Mi Anastasia: mi más, mi todo.

48. Lio

Han pasado dos semanas desde el mensaje y el ataque. Siguen sin dar con los culpables. Me pregunto cuánto estaremos así.

Mi vida de casado es una maravilla. Pero la felicidad no está completa. Solo garantizando la seguridad de mi familia podría estarlo.

-Papi, ¿cuándo iremos a Aspen? Quiero pescar un pez muuy grande.

-El fin de semana, pequeño.

-¡Hurra! - Teddy brinca de alegría.

-Mi cielo, por favor no grites. Matt está descansando, y me ha costado mucho lograr que se duerma.

-Si mami, hablaré más bajito. - Susurra.

-Mi niño precioso. - Ana acaricia la mejilla de Teddy, acto seguido deposita un tierno beso en mis labios. La amo tanto.

He estado trabajando en casa para poder cuidarlos. Ana piensa que es una exageración ya que contrate seguridad de más y están por todas partes. Yo pienso que nada es suficiente, además me volvería loco de preocupación en la oficina.

Hoy será el primer día que saldremos con el bebé, todos juntos como una familia. Quiero cuidarlos, pero tampoco puedo tenerlos encerrados como aves en jaulas, sobre todo a Teddy, es muy hiperactivo y ama correr, creo que eso lo heredo de mí. Tratamos de mantenerlo al margen de todo lo que ocurre lo mejor que podemos, es solo un niño.

Pasamos un agradable día en un parque no muy lejos de casa, hasta que nos emboscan los paparazzis.

-¡Señor Grey, ¿por qué se casaron en secreto?!

-¡Felicidades a la feliz pareja! ¡Solo una foto, por favor!

-¡¿Ese bebé también es hijo suyo, Sr. Grey?!

-¡¿Anastasia ha ocultado al bebé porque es hijo de Elliot Grey?!

¿Qué mierda es esto? Mis ojos se encuentran con los de Ana, y puedo ver como su rostro se torna rojo, pero esta vez no es por timidez.

-¡¿Cómo te atreves, idiota?! - Brama.

Antes de darme tiempo a reaccionar Ana toma la cámara del fotógrafo y la arroja a la calle. Sus compañeros no dejan de tomar fotos. Diablos, esto se está saliendo de control.

Taylor y los guardaespaldas se encargan de los niños y los llevan al auto. Yo tomo a Anastasia de la mano y la conduzco fuera de la muchedumbre para tranquilizarla.

-Ana, mírame. Es lo que quieren, provocarnos para poder conseguir su portada, no caigas en su juego.

- Christian, ¿has oído lo que dijeron? No me pidas que me calme.

Nuestro día especial quedó arruinado, no podemos ir a ninguna parte sin que estos vampiros chupa sangre nos persigan para conseguir una foto nuestra. Espero que Aspen sea diferente, que allí podamos encontrar la paz que tanto necesitamos.

-¿Mami, por qué ese señor dijo que Matt es hijo de tío Elliot?

-No hagas caso de lo que esas personas digan, Teddy. - Interrumpo.

-¿Por qué, papi?

-Es la primera vez que ven a Matt, solo se confundieron, ¿entiendes?

- Sí...

Las palabras de ese sujeto son como un trago amargo en mi garganta.

En todo el camino a casa Ana no ha dicho una palabra, solo limita a ver por la ventanilla. Dios sabe que pensamientos rondaran por su cabeza. Ni bien llegamos se dirige al cuarto.