Mi Anastasia: mi más, mi todo.

39. Conexión

Después de mucho vuelvo a sentir el calor en mi cuerpo, Ana está acurrucada sobre mí y mis brazos se encuentran alrededor de su cintura. Dormí tan bien que no tengo ganas de levantarme en todo el día, ella sigue dormida, tan tranquila, tan dulce.

Mi miembro me traiciona, y se hace cada vez más evidente lo bien que se siente en presencia de Ana.

Ella se despierta y nos encontramos cara a cara.

-Buenos días.

-Buenos días, veo que dormiste muy bien - Dice mientras dirige la mirada a mi miembro erecto.

-Bastante bien, sobre todo después de lo que hablamos anoche.

-¿Si?

-Si...

-¿Entonces decidiste hablar con tu familia?

-Si Ana, mientras más pronto mejor, quiero hacerlo este domingo. Creo que organizare un día familiar.

-¿Elliot estará?

-Si, después de todo es mi hermano, crecimos juntos. Le diré mi madre que lo invite, yo no quiero hablar directamente con él.

-Lo siento, Christian.

-Ya hablamos de eso.

-Sí, mejor ya nos levantamos.

-¿Quieres levantarte? Podemos quedarnos unos minutos más acostados - La abrazo y la acerco a mí.

Escuchamos a Teddy gritar.

-Bueno sí, es hora de levantarnos.

Todas las mañanas mi hijo está muy animado, no tenemos problemas para levantarlo para ir a la escuela, le gusta asistir, es un niño muy sano y feliz, me siento afortunado de tenerlo.

Salimos de la habitación y el pasillo está lleno de polvo blanco, el verdadero desastre se encuentra cuando entramos a la cocina.

-¿Qué paso aquí?

-Señor, el niño quiso ayudar con el desayuno y se le cayó toda la harina, después comenzó a correr con lo que quedo - Taylor se ríe.

-Theodore, ¿tú hiciste esto? - Teddy asiente con la cabeza.

-Bueno, no lo vuelvas a hacer. Mira como dejaste todo, hijo.

-Lo siento, papi - Hace un puchero y me mira con esos ojos tan intensos como los de Ana, que hacen que me derrita.

-Bien jovencito, ahora a darte un baño que debes ir a la escuela.

-Papi no quiero ir.

-¿Por qué, pequeño?

-Ayer nos hicieron bailar con las niñas y no me gustó - Hace una mueca de desagrado.

Ana y yo reímos.

-Bueno, estoy segura de que hoy no lo harán. Vamos, ¿quieres que te ayude tu papá o yo?

-Los dos

Es tan tierno, quiere vernos juntos.

-De acuerdo, mientras mamá te ayuda a limpiarte yo buscare tu ropa.

Terminamos de preparar a Teddy y Luke está listo para llevarlo, tengo poco tiempo para prepararme también, lo que daría por que Ana entre conmigo a la ducha, tenerla cerca y no tocarla es muy difícil para mí.

Llego a mi oficina y me encuentro con periodistas que merodean el edificio. ¿Qué acaso nunca duermen?

-¿Señor Grey, volvió con su ex esposa?