TRAVESURAS

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-¿Qué acaso tú hermana no era su prometida?

-Pero eso no quiere decir que eran felices – llegan y le empuja por la cintura – otro día con gusto nos tomamos un café pero ahora te estoy dando un consejo querida – le toma el cabello alborotándolo un poco – Draco es muy bueno cuando quiere pero tiene un lado travieso

-¿Un lado travieso?

-Sólo entra ahí, plántale un beso y él hará el resto ¿ok? – la empuja antes de que pueda decir alguna queja – estaré en la barra cuando salgas

La castaña de repente se encontraba frente a tres hombres que la miraban sorprendidos

-¡niña! Te has equivocado de baño – gritó uno –

- Lárguense – una siseante voz familiar se escuchó al fondo del sanitario - ¡Ahora! – los chicos que se encontraban ahí se apresuraron a salir bromeando entre ellos – ¿Acaso estás loca? Esos hombres...

La castaña se quedó paralizada en su lugar, y no escuchaba nada de lo que pasaba a su alrededor, los chicos pasaron a su lado y el chico rubio movía su cara y manos acercándose a ella y cuando se encontraba a dos pasos de ella, por fin logró ser consiente de sus actos y caminó con decisión tomando su rostro y plantándole un beso.

Un gemido fue la respuesta por su parte, las manos se engancharon rápidamente a su cintura y el fuego se incendió.

Draco caminó hasta que chocaron en uno de los cubículos, se separó y mirando a ambos lados y la arrastró dentro del cubículo más grande.

-¡Que demonios Hermione! – la seguía besando llegando al fondo del baño acorraládola sobre la pared –

-¡Cállate y bésame! – le jaló el cabello acercándolo más a ella, levantó una pierna enredándola a la su cintura – tenemos que regresar

-¡Al diablo los buenos modales! – subió la falda arremangándola a la altura de su cintura pegándose a ella – serás mía, aquí y ahora

-Draco – exhaló en un gemido aferrándose a su cuello, bajó las manos hasta su cinturón y desabrochó la bragueta notando lo despierto que estaba –

Sin necesidad de decir nada más se convirtieron en todo sensaciones, las manos viajaban por la silueta de la castaña y ella se aferraba a él arañándolo, regresaba todas las descargas eléctricas que él le provocaba y sin poder aguantar más, hizo a un lado su ropa interior, tomó su pierna y la subió enredándola en su cintura.

Se pegó completamente a ella haciéndole ver lo que le provocaba, y sin preámbulos entró en ella, sus músculos se tensaron y la fría pared no era suficiente para calmar el ardor que sentían.

Las embestidas se hicieron cada vez más rápido, y cuando Hermione se tiró al vacío del orgasmo se avalanzó sobre los labios de Draco moviéndose sobre él hasta ayudarlo para alcanzar el clímax.

En un gruñido terminó dentro de la castaña y profundizó el beso recargándose en la pared y bajándola lentamente.

-Eres increíble – le besaba – enserio

-No creo que pueda caminar hasta la mesa justo ahora – se aferraba a sus brazos –

-Tendrás que hacerlo linda – se separo de ella comenzando a arreglarle la falda con las manos - ¿Lista?

-No – respiraba algo agitada – necesito un minuto-

Tómalo en la barra – sonrió empujándola a la salida, y la sentó en un banquillo – bebe algo y...

-vete de aquí – le empujo la rubia – yo me ocupo

-¡Daph!

-Adios adiós – le corrió –

Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora