CAPITULO 8 El Duelo

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Pasada una semana Terry preguntaba hospital por hospital si estaba registrado el nombre de una enfermera de nombre Candice White. Preguntó en más de 20 hospitales, por fin en último hospital cercano a Southampton lo escuchó una enfermera de nombre Josephine Bijow le dijo justo cuando de estaba de salida.  - ¡Esperé.....espere señor! Yo puedo decirle algo de Candy, Terry se detuvo en automático y volteando le tomó de los hombros - Dígame señorita ¿que sabes usted de Candy? - Un momento me lastima. ¡Perdóneme! Es que estoy desesperado buscándola y no se nada de ella. Ella lo miró a los ojos y vió su angustia. - Venga es la hora de mi descanso tomemos una taza de thé mientras le digo lo que se de ella. Terry sin protestar la siguió hasta la cafetería del hospital, ahí se sentaron el uno frente al otro con una taza de thé. - Bueno primero quiero saber  ¿Porque la busca? ¿Es usted algo de ella?  - Bueno yo soy un amigo de los Andry. Hace mucho que no la veo y supe que estaba aquí como enfermera quirúrgica ayudando en la guerra. Ella lo miraba fijamente. - Mmm...si tiene una semana que regresó a América al parecer encontró a un primo de nombre Éstival Conwell pero escuchaba que le decía Stear, él junto con el médico asignado la cuidaron cuando fue herida por una bala en el último ataque. Terry abrió los ojos como platos y le preguntaba sin parar - ¿La dañaron de gravedad? ¿Ya no podrá continuar como enfermera? ¿Tuvieron que amputarle algo? ¿Como estaba cuando se fué? La enfermera confundida solo atinó a decirle. - ¡Basta! Tranquilo no le dije que ya salió para América obvio que está bien.....y ... sí seguirá ejerciendo su profesión de hecho ella regresa al hospital Saint Joseph aunque le dieron un mes de licencia...... Terry no esperó más y solo le gritó ¡Gracias señorita!  La enfermera le gritó ¡Esperé! ....... ¡Rayos no se esperó! Tenía que decirle que la licencia era para preparar su fiesta de compromiso, que chico tan cabezota..

Terry sentía una mezcla de esperanza y felicidad. - ¡Mi pecosa está bien, está viva y mientras haya vida hay esperanza! Espérame mi Tarzán pecoso! ¡¡Pronto estaré contigo!!

Ese día durmió arropado, feliz y con muchas esperanzas de volver a estar con su pecosa.

Albert aún su corazón estaba dolido por la noticia de su noviazgo de Candy, sin embargo la fecha de la reunión con su nuevo socio en la ciderurgia había llegado, todo estaba listo y dispuesto para el banquete de bienvenida al señor  Andrew Carnegie y como se presentaba su familia Amelia Carnegie su esposa, Johanna Carnegie de tan solo 14 años, Andrew Carnegie de 24 años muy joven y apuesto, al igual que su padre era excelente en los negocios muy suspicaz y abogado.

Albert aún su corazón estaba dolido por la noticia de su noviazgo de Candy, sin embargo la fecha de la reunión con su nuevo socio en la ciderurgia había llegado, todo estaba listo y dispuesto para el banquete de bienvenida al señor  Andrew Carnegi...

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Y su hermosa hija de 26 años prominente mujer, rebelde, decidida quien había cursado satisfactoriamente la carrera de arquitecto, todo un escándalo para la sociedad aunque su padre gustaba de ese tipo de escándalos pues era una familia muy humilde a pesar de la cuantiosa fortuna. Su nombre Margareth Carnegie.

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Candy Candy CAMINO QUEBRADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora