CAPITULO 34 Cambios

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Candy lloraba a cada minuto el pulso disminuía, en esas fechas se comenzaba a emplear una nueva técnica de transfusión por lo que el Duque se ofreció para que le dieran sangre a su hijo.

Candy estaba pálida y cansada llevaban más de seis largas horas intentando contener la hemorragia de diversos puntos donde había lesionado la bala. Michael no solo se preocupaba por Terry si no por Candy quien en su estado era peligroso pero más peligroso era retirarla de la habitación. El Duque mantenía su aplomo, con una voz serena miró a Candy y le dijo que no se preocupara, los Grandchester nunca abandonamos un hijo y Terruce no es de los que rompen esa responsabilidad, Candy volteó a mirarlo y parte de su fortaleza se la transmitió. Minutos más tarde Michael había dado con la bala sin hacer lesión en órganos importantes salvó una costilla fracturada y el hecho de que había tocado una arteria que era la que les había causado problemas.

Dos horas mas tarde las suturas se estaban realizando para ver ahora el avance físico de Terry, habría que vigilar por si aumentaba la temperatura, ahora su cuerpo trataría en una reacción de sanar se presentaría un cuadro febril y se tenía que vigilar que este no aumentará demasiado para ello Candy, Flammy y Eleonor se turnarían para vigilar su condición y de esta forma evitar que ocurriera algo peor, en ese tiempo se practicaba con un nuevo medicamento a base de experimentos al que llamaron penicilina, este nuevo descubrimiento ayudaba al cuerpo a combatir infecciones y daba una opción de vida más segura.

Michael no dudó en aplicarlo con Terry tenían que hacer hasta lo imposible por salvarle la vida, no era por lo que pudiera decirle Jorge V si no porque era el esposo de su amiga y nadie más que él, sabía lo que había sufrido para llegar a estar con Terry. Incluso su prima Eliza como la había tratado. Candy ya había sufrido demasiado, toda su habilidad y conocimientos están concentrados para sacar adelante a Terry.

Tres días después Candy apenas había podido dormir 14 horas en esos tres días, Annie la ayudaba a bañarse y Paty la ayudaba a vestirse, su madre estaba con ella para ver que desayunara lo mejor posible, un bebé crecía dentro de ella y necesitaba comer bien. Por la tarde su padre de Terry y Candy comían a un lado de Terry, Candy no podía despegarle la mirada a Terry anhelaba con el corazón verlo abrir sus ojos.

Terry caminaba y caminaba por un sendero oscuro oía voces, muchas voces de repente reconoció una de ellas, era Eliza pero ¿que hacía Eliza ahí? - ¿Eres tu Terry? Ayúdame por favor, diles que me suelten que ya no me lastimen, Terry corría alejándose de ahí de pronto como en una pantalla veía a su madre gritarle - ¡Terry ....Terry hijo no te lo lleves!  - ¿Mama?, Siguió avanzando y luego vio a su padre como le gritaba y el como era, se vió altivo soberbio, irrespetuoso con su padre, volteó y miró a su madre llorando, lo llamaba ¡
Terry perdóname!, Su cabeza daba vueltas, de repente vio unos ojos verdes, en sus ojos había tristeza, se vio a su mismo cuando Candy había rescatado a Susana, esa mirada anhelante de una respuesta, su mirada tenía decepción, esos ojos que tanto deseaba, cuántos errores había cometido a lo largo de su vida, siguió corriendo sentía que su corazón palpitaba a mil por hora pero no encontraba la salida ¡Candyyyy! ¡Candyyyy! Solo podía gritar.

En la habitación donde Terry se encontraba la fiebre había aumentado drásticamente, Michael trataba de bajar su fiebre una sábana con hielos se le colocó en la cabeza, Candy lo desnudaba y preparaba la tina con agua fría, sus lágrimas brotaban sin darse cuenta, Flammy vió como un hilo de lágrimas corrían por sus mejillas. - Candy lo va a lograr ten fe eso fue lo que te enseñaron, recuerda a tus madres que tanto me hablabas, recuerda lo que te enseñaron, tienes que ser fuerte. La expresión de Flammy era dura, Candy recordaba los días de escuela de enfermería que su compañera era dura y exigente pero ello le había enseñado a tener entereza en los casos difíciles, entonces recordó todo lo que vivió cuando estaba en el frente de guerra, era verdad tuvo el valor de estar ahí, no podía dejar que sus sentimientos le ganarán en ese momento además tenía un hijo en su vientre, era producto del amor, del amor verdadero. No ahora no podía dejarse vencer su esposo necesitaba de ella lo mismo que su bebé.

Candy Candy CAMINO QUEBRADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora