35. ¿Quién eres?

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-Mamá, ¿qué está pasando? - Pregunto preocupado -Ana, soy yo Christian, sabes quién soy, ¿verdad?

-Yo... - Balbucea.

Entran al consultorio unos doctores que nos piden que salgamos, todos estamos desconcertados, ¿cómo es que reconoció a su padre pero no a mí?

-Hijo todo va a estar bien, de seguro es una laguna mental, ya irá recuperando sus recuerdos.

-No sabía quién soy, papá. ¿Y si nunca recupera la memoria? Jamás recordará todo lo que hemos vivido.

-No te preocupes demasiado, esperemos a ver qué nos dicen los doctores.

Si ella perdió la memoria tal vez solo le queden los recuerdos de años atrás. ¿Qué pasará ahora? ¿Y si no recuerda a Teddy?

Ya pasaron unos días y ella parece recuperarse, pero sigue sin saber quién soy. Teddy ya no podía más, la extrañaba mucho.

Decidimos no contarle ciertas cosas de su vida para no saturarla de información, los médicos dicen que no sería nada bueno para ella.

Mi madre decidió traer a Teddy al hospital, Mia y Carrick me acompañan mientras espero afuera. De repente vemos a Ana y Ted salir juntos de la habitación tomados de la mano, mis ojos brillan al verlos.

-Disculpen, este pequeño precioso me confundió con su madre, ¿pueden ayudarlo?

-Papá, ¿qué le pasa a mami?

-Te llamas Eddie, ¿verdad?

-Teddy, es mi nombre. Te extraño, mami -Mi pequeño la abraza.

Ana solo lo mira, no sé qué pasará por su mente en este momento, se ve confundida. Tomo a Teddy de la mano y lo empujo hacia mí.

-Vamos hijo, mami no se siente bien, está enferma, ¿recuerdas? Tenemos que ser pacientes con ella y cuidarla mucho.

-Yo quiero estar con mi mami.

-Pronto pequeño.

Mia lo lleva a comprar un helado y a dar una vuelta, mi pobre niño está preocupado por su madre.

Regreso con Ana y cuando entro en la habitación veo que Grace está consolando a Ana, al parecer está muy afectada. Mi madre me hace una seña con la cabeza para que salga.

-Mañana le dan el alta, la llevaremos a casa porque no está en condiciones para viajar con sus padres, es mejor que se quede.

-Mamá ella puede venir a Escala conmigo, al menos hasta que se recupere, yo cuidaré de ella.

-Hijo no lo sé, ¿crees que será buena idea?

-Mamá, quiero y necesito cuidar de ella.

-Está bien, haré los papeleos.

-Gracias.

Vuelvo a entrar y Ana se encuentra muy seria y callada.

-No me siento bien, veo a muchas personas cada día y no sé quiénes son.

-Tranquila Ana, ya recordaras de a poco, el cerebro es un misterio.

-Christian, ¿no es así?

-Sí.

-Tu madre me hablo un poco. ¿Estábamos casados?

-Así es.

-¿Y por qué nos separamos?

-Ana ya habrá tiempo para hablar de eso, te quedaras en mi casa unos días hasta que te mejores.

-¿Por qué en tu casa? ¿Y la mía?

-No te preocupes, estarás bien.

Estamos los dos solos en la habitación y parecemos un par de extraños. Tal vez solo me lo imagino, pero cuando me mira siento que en el fondo sabe quién soy.

¿No sentirá nada por mí?

Estamos preparando todo para que salga del hospital, todos estuvieron de acuerdo en que se quede conmigo. Contrate a una enfermera por unos días para que me ayude.

Taylor nos lleva en el auto. Yo no dejo de mirarla, ve por la ventana, perdida en sus pensamientos.

-¿Te encuentras bien?

-Sí, trato de recordar pero no puedo.

-Ya lo harás.

Llegamos a Escala y ella está perpleja. Tengo recuerdo de la primera vez que estuvo aquí, es como si volviera el tiempo atrás. Recuerdo nuestra primera noche.

-Ponte cómoda, esta es tu casa.

-Gracias, Christian.

Adoro como suena mi nombre en su boca.

La tomo de la mano y la llevo a su habitación, sigo sintiendo ese choque eléctrico cuando nuestras manos se tocan, y creo que ella también lo sintió. Miro su cara para tratar de buscar una señal que me indique lo que creo pero... nada.

Pasamos por tantas cosas y aun así mis sentimientos hacía ella no han cambiado en lo absoluto. Deseo volver con Anastasia, aunque no quiero apresurar las cosas ni presionarla, por ahora solo disfrutare de su presencia.

Es duro para mí no tener a Ted aquí con nosotros, pero por el momento lo mejor es mantener la distancia, todavía es pequeño para comprender la situación de su mamá.

-Siento no recordar...

-De a poco lo harás, no te preocupes.

-No me dijiste por qué terminamos.

-Es complicado.

-¿Dejamos de amarnos?

Niego con la cabeza, realmente no quiero hablar de esto. Siento como si estuviéramos conociéndonos de nuevo, bueno ella a mí. Quisiera que todo fuera un sueño.

Todavía no saben quién fue el responsable de la bomba y eso me frustra demasiado.

-¿Christian?

-Dime.

-¿Tengo un hijo...? ¿Ese niño que vino a verme es mi hijo?

-Sí Ana, Teddy es nuestro hijo.

-Que horrible me siento, no recuerdo ni a mi propio hijo.

-No digas eso, ya hice cita para la próxima semana con mi doctor, él puede ayudarte.

-¿Por qué haces esto?

-¿Qué cosa?

-Ayudarme.

-Quiero hacerlo.

-Te lo agradezco - Me gano una tímida sonrisa de su parte.

Me sorprende cuando se acerca y me da un beso en la mejilla. Mi cuerpo no resiste a ningún roce suyo, la deseo tanto que quiero besarla y al mismo tiempo cuidar de ella.

-Tienes que descansar, la enfermera estará al pendiente de ti. Si me necesitas estaré en mi estudio.

Sonríe y se recuesta en la cama.

No sé qué estoy haciendo, los medios han estado sacando conclusiones y esparciendo rumores sobre nuestra relación. Estoy harto, quisiera escapar con Ana y mi hijo a un lugar donde podamos estar en paz.

Me entere que Elliot fue a pasar unos días con su hija, la verdad ya no me importa nada que venga de él.

Mi vida ya no puede dar más giros.


Nos leemos pronto. ;)















Mi Anastasia: mi más, mi todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora