-¿Y bien?
-Necesito un trago – mordió su labio – no sé cómo me has convencido de hacer eso
-Tengo un don – sonrió pasándole su vaso
-¿Enserio?
-Casi nadie puede decirme que no
-Bueno a partir de ahora creo que lo escucharás de mí – bebió de un trago todo el contenido del vaso – ahora sí dime... ¿No tu hermana era su prometida?
-Sí bueno, su compromiso se hizo antes de que toda ésta guerra se desatara, muchas cosas han cambiado, pero claro que Draco es un caballero y jamás faltaría a su palabra, aunque eso no le haga del todo feliz
-Pero si no eran felices porque no la convenciste de que lo dejara antes
-En eso están, pero no por mi intervención divina no – pidió otro trago sentándose en la barra – más bien digamos que Blaise y Astoria tuvieron algo
-¿Lo engañó? – se hizo la sorprendida –
-Draco puede con todo, excepto con las mentiras, no soporta que la gente le vea la cara
-¿Por eso terminó el compromiso?
-Sí, y más nos vale que le mantengas contento, si no va a descargar toda su furia en ellos y fracturará la única familia que tenemos ahora
-Así que soy su opción para contenerlo
-No sabíamos que salían – alza los hombros – en realidad sólo yo lo sé, así que no creas que te está usando
-Quieres que crea eso – levanta una ceja suspicaz –
-Puedes ponerme suero de la verdad y te seguiría diciendo lo mismo que ahora
-Confiaré en ti – le sonrió la castaña – aun que me da un poco de miedo si te digo la verdad
-¿Salir con Draco?
-No... lo que pase después, incluso se lo dije a él me daría muchísima tristeza que nuestros tratos cordiales se acaben
-Ustedes funcionan a base de peleas – se comienza a reír la rubia – no puedes cambiar eso
-¡Eso es lo que dijo él! – rueda los ojos – claro que no, somos perfectamente capaces de estar juntos sin pelearnos
-¿Ni un solo momento? – Se burla – si claro, eso sería decir que no me parezco a mi hermana
-No podemos ser pacíficos todo el tiempo
-Sí se puede, Nott es una prueba de ello... a diferencia de todos nosotros es bastante tranquilo incluso en los peores momentos
-Esto se está volviendo raro Daphne, no me malinterpretes es una muy buena charla pero...
-Ya sé, es como si fuéramos amigas ¿no?
-Sí, y es un poco extraño
-Por ahora podemos culpar al alcohol, pero mañana puedes aclarar si te agrada ser mi amiga
-No necesito culpar al alcohol – le tiende la mano – acepto tu propuesta, no creo que sea tan malo volvernos amigas ¿O sí?
-No lo creo, seré la mala influencia que necesitas – la tomó de la mano bajándola del banco, es hora de volver o los chicos vendrán a buscarnos –
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Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)
DiversosHacía rato que el sueño lo había abandonado y estudiaba meticulosamente la habitación cuando la respiración del cuerpo que yacía junto al suyo la delató, juguetonamente su mano comenzó viajar en una delicada caricia por su espalda -Oye... ¿desayunam...