CAPÍTULO 19 SORPRESA INESPERADA

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El Duque se puso de acuerdo con su hijo y salieron de inmediato, sin embargo el desplante que le hizo Adele no se quedaría así nada más, cerca muy cerca que lo seguiría a donde quiera que fuera pero Terry sería de ella.

Albert llegó a Chicago por fin era muy de mañana cuando el llegó, preguntó por su pequeña y le dijeron que aún dormía no la quiso molestar, había solicitado que de llegar Jack le permitiría que se quedara en la mansión con tal de vigilar a Candy.
Su mayordomo tocó la puerta y le indicó a Albert que en el tiempo que se fue había llegado un telegrama, Albert abrió el telegrama y al leerlo una sonrisa se dibujó en la cara de Albert, dejó soltar el aire de un tajo y se sentó como si hubiese caído de su espalda un enorme peso.

Jack estaba molesto el turno le impedía convivir con Candy y estar al pendiente de su embarazo, solo la veía un rato en el momento en el cambio de turno y por las mañanas salía muy cansado que no llegaba con ganas de ir a la casa de los Andry. Era una olla de presión a punto de explotar, no estaba Candy para hacerle el desayuno y tampoco la cena. Albert le había dejado una persona que se hiciera cargo de la casa de Candy. Para Jack era algo que ya le estaba molestando pero gracias al doctor Michael estaba un poco más controlado.

En la residencia Leagan, Eliza llegaba molesta, frustrada y muy enojada; gritando llamó a su madre quien se encontraba en el jardín tomando el thé y siguiendo su bordado de costumbre. - Eliza ¿que manera de gritar es esa? A caso no tienes educación? Tú eres una dama ante todo no lo olvides. - ¡Pero mamá! - Nada Lizi siempre los buenos modales no te olvides de eso. - ¡Está bien mamá! - Bueno ahora ¿Que quieres decirme? - Mamá fui a ver a Niel y ¿que crees? Se fue por cuidar a la limpia establos. - ¿Que dices? - Si mamá yo lo ví y además cuando le hable mal de Candy se molestó y me lastimó, me jaloneó y me lastimó. - Es inaudito voy a hablar con tu padre, me tiene que oír - Si mamá y el vago ese que protege a Candy está apoyando a Candy - ¡Oh Dios Santo! Tendré que hablar con la Tia Elroy - Pero recuerda mamá que ella está fuera de Chicago ella prefirió irse a florida. - No se, primero hablaré con tu padre y después ya veremos. - Si mami. Diciendo esto Eliza se dió la media vuelta y se retiró, una siniestra sonrisa de medio lado se dibujó en su rostro, así como un brillo maléfico en sus ojos.

Jack había esperado a Candy en el hospital para platicar con ella, hacía rato que no podía verla así que hoy no perdería la oportunidad.

- ¡Hola amor! Candy volteó y lo miró - ¡Hola Jack! ¿Cómo estás? Se acercó y la besó en la boca de una manera sutil, - ¿Ya no me dices amor? - Lo siento Jack me sorprendiste, - ¿Como está nuestro bebé? Cuando Jack colocó la mano sobre su vientre de Candy, se puso duro su vientre y dejó de moverse el bebé, Candy se sorprendió porque últimamente estaba muy latosito y la molestaba mucho que a veces no la dejaba dormir, pero ahora no se movía, parecía tener miedo. - Candy el bebé no se mueve, haré que te chequen y del brazo la llevó con Michael para que la revisara.
Michael la revisó y no encontró nada malo, - Jack esta bien el bebé no exageres. - Seguro, no siempre se están moviendo, tienen sus horas de dormir como todos. - Ok Michael gracias. - De nada, cuídate Candy, ella solo asintió.
Jack le dijo que últimamente estaban muy distantes que ya casi no convivían, eso los estaba distanciando. Le dijo que ya había tratado de hablar con el doctor Leonard para volver a cambiar su horario pero no se lo había autorizado. Por ese lado Candy sentía un alivio enorme, pues así se sentía mejor.

Más tarde ya habiéndose marchado Jack,Flammy le entrego otra carta de Terry, se metió a la sala de enfermeras donde la leyó con calma.

Candy ¿Porque?

No sabes lo que me ha dolido enterarme que estás esperando un hijo de otro que no fuera yo. Que te casaste y no me esperaste.¿ Porque nunca me lo dijiste por tus propias palabras?
Mi corazón está hecho mil pedazos, tal vez como yo te hice alguna vez y ahora lo entiendo yo te pedí que fueras feliz y eso es lo que estás tratando.

