Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)

PRIMERAS IMPRESIONES

La recepción del hotel se había llenado como nunca y Harry tuvo que doblar la seguridad en el hotel.

-Bien chicos, que nadie se acerque por favor – terminó de dar instrucciones – vamos Ginny

-¡Ve por algo de comida! – le besa la mejilla – iremos con Luna ¿Nos alcanzas en su habitación?

-Por supuesto

Con paso apresurado, se acercó a la cocina del hotel queriendo evitar el tumulto de gente que se había reunido ahí a causa de la protección extra que había puesto para cubrir las habitaciones

-¿El héroe le teme a los camarógrafos? – soltó con burla la pelinegra – eso sería gracioso para contar

-¡Parkinson! ¿Qué haces tú aquí?

-Vine a deprimirme a gusto sin que me molesten mis hermanos – alzó la copa – digamos que... ¡No hagas caso!

-No, por favor... dime – se sienta junto a ella –

-Te diré si te tomas una copa conmigo

-Sólo una, tengo que llevar ésta comida a las chicas – acepta el vaso de la mano de la pelinegra –

-Bueno... dirán que no estuvo bien lo que dije frente a todas esas camaras – suspira terminando lo que quedaba en su vaso – fui una idiota

-Creo que fuiste una persona humana – los ojos café alzaron la mirada traspasándole el alma – diste tu punto de vista, defendiste a Luna, alabaste a Hermione, fuiste coherente y...

-Sé que lo fui, no era propio que lo hiciera – cerró los ojos y azotó el vaso en la barra - ¡Maldita sea! La compostura ante todo – enterró la cara entre sus manos – llevo toda mi vida aprendiéndolo, si mi madre estuviera viva...

-Pero no lo está – le toma la mano reconfortándola –

-Si estuviera me hubiesen dado una correctiva de buenos modales que en mi vida me hubiera olvidado de ello - suspira – bueno Potter, dejaré de aburrirte con mi drama personal y mis fantasmas arraigados para que puedas ir a dónde se supone debes ir

-Creo que – la toma de la mano deteniéndole por un momento – tú necesitas un poco más de mi presencia que los chicos

-Lo necesito, pero no sería correcto

-¿Por qué no? – le pasó el vaso que había estado en sus manos – podrías explicarmelo con una copa

La pelinegra sonrió moridendo su labio

-Sólo si tú también tomas una, si no la única ebria seré yo – se sentó agarrando la botella y rellenando su vaso –

-Te lo prometo – sonrió – ¿Te puedo ser sincero?

-Por favor...

-No eres lo que creía

-Las primeras impresiones no son siempre las correctas – rodea los ojos – pero eso tú lo debes saber... Hermione no era tú mejor amiga en nuestro primer año ¿No es así?

-Touché – tomá el licor – entonces... ¡Cuéntame tu historia!

-¿Enserio qieres escucharla? – sonríe negando – Es algo aburrido

-Compláceme