Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)

LA PROMESA

-¿Beberás una copa más? – susurró con la garganta seca – iré por tú...

-Espera – la jaló de la mano observándola detenidamente... su cuerpo la traicionaba, no le era indiferente – tomaré aquí el último sorbo – abrió la botella y la acercó a sus labios, un poco mareada negó – vamos Granger... no puedo beber si la anfitriona no lo hace – a regañadientes aceptó el trago que le ofrecía condicionando que sería el último, cuando el licor pasó dejando un rastro caliente por su boca la cerró negándose a tomar provocando que escurriera de la comisura de sus labios y mojara la barbilla y parte de su cuello –

-¡Mira lo que provocaste! – lo riñó sintiendo que el calor se apoderaba de sus mejillas – iré a limpiarme

-Permíteme – tomó una servilleta con su mano izquierda y la dobló en un triángulo – sería un desperdicio que tú lo limpies – le habló en apenas un susurro

-¿De qué estás...

La lengua caliente del rubio sobre su cuello hizo que las palabras se atropellaran en su garganta negándose a salir

Estaba bebiendo el rastro de líquido que se había derramado, sin detenerse subía lentamente por la barbilla.

Sus manos se habían aferrado al borde de la mesa, pero por alguna razón no parecía lo suficientemente fuerte para sostenerla, y éstas se aferraron a los brazos que la atraía cual magneto.

Con los labios entreabiertos, la cabeza se inclinó hacia atrás dejando que el rubio explorara libremente el rastro de licor.

Las uñas ligeramente enterradas en su antebrazo y los pequeños escalofríos le animaron a seguir, así que, con sumo cuidado pasó su mano derecha por la cintura y la izquierda subió hasta jalar su cuello exponiéndolo por completo ante él.

-Draco – pasó saliva intentando que su voz no sonará ronca – Draco no...

-Shhhh – acarició sus labios con los de ella haciéndola suspirar – la última vez lo prometiste

Desarmada por sus palabras sólo cerró los ojos ante la agonizante lentitud en que se apoderó de su boca; en primer instancia sus labios presionaron suavemente irradiando calor, un leve temblor fue testigo del suspiro que escapó de ellos haciéndola inhalar su loción, fue entonces que su lengua se abrió paso besándola hasta hacer flaquear sus piernas.

Dejándose llevar pasó las manos por sus brazos hasta llegar a los hombros, con lentitud siguieron su camino hasta entrelazarse tras su cuello dónde se aferró con fuerza; unos minutos después el rubio se separó con delicadeza.

Aún con los ojos cerrados, la castaña no podía soltar su agarre y tras un suspiro los abrió encontrándose con una intensa mirada clavada en su rostro.

Examinándola.

-Hola – murmuró nerviosa queriendo romper la tensión del momento –

-Hola – retiró su mano con suavidad – me prometiste un beso... y me lo has dado

-Sí yo... – con torpeza bajó sus manos evitando tocarlo a toda costa –

-Será tu decisión si – colocó ambas manos sobre la mesa acorralándola de nuevo – quieres que me vaya ahora

-Creo que es lo más prudente – respondió atropelladamente asintiendo fervientemente –

-Si es eso lo que deseas – hizo una ligera inclinación aceptando su respuesta –

Las manos cayeron al costado con pesadez, pero al levantar su rostro, el fugaz destello de dolor que recorrió la cara de Draco hizo que Hermione levantara instintivamente su mano posándola sobre su mejilla.

Con un nudo en el estómago le observó disfrutar el tacto de su mano cuando cerró los ojos ante su toque, giró el rostro pausadamente regalándole un par de besos en la palma de la mano; Con delicadeza movió su mano hasta pasarla detrás de su cuello haciéndolo estremecer.

Dubitativa lo acercó hasta que las frentes se unieron, con los ojos cerrados buscó sus labios que la esperaban con una cálida bienvenida.