluso un par de generaciones más sobrevivirían sin problema – suspira – a los acuerdos matrimoniales que nos habían hecho
-¿Todos tenían esos contratos?
-Acuerdos de palabra – ladea una mueca – demasiado arcáico como para plasmarlo en papel – manotea – como sea, debido a nuestra falta de vida social todos quedamos en acatar esa regla así es como Draco se comprometió con Astoria, Blaise y yo estábamos próximos a eso... Theo y Daphne aún lo sopesaban
-Pero Blaise y...
-Astoria se enredaron – asiente bebiendo – Blaise siempre ha sido sincero conmigo ¿Sabes? Y eso me agrada tanto, siempre sé que es lo que le pasa por la cabeza y lo quiero tantísimo, que si me pidiera volver con él probablemente aceptaría
-Pero no le amas ¿O sí?
-Le quiero mucho... nos queremos mucho todos – alza los hombros – pero cuando lo veo, puedo ver claramente a través de sus ojos a Astoria
-No te entiendo... ¿realmente se enamoraron?
-Blaise lo hizo – niega – Astoria está muy mal desde que su madre falleció, es como si le hubieran arrancado el corazón
-Si está tan mal ¿Por qué no la llevaron a San Mungo o a un Psicólogo?
-Daphne no es capaz de hacerle eso a su único pariente cercano, de loca se queda con su tío – niega – le ha atendido aquí... pero no creo que esté mejorando
-Creo que estás realmente preocupada por ella
-¿No debería? – alza una ceja – nos sometían a castigos inimaginables para un niño, teníamos más reglas que Umbridge cuando estubo en Hogwarts... el único lugar en el que podíamos ser nosotros y dejar salir nuestros demonios
-Era en el colegio
-Y ahora ¿Dónde quieres que saque su estrés si todo el tiempo tiene que ser una dama de sociedad? – cuando todo cobro sentido en la mente de Harry, alzó la copa diciéndole salud –
-¿Puedo ayudar?
-Por ahora no... no sabemos que puede pasar pero – se acercó más a él – lo mejor que nos puede pasar es que vuelva a intentar suicidarse – niega sintiéndose un poco mareada por la cercanía del chico... y las muchas copas que ya llevaba encima –
-¿Ya intentó suicidarse?
-Piénsalo fríamente Potter – le da un sape – si ella muere de tristeza, no habrá más daño que Daphne, pero si le da un arranque de locura... puedes tener al siguiente Voldemort en persona
-Si está tan grave... deberíamos intervenir
-Nada si Daphne está de su lado y ella no quiere – le amenaza – nada Potter
-Sí sí – alza las manos – ya entendí
-No te preocupes, arreglaremos nuestras cosas y – toma la botella – no tendrás que preocuparte por nada más que mantener tú puesto
-Eso no me preocupa – murmuró viendo a Pansy poniéndose los lentes para alejarse con la botella en la mano, agitando la otra en señal de despedida –
-¡Excelente charla cuatro ojos! – alcanzó a decir antes de huir a su habitación –
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Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)
De TodoHacía rato que el sueño lo había abandonado y estudiaba meticulosamente la habitación cuando la respiración del cuerpo que yacía junto al suyo la delató, juguetonamente su mano comenzó viajar en una delicada caricia por su espalda -Oye... ¿desayunam...