Gracias Candy siempre te amaré

TGG

Candy lloró amargamente ¿porque la vida es así?, hace tiempo su camino se quebró, tal vez desde que nació, sabía que la vida no era fácil; sus madres le habían enseñado en hacer siempre el bien, eso había intentado hacer, pero las malas decisiones siempre traen consecuencias y cuando parecía haber encontrado la felicidad nuevamente su camino se quebró, a caso ¿habría felicidad para ella?

Tal vez su corazón no estaba preparado para leer el dolor que le estaba causando y de esa forma se estaba despidiendo. Era mejor así, se dijo así misma, solo soñaba con ver qué un día vinieras a mi. Que me rescataras y que no importara nada en el mundo más que tú y yo.

Se limpió las lágrimas, Flammy no quiso preguntar nada y no mencionó nada, solo le dijo, - Ánimo Candy la vida no siempre es fácil pero hay caminos que cuando se quiebran después de un tiempo se reúnen. - No Flammy el mío ya tomó su rumbo, guárdala por favor, esas cartas son mi único tesoro, mis más anhelados recuerdos. Flammy la tomó y la guardó en sus cosas.

Candy estaba ya cumpliendo el quinto mes y no había subido de peso, apenas se veía su vientre con un pequeño bultito, se veía tan delicada y desvalida, solo le animaba regresar a la mansión Andry donde siempre la esperaban con un postre solo para ella. Archie, Stear, Paty y Annie se desvivían por atenderla. Candy aún no había preparado nada para el bebé, no había comprado, bordado o tejido alguna prenda para él o ella.

Habían pasado 15 días desde la última carta de Terry ese día iba decididamente a comprar algo para el bebé. Hacia un poco de frío por lo que se colocó su abrigo que aún le quedaba su cabello suelto como en cascada y una boina del color de su abrigo. Su cofia la había guardado en su cajón de el ala de enfermeras. Apenas había dado unos pasos fuera del hospital y con la cabeza baja dió un suspiro. Justo en ese momento escuchó una voz que le llamaba ¡Candy! Pensó que era su imaginación tal vez, se dió un golpe en la cabeza y siguió su camino ¡Candy! Espera por favor, entonces se dió media vuelta y sus ojos se abrieron como platos esa figura se acercaba a ella poco a poco, sus pies estaban clavados al suelo, no podía moverse, no lo podía creer sus ojos comenzaban a nublarse por unas lágrimas. - Candy ¿A donde vaz? - Yo...yo solo...iba...a...caminar....para ....ir..a casa. - ¿Te puedo acompañar? - Si claro. - Vamos entonces. Caminaban despacio por la calle lento, despacio como si pudiera alargar el camino lo más que pudiera, su corazón galopaba a mil por hora, le faltaba hasta el aire. De repente le dijo ¿Te gustaría tomar un thé o café antes que llegues? Candy asintió. Caminaron hacia una cafetería de aire bohemio pidieron una mesa en un rincón donde nadie los molestara. Candy pidió una taza de thé negro y el una taza de café. El dijo por favor a la dama le trae una rebanada de pastel de chocolate. Ella aún más se quedó impactada. Solo se miraban a los ojos ella tratando de descubrir su intensión, él miraba el brillo de sus ojos de ella, si había cambiado. Ella quiso hablar pero el la interrumpió.

No digas nada por favor, no tienes idea lo que me ha costado estar aquí, ella agachó la mirada. - Voy a hablar yo primero pero no quiero que me interrumpas hasta que haya terminado de hablar. Candy solo asintió, no había podido pronunciar ni una sola palabra.
Desde que supe que estabas embarazada mi vida cambió, no puedo mentirte en absoluto, me dolió mucho la desición que tomaste, pero yo también tuve la culpa, hoy solo quiero saber si ¿Aún me amas? Esas palabras sonaron en su cabeza de Candy de una forma que llegaron hasta su corazón. Candy sin titubear respondió - Si - Entonces ¿Porque demonios te casaste? Candy yo te amo y nunca he dejado de amarte, nada ha cambiado en mí y no me importa lo que hayas hecho sólo dime ¿Porque lo hiciste? Candy solo pudo atinar a responder - Te prometí que trataría de ser feliz, pero me equivoqué y ahora no se, (llorando le dijo) estoy embarazada no lo planeaba pero sucedió. - No me importa te amo a tí y lo amaré a él también como si fuera mío. Terry se levantó la tomó en sus brazos y la besó como tanto lo había anhelado ella como en sus sueños. Solo había un inconveniente pero ahora solo importaban ellos dos. Ese amor puro y verdadero que tanto se resistía un camino quebrado que ahora se encontraba para unirse.

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Gracias 😘

Candy Candy CAMINO QUEBRADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora