El ruido de la ducha era un sonido relajante que disfrutaba desde la comodidad de la cama, habían pasado apenas un par de minutos que había salido de la ducha y desenredando su cabello se había quedado sentada sonriendo a la pared y sintiéndose completamente feliz se dejó caer en la cama de espaldas.
El ruido de la regadera había cesado, pero Hermione flotaba en una nube blanca de algodón y no había querido bajar de ahí hasta que sintió su tibia mano en la rodilla
-¿Qué? - preguntó al sentir su mirada fija en ella -
-Que te vas a resfriar - frotaba su mano en la rodilla - anda, hay que cambiarnos, bajaremos a almorzar y daremos un paseo
-Quiero cinco minutos más - hizo un puchero haciendo que el rubio se carcajeara -
-Eres imposible castañita - se recuesta junto a ella acercándose para robarle un beso - tú... ¿Hubieras preferido que no te hubiera buscado?
-¿Qué? - pestañeó - ¿Hablas del día de mi departamento?
-Claro, ¿De qué otro día bobita? - sonreía con melancolía -
-Bueno - se recarga sobre su mano con la cabellera castaña mojando la sábana - creo que si lo hubiera preferido - lleva su mano a la mejilla del chico - pero me alegra que no estuviera en mis manos esa decisión y tú hayas ido a cobrar ese beso y a pedirme ese favor... agradezco todo Draco
-¿Lo dices de verdad?
-¿Por qué te mentiría? - se acerca más a él aferrando la toalla a su cuerpo - no soy una persona que miente o al menos que disfrute mentir cuando lo hace - acomoda su cabello observando sus hermosas facciones y pasando el dorso de su mano por su rostro sentía la tensión de sus facciones - me gusta mucho la persona que soy contigo... no pensé que pudiera llegar a ser de esa manera - acerca más su rostro y le da un beso en la mejilla - tan atrevida - baja por su mentón - tan.. libre y sin inhibiciones - se acerca a sus labios besándolo con suavidad -
-Ninguna chica me había hecho preocuparme tanto por ella como tú - la toma por la cintura y la pega a su cuerpo - eres tan fuerte que necesitas alguien que te pueda sostener a su lado sin protegerte tanto pero no tirándote al descuido
-Shhhh - da un corto beso nuevamente y le acaricia el rostro - estás haciendo un excelente trabajo Draco
Acercando nuevamente su rostro, cerró los ojos encontrando los suaves y cálidos labios que la esperaban con una deliciosa bienvenida, la mano del rubio se aferró a la toalla que se había abultado en la cintura; con una inesperada lentitud los labios buscaban memorizarse poco a poco.
La mano de la castaña bajó de su rostro hasta el colchón y de un movimiento se encontraba entre los brazos del rubio siendo acunada con extrema ternura, separándose ligeramente de ella se sentó en la cama y se subió hasta acomodarse en la cabecera incitándola a llegar hasta él.
Hincados en la cama se acercaron lentamente hasta fundirse en un cálido abrazo, con las respiraciones aceleradas, los rostros se miraban fijamente y sin darse cuenta estaban besándose con calma, disfrutando del otro.
Hermione pasó sus manos de los brazos a los hombros hasta entrelazarlas detrás de la nuca; su cuerpo estaba completamente entregado a él y Draco se había rendido totalmente a ella, acariciando sus hombros bajó sus manos sobre la toalla y se detuvo agarrándola de manera firme, tensándose un poco en sus hombros
-¿Qué pasa? - susurra a su oído, comenzando a besar su cuello -
-Nada - le responde con voz rasposa
-¡Vamos! - juguetea separándose de él ganándose un gemido de protesta de parte del rubio - sin mentiras
-Sé hacia dónde estamos yendo - pasea sus manos de la cintura hacia a sus omóplatos - y no quiero que pienses que es una táctica barata que... - la voz le tembló al sentir la mano de Hermione bajar por su torso -
El habla se le fue y la mano no detenía su curso, se detuvo en la toalla que rodeaba su cintura, la delineó con la yema de los dedos y encontrando el nudo lo deshizo haciendo que la toalla cayera a las rodillas; embelesada por la imponente imagen del rubio se alejó un poco y llevó sus manos al nudo que ataba su toalla justo en el inicio de su pecho, con intensidad en la mirada lo deshizo y lo dejó caer deslizándose por su cuerpo.
-Tus técnicas no son baratas - se acerca nuevamente hasta él y coge una de sus manos colocándola en su cintura - me respetas - toma la otra y la pone en su trasero - me deseas - suelta un suspiro al sentirlo tomarla con firmeza - me haces sentir muy poderosa y sensual - se acerca nuevamente a su cuello y le besa - y me encanta que puedo ser yo misma contigo
De un tirón la acercó por completo a él y la siguió besando, con un aleteo en el estómago, Hermione se fue recostando en la cama trayendo consigo al rubio, el cual acariciaba y besaba cada parte de su cuerpo con entera devoción.
Sobre ella, admiraba a la chica entregada por completo a él, sin inhibiciones y con sus mejillas sonrosadas, los ojos tenían un brillo especial, besando desde sus piernas hasta su cuelo se recostó sobre ella adorándola.
Como si hubiese sido invitado, su miembro encontró la cálida entrada de su ser y lo recibió con ansia y desbordante deseo; un gemido salió de sus labios al complementarse el uno al otro, entrelazando sus dedos el vaivén de sus caderas seguía un delicioso ritmo activando todas sus terminaciones nerviosas.
Algo más hubo en ese momento de seducción.
Ese extraño aleteo en el estómago no fue esperado por ninguno de los dos.
La entrega fue total y el éxtasis al culminar absoluto.
Y aún dentro de ella, le susurró al oido.
Te quiero para siempre conmigo.
Y aun que aún no se percataron de ello... esa tarde hicieron el amor.
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Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)
CasualeHacía rato que el sueño lo había abandonado y estudiaba meticulosamente la habitación cuando la respiración del cuerpo que yacía junto al suyo la delató, juguetonamente su mano comenzó viajar en una delicada caricia por su espalda -Oye... ¿desayunam...