Con paso elegante se movía por el ministerio destacando por los hermosos colores que llevaba en su atuendo sin la capa negra que normalmente se usaba; robándose las miradas entraba a la oficina para ver al ministro
-Señorita Granger – sonríe la joven bruja levantándose abriendo la puerta – pase, la está esperando
-Gracias – sonrió amable, lo encontró leyendo una carta y sin esperar una invitación tomó asiento observando la oficina, imponiéndose llegar ahí en algún momento de su vida –
-Deja de admirarla, ya sé que te quedarás con ella Hermione
-Ministro, éste es su lugar, jamás se lo quitaría – sonrió tendiéndole la mano a su viejo amigo – aun que es mi reto personal llegar a su puesto
-Hermione – palmea la mano que le ofrece – te he visto crecer y convertirte en la hermosa mujer y profesionista que eres, eres la mejor en tu campo, y de las mejores preparadas para las misiones conjuntas, con tu insignia de Auror Pasante eres una de las piezas más valiosas de mi departamento
-Muchas gracias – aceptó las flores –
-Ésta vez te enfrentarás a algo realmente duro por dos cosas – alza su varita cerrando la puerta y poniendo un hechizo de protección – hemos encontrado los últimos seguidores del señor tenebroso, justo ahora están informando a Harry y Ron acerca del paradero de los hermanos Lestrange y el grupo que protegían, como sabrás necesito que empieces a hacer los casos sólidos, no deben permanecer en las calles
-No es mi área señor, sin embargo entiendo la importancia de la situación – asintió con determinación – y ayudaré gustosa
-Viajarás con los chicos de ser necesario pero llevarás tu propia guardia
-No necesito guardia – lo cortó – si van Harry y Ron es suficiente, no necesito gente especial a cargo de cuidar mi espalda
-Sabía que dirías eso, pero es mi deber ofrecerte toda la protección
-Y la rechazo amablemente ministro, no se preocupe por nosotros – le sonrió – estaremos bien
-Hay algo más – continuó después de una pequeña pausa – tendrás que trabajar con la familia Malfoy y la familia Black, sé que Narcisa representará un gran reto, dado lo difícil de su situación
-¿La familia Malfoy? – negó – no creo que nos ayude, casi no se le ve en "sociedad" desde la muerte de Lucius
-Sin embargo necesitamos su declaraciones, recuerda que era hermana de Bellatrix
-Y Bellatrix era la esposa de Rodolphus – asintió – comprendo la situación y haré mi mejor esfuerzo
-No debemos dejar que nos sorprendan
-No lo harán, se lo puedo asegurar
-Ten mucho cuidado,
-Sé hacer mi trabajo ministro, pierda cuidado – se levantó – si es todo lo que necesita regreso...
-Te vas a tú casa – la cortó inmediatamente buscando un pergamino en su escritorio – empezarán la búsqueda el día Miércoles, Estarán toda la semana en el aniversario de la segunda guerra y todos los departamentos estarán cerrados excepto el de Aurores por supuesto
-Aún tengo cosas que hacer aquí y puedo aprovechar el tiempo
-Hermione – se levantó tomándola por los hombros – ve a casa, descansa, toma un baño de burbujas y prepárate para mañana, estarán bajo el foco otra vez
-Pero...
-Es una orden directa – le sonrió abrazándola – anda, prepárate para mañana, será un día duro
-Ya casi puedo leer los encabezados de los periódicos – hace una mueca – no sé porque fingen que van por las conferencias, las vidas personales son más lucrativas según Rita... será extenuante
-Podrás con ello
-Gracias
Despidiéndose con la mano salió de la oficina y posteriormente del ministerio, a paso lento se dirigió a las chimeneas que la trasladaron cerca de su departamento.
La heladería se cruzó en su camino y decidió comprar algo para la casa. El sol aún brillaba fuerte y el calor era sofocante, acomodando su bolso chocó con alguien haciéndole perder el equilibrio
-¡Disculpa! – gritó el joven mago alejándose corriendo –
Negó murmurando algo sobre la medición del tiempo, y al volverse, fue ella quien se estrelló de frente embarrando su helado en la otra persona
-¡Hay perdón! – se cayó lo que quedaba del barquillo al suelo y buscó un trozo de papel en su bolso – discúlpame de verdad
-Pierde cuidado Granger – siseó una voz ronca – en realidad iba rumbo a tú oficina – la miraba tomando el papel limpiando su camisa –
-¿Malfoy? – alzó la vista sorprendida encontrándose con sus ojos grises – ¿Qué haces aquí?
-Vengo a causarte problemas – le sonrió de medio lado –
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Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)
RandomHacía rato que el sueño lo había abandonado y estudiaba meticulosamente la habitación cuando la respiración del cuerpo que yacía junto al suyo la delató, juguetonamente su mano comenzó viajar en una delicada caricia por su espalda -Oye... ¿desayunam...