COMO AMIGOS

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-Terminé mi compromiso – alzó los hombros desinteresado y tomó la botella sirviéndose otra copa – no estaba seguro de querer casarme, pero aun así...

-Parece que perdiste a alguien importante – observó aceptando el trago que le ofrecía el joven –

-Lo era – hace una mueca – es complicado ¿Sabes? No la amaba – hace una mueca – pero me había acostumbrado a ella y con mi pasado, nadie más querría estar conmigo

-Pues me alegro que se haya roto tu compromiso – le sonrió – nadie, ni siquiera tú mereces estar casado sin amor, ya pensarás en algo

-Era mi oportunidad para restituirme y el apellido de la familia – hizo una mueca aflojándose la corbata – puedo oír las palabras de mi padre si se hubiera enterado de la ruptura de mi compromiso

-Las empresas Malfoy son de las más rentables – bebió otro sorbo – tú idea sobre extender el negocio al mundo muggle fue brillante por mucho – ignoró la mención del señor Malfoy –

-Fue idea de Harry, no puedo llevarme el crédito – hizo un brindis silencioso en su honor – fue el nacimiento de ésta "amistad" como él dice – bebe el resto del licor de golpe – yo más bien preferiría intercambio de favores

-¿Recuerdas la primera vez que saliste con nosotros? – sonrió ruborizada –

-El mejor... y peor día de mi vida – soltó un bufido – aunque debo aceptar que los leones saben cómo divertirse

-Las cosas estaban recientes Malfoy – bajó la mirada mordiendo su labio – y las cosas con Ronald estaban en terreno complejo aún

-Siguen estando complejas y te diré porque – aguardó hasta que levantó la mirada – no sabe apreciar la clase de chica que tiene a su lado, ya te lo he dicho – alza los hombros – no es un mal tipo y en tus propias palabras "tiene un grana corazón", pero su cerebro es del tamaño de una nuez, y tú HERMIONE necesitas alguien que pueda ampliar tu visión de la vida, que expanda tus horizontes... y que exija cada vez más de ti

-Es raro que seamos como amigos o algo parecido – hizo una mueca y un escalofrío le recorrió por la espalda al escuchar cosas que le había dicho esa noche –

-Salvé sus traseros un par de veces – sonrió con melancolía ante el cambio de tema tan radical – y me disculpé contigo, eso debe contar en algo

-Te dije que no tenías la culpa de lo que tú horrible tía me hizo, eras un niño tanto como yo lo era – alza los hombros desinteresada, lo observó servirse otra copa – pensé que era sólo una copa

-Me voy a comportar – le guiñó el ojo – es una buena bebida, no sabía que te gustaba

-Le gustaba a Ron – sonríe con nostalgia –

-Manda todo al diablo y tómate otra – estira su mano – ¿Te atreves... leona? – al escuchar el apodo hizo una mueca de medio lado alzando la ceja y se acercó hasta tomar la botella de sus manos, ante la atónita mirada tomó el sorbo que quedaba de la misma haciendo que unas gotas cayeran mojando su barbilla – ¡Hey! – le recriminó – me has dejado sin tomar un sorbo más

-Aún tienes en tu vaso

-Claro que no – lo alzó y tomó el contenido de un trago – ¿Ves? Está vacío

-Eres imposible – el licor quemaba su garganta, el cuerpo empezaba a relajarse y sonrió – te traeré un poco más y después – abría y cerraba la mano despidiéndolo

-Trato hecho – sonrió y volteó a verla cuando escuchó el golpe – ¿Estás bien? – reprimió una sonrisa al verla sobarse su pierna –

-Un obstáculo en el camino – volteó sacándole la lengua – ¿Bebes mucho? – se alzó de puntitas por la pereza de no ir por la varita, pero no era suficiente así que de un brinco se subió a la mesita y se hincó, la falda que llevaba se subió y eso captó la atención del rubio quien, con semblante serio caminó sigilosamente hasta quedar apoyado sobre la isleta frente a ella observándola detenidamente - ¿Draco? – volteó para localizar al chico, al girar el torso la mano resbaló, empujó la puerta haciéndola perder el equilibrio a punto de caer de la mesa... pero las manos de Draco la sostuvieron con firmeza –

-Cuidado Granger – siseó con los ojos obscurecidos – ¡te vas a matar!, ¿Sabías que eras un peligro andante para la sociedad? No sé cómo sobreviviste tantos años en sus aventuras por Hogwarts

-Es que yo no alcanzo – se ruborizó – sólo trataba de alcanzar la botella y no soy un peligro... al menos no en las misiones

-Déjame a mí – caminó de frente acorralando a la castaña entre su cuerpo y la mesilla para los alimentos, apoyó una mano cerca de su cadera la otra lentamente se estiró y, tomándose su tiempo, abrió la puerta observando la botella inmediatamente, con extrema lentitud se acercó hasta que sintió el torso de la castaña pegado al suyo y por fin bajó la botella, al observar su rostro la encontró con los ojos cerrados – ya está – susurró en su oído

Al abrir los ojos normalmente color miel, estaban ligeramente obscurecidos por lo que había despertado el rubio al tenerlo tan cerca.

Su presencia, seguridad, su colonia... eran una mezcla peligrosa 

Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora