Mi Anastasia: mi más, mi todo.

47. Susto y Compromiso

-Por favor di algo... ¿aceptas ser mi esposa?

-Christian, es una locura. Las cosas no son así de fáciles. - Suspira -No quiero que hagas esto porque te sientas obligado.

-Ana, ya te dije que este es mi deseo, quiero adoptar a ese pequeño y formar una familia los cuatro. - Tomo sus manos. -Lo único que me falta es la promesa de que siempre estaremos juntos. Por favor, cásate conmigo.

Veo como las lágrimas caen por sus mejillas. Sé que está asustada.

-No creo que sea lo correcto...

-¿Y qué lo es? - Pregunto.

-Esto es tan precipitado... no le hemos dicho a nadie que nos casaremos.

-¿Entonces aceptas? - Casi no puedo contener la emoción en mi voz.

A Ana se le dibuja una sonrisa en la cara y asiente.

Me siento eufórico. Nos abrazamos muy fuerte y comenzamos a reír, tomo su rostro entre mis manos y la beso.

-Dilo. - Musito entre sus labios.

-¡Sí, seré tú esposa! - Exclama.

De regreso al hospital dejamos a una persona que cuide del bebé mientras no estamos y salimos rumbo al hotel. Allí les damos la noticia a Gail y a Taylor. Ambos se pusieron muy felices por nosotros, creo que mi señorita Steele también ha sabido encantar a mi personal.

Después le dimos la sorpresa a Teddy, que no paraba de dar brincos de la emoción. Se vistió tan rápido que incluso se puso la camisa al revés.

Ana está emocionada, aunque un poco triste por no decirles nada a nuestras familias. Cuando regresemos a Seattle les daremos la noticia. Taylor está planeando todo muy minuciosamente para que nada de esto se filtre en las redes sociales.

Llegamos a Las Vegas.

Dejamos a Gail y a Ana en una boutique para que escoja algo para la ocasión. Taylor, Teddy y yo tomamos rumbo para elegir un traje.

Estoy tan nervioso como la primera vez, pero al mismo tiempo extasiado de felicidad.

Volveremos a ser una familia, esta vez más grande por nuestro nuevo hijo. No puedo creer que esto esté pasando.

Me encuentro en la entrada esperando a Ana. Cuando levanto la vista creo ver una alucinación.

Anastasia está deslumbrante, encantadora, casi parece un sueño. Lleva puesto un vestido de satén color durazno pastel con tirantes, tacones bajos y el cabello suelto. Sus labios pintados color rojo carmín hacen que mi libido se eleve. Me dedica una amplia sonrisa cuando tomo su mano para entrar.

Taylor y Gail son nuestros testigos, Luke cuida de Teddy, quien no paró de dar saltos desde que le dimos la noticia.

El juez de paz comienza la ceremonia.

-¿Se arrepiente, señor Grey? - Susurra Ana y me mira a los ojos.

Al parecer mis nervios son notorios.

-¿Cómo cree, señorita Steele? - Frunzo el ceño, divertido.

Firmo el acta y después Ana.

Ahora sí, finalmente, señor y señora Grey.

Ana deposita un tierno beso en mi boca y yo no podría sentirme más vivo.

-Te amo Ana, no podría ser más feliz.

-Yo te amo, Christian...

-¡Mis papis se casaron!

-Así es, pequeño. - Tomo a Teddy entre mis brazos.