20. Primer Beso (Siempre mía)

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Ya han pasado dos días desde que Ana y mi hijo vinieron a vivir conmigo. Teddy aún no se acostumbra, ha venido a nuestra cama todas las noches, y por lo tanto Ana y yo no hemos hecho el amor desde entonces.

Hoy decidí tomarme el día para ayudar a Ana con nuestro hijo.

Llamo a Andrea para informarle que no asistiré al Grey House, ella y yo Ross tendrán que hacerse cargo.

-Entonces Andrea, ¿has entendido todo lo que debes hacer? Las reuniones que tenía para hoy, reprográmalas por favor.

-Sí señor.

Casi olvido lo que le prometí a Anastasia.

-¡Ah! Y otra cosa, localiza a la Dra. Greene, sabes quién es ¿no? Bueno, programa una cita para mi esposa.

-¿Su. . . Su esposa, señor? - Pregunta incrédula.

Creo que Andrea va a caerse del asombro, no todos saben que Ana y yo estamos juntos, mucho menos que tenemos un hijo.

-Sí Andrea, mi esposa, quién más que Anastasia. Bueno, has lo que te digo y espero tu llamada.

Unos minutos después. . .

-Andrea, ¿ya conseguiste la cita?

-No señor, la Dra. Greene se encuentra de vacaciones, volverá dentro de dos semanas. ¿Quiere que busque a otra ginecóloga?

-No, la esperaremos. Quiero que estés pendiente para cuando regrese y haces la cita.

-Así será señor.

Bueno, tendré que arreglármelas para usar esos condones que tanto odio. . .

Llega Teddy muy sonriente.

-¡Mira papi! ¿Me ayudas a armar este avión? Me lo regalo el tío Elliot.

Elliot, Elliot, Elliot. ¿Por qué me incomoda que este siempre cerca de ellos? . . . Sacudo la cabeza para alejar mis malos pensamientos.

-Claro campeón, pero después voy a mi despacho a trabajar, ¿de acuerdo?

-Sí. . .

-Aquí el verde, acá el rojo, el azul y el blanco, el uno se junta con el siete. . .

Me quedo boquiabierto.

-¡Ana! - Grito.

-¿Que pasó, Christian? - Dice alarmada.

-Teddy, ¿sabe leer?

Ella sonríe y pone los ojos en blanco.

Mmm. . .

-No leer leer, pero si conoce algunas letras y números. Ya te había dicho que nuestro hijo es muy inteligente y aprende muy rápido.

-Sí, como cuando estábamos en el piano, él intentaba hacer lo mismo que yo.

Mientras armo el avión vienen a mi mente imágenes de la primera vez que Ana me dejó. Lo único que tenia de ella era ese planeador que me regalo, el cual me llevo unas cuantas horas armar.

Aquí estoy haciendo lo mismo con mi hijo, aunque él sabe mejor como hacerlo.

-Señor, ¿puedo hablar un minuto con usted?

-Teddy sigue así, quedo muy bien. Debo irme un momento, ve con mamá.

Le doy un beso en la frente y me dirijo con Taylor al despacho.

-Dime, Taylor.

-¿Recuerda que nos encargó a Welch y a mí investigar sobre aquel llamado que recibió?

Mi Anastasia: mi más, mi todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora