Mi Anastasia: mi más, mi todo.

21. Extraño

Después de hacer el amor de todas las formas posibles, estamos muy cansados. Decidimos ducharnos, para luego meternos a la cama:

-Ana. ¿Tú te acuerdas de tu niñez? ¿Tu primer amor, tu primer beso, tal vez. . .?

Ana me mira sorprendida, mi pregunta la tomó por sorpresa.

-¿A qué viene esa pregunta, señor Grey?

-Curiosidad, además de ganas de saber más de ti, nena.

-Bueno. . . Lo poco que recuerdo creo que ya te lo había contado. Fui a vivir con mi padre y era muy feliz, aunque el hecho de que se hayan divorciado me afecto mucho - Hace una pausa - Primer novio no tuve. . .

Se pone a pensar y ríe.

-Pero. . . ¿Había algún chico especial?

-Pues sí, ahora que lo dices si había uno, ya no lo recordaba. Lo conocí cuando era una adolescente, pero él ni me registraba.

-Cuéntame de él. . .

Ella se queda mirándome.

-Señor Grey, ¿está celoso?

-No, no es eso. Es simple curiosidad.

-De acuerdo. Yo lo bese a él, él no a mí. Ni siquiera supo quién era, tenía los ojos vendados cuando paso.

-¿Y te gusto?

-¡Christian! Ni siquiera sé por qué estamos hablando de esto.

-Ya te dije. Quiero saber más de ti.

Acerco la palma de mi mano a sus ojos y la beso como lo hice aquella vez. Dulce. Suave. Tierno. . .

-¿Fue así?

Está confundida, no sabe qué responder -¿Cómo sabias. . .? - Dirige su azulada mirada en dirección a las cajas y, por la expresión de su rostro creo que descubrió que estuve husmeando sus cosas -¡Christian! ¿Leíste mi Diario? ¿Cómo pudiste?

-Mi amor, no te enojes. Al principio no quería hacerlo, pero vi esa página donde escribiste sobre tu primer beso y no pude resistirme. ¿De verdad no recuerdas quién fue? - Tomo su rostro y lo pongo de frente al mío -Mírame.

Pasea sus ojos por mi rostro sin comprender. Acerco sus labios a los míos y susurro: - Era yo. . .

Se queda muda y con los ojos como platos - ¿Qué? ¿Cómo? - Consigue decir.

-Sí Ana, ese joven que ataron a la silla era yo. Elliot y dos de sus amigos me hicieron esa broma.

-No puede ser, Christian, ¿cómo es posible? - Traga saliva -¿No estarás confundido?

-No Ana. ¿Sabes lo que significa? Aun sin conocernos ya existía esa conexión, esa atracción entre los dos.

-Eso quiere decir que siempre fuiste el primero y el único en mi vida, Christian. . .Siempre fui tuya.

Me toma del pelo y comienza a estrujarlo, mientras me besa apasionadamente. Apenas podemos respirar, pero no importa, estamos juntos y nos necesitamos. . . Hasta que escuchamos que la puerta se abre y entra Teddy.

-Mamiii. . . Te estuve buscando por todos lados.

-Aquí estoy cariño, solo estaba hablando con tu papá.

-¿Puedo ayudarte a preparar la cena?

-Claro que sí, campeón.

-¿Los puedo ayudar? - Aunque ni siquiera se cortar zanahorias.