You're Just Mine, forever...

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P.O.V CAMILA

Cerré los ojos y me apoyé en la mesa, intentando respirar con tranquilidad. Dinah percibiendo mi estado, comenzó a agitar la mano levemente y yo me concentré para volver a lo normal.

- Ustedes están bien? - Escuché la voz del Sr. Snow atrás de mí y me asusté.

Abrí mis ojos y miré atentamente para mis brazos, para certificarme de que estaba todo normal. Respiré hondo y sentí que mi cuerpo ya estaba en una temperatura segura. Dinah abrió la boca para responder al profesor, pero yo fui más rápida...

- Sí lo estamos, no pasó nada de grave, sólo Dinah y sus pésimos dotes para la química – dije, volteándome y sonriendo tranquilamente para él.

Él nos miró desconfiado, pero enseguida asintió y nos dio la espalda. Después de ese pequeño accidente, pusimos en orden todo el desastre que hicimos y salimos para el almuerzo. Nos sentamos en la mesa de siempre, con Austin y nuestros amigos que hablaban animadamente sobre algún juego que irían a tener. Dinah estaba extrañamente quieta. La chica estaba siempre hablando por los codos por ahí y verla así tan callada y pensativa me asustaba. Yo intenté enfocarme en el asunto, pero lo que ocurrió en el laboratorio de química estaba martillando en mi cabeza. Yo quería creer que todo no pasaba de un accidente, pero algo dentro de mí decía que era mucho más que eso.

Seguimos para las próximas clases en ese clima extraño. Dinah no decía nada y yo la dejaba perdida en pensamientos, a fin de cuentas, mi propia mente estaba hecho un lio. Llegó la hora de la última clase y era de educación física. Caminamos en dirección al vestuario y colocamos nuestros uniformes, aún sin intercambiar una palabra siquiera. Algunas chicas intentaban hablar conmigo, pero mis respuestas eran siempre cortas y vagas. Adentramos al campo y la profesora nos dividió en dos equipos, iríamos a jugar a los quemados. Las clases de educación física eran siempre separadas, chicas con chicas y chicos con chicos. A pesar de ser una porrista, yo odiaba educación física con todas mis fuerzas. Soy el ser humano más torpe y descoordinado del mundo, sólo consigo hacer las coreografías y saltos porque yo realmente amo aquello y con mucho entrenamiento