Con todo apagado y las cortinas corridas, se encontraba tirado sobre la cama repasando las palabras que Daphne le había dicho
-¡Vamos Blaise! ¿De verdad creíste que se quedarían juntos para siempre?
-Lo enfrentaríamos juntos
-¡Te manipulaba Blaise! – le había tomado de los hombros – te iba a aventar al ruedo para que tú lidiaras con la ira de Draco y no ella
-Daphne...
-Te dije que no estaba bien – le abrazaba – está tomando tratamientos muggles con doctores para el cerebro, le ayudan a pensar con claridad
-Jamás pensé sufrir por una mujer
-Nunca pensamos en sufrir Blaise, nuestros matrimonios estaban decididos ¿Tú con Pansy y Theo conmigo? ¡Por favor! Eso jamás iba a funcionar
-Pero no era Pansy... era Astoria
-Sé que Tory al principio no quería lastimarte – le acariciaba el cabello – vamos Blaise, vamos a cenar algo
-Anda tú, yo estaré bien aquí, Theo llegará en un rato
Las lagrimas no salían de su rostro por que su masculinidad no se lo permitía ¡Perfecto! ¿Astoria quería ver a un perfecto Slytherin? ¡Pues eso tendrá!.
Tomando una toalla del armario, se metió a bañar dejando que su mente volviera a ese maldito día en que se encontraron
-¡Eres un maldito egoísta y narcisista! – bajaba las escaleras volteando hacia el despacho y apenas tuvo tiempo de reaccionar para correr y tomarla en brazos – ¡Blaise! – le tomó por el rostro y le dio un sonoro beso en la mejilla – De no ser por ti... hubiera muerto
-Ustedes esclavizadas a estar en esos malditos aparatos de tortura
-¡Ay por favor! – se dirigía al perchero tomando su abrigo – ¿Enserio qué tú lo dices? ¡El príncipe de la promiscuidad!
-Draco tenía el título del príncipe de las serpientes – le guiña el ojo – no le quitaría el título a un amigo – se acerca a acomodarle el abrigo – ¿Peleas con tu tío?
-Gracias a Morgana ya se regresa a su maldito país
-¿Qué hizo que te alteraras tanto? – comenzaba a desabotonar su abrigo para ponerlo en el perchero, por alguna razón sólo quería alargar la plática –
-¡Que el matrimonio sigue vigente con Draco! – su zapato resuena en el piso – ¡Es injusto! Eso se hizo cuando el estirpe de la sangre se guardaba
-Sabes que hay costumbres que no se van a romper
-Blaise, me gustaría más salir contigo que con Draco – miraba fijamente sus ojos – Draco está muy dañado y ocupado con Narcisa, jamás dejará el mundo mágico, y yo no quiero regresar
-Por ahí hubieras empezado – volvió a tomar su abrigo y al terminar de abrocharlo le tendió el brazo – ¿Me permite madmoiselle?
-No soy uno de tus acostones Zabbini... te conozco bien
-Serás el mejor que he tenido – se carcajeó tomándola del brazo – ¿O acaso tienes miedo de desobedecer a tu tío?
Tomando su rostro lo besó para después salir con él tomado de la mano de la mansión Grengrass
-¡Maldita sea! – jadeaba con el agua cayendo por su cuerpo – nunca más – se cuadró de hombros viendo su reflejo en el cristal – nunca más por una maldita mujer... ¡NI UNA! – golpeó el cristal haciéndolo añicos – ¡Mierda!
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Sempiterno (Saga Sempiterno, Libro 1)
AcakHacía rato que el sueño lo había abandonado y estudiaba meticulosamente la habitación cuando la respiración del cuerpo que yacía junto al suyo la delató, juguetonamente su mano comenzó viajar en una delicada caricia por su espalda -Oye... ¿desayunam...