-¿Podrías sentarte? Y relajarte un poco – le pidió por enésima vez sentada desde la cama –
-Pansy no aparece – respira profundo sentándose en la orilla de la cama –y en un par de horas tendré que ir al ministerio
-¿Al ministerio? – fue hasta dónde estaba y comenzó a sobarle los hombros – ¿Para qué?
-Astoria solicitó una cita de conciliación – dejó escapar el aire – quiero arreglar eso cuanto antes
-¿Para su matrimonio? – se detuvo con un nudo en la garganta –
-Nada de matrimonio – tomó una de las manos que descansaban en sus hombros y le dio un beso –
-Su acuerdo aún está vigente – puntualizó –
-Quedamos en ser sinceros ¿No? – volteó Draco enfrentando la cara de nostalgia de la castaña –
-Sí
-Pues estoy siendo total y absolutamente sincero cuando te digo que no me quiero casar con ella
-¿Lo podrás decir en el juzgado? – alza una ceja – frente al juez, cuando son los argumentos que valen
-Sí
-¿Y si se arrepiente de su infidelidad? – se recarga en la cabecera encogiéndose – y si te pide perdón
-En primero lugar, es Astoria... ella jamás pide perdón – gatea hasta quedar frente a ella – y en segunda ya no quiero estar con ella – levanta su cara para que le vea a los ojos – quiero estar contigo Hermione... si tú quieres
-¿Qué? – sus ojos se abren con sorpresa
-Draco... no no estoy diciendo esto pa...
-Ya sé – pone un dedo sobre sus labios – pero me revienta de enojo no poder besarte enfrente de todo el mundo – la toma del cuello acercándola a él – decirles que eres sólo mía – con la otra mano recorre su cuerpo de la cintura hasta los omóplatos logrando que se pegue a él –
-Draco...
-Di que sí Hermione... por favor – acerca sus labios – dí que te vas a quedar conmigo para siempre
La castaña pasó sus manos por el cuello dándole un beso
-Claro que sí Draco – susurró separándose un poco – me quedo contigo
-No me quiero casar con Astoria por que tú eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida – murmuró en su oido –
-Es muy pronto para pensar en...
-Sólo quiero que sepas... que no te vas a poder deshacer de mí en lo que resta de tu vida
-No estaba en mis planes – sonrió extasiada por el momento y por todas las cosas que el rubio le había confesado –
-Acompañame
-¿Al ministerio?
-Por favor...
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Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)
RandomHacía rato que el sueño lo había abandonado y estudiaba meticulosamente la habitación cuando la respiración del cuerpo que yacía junto al suyo la delató, juguetonamente su mano comenzó viajar en una delicada caricia por su espalda -Oye... ¿desayunam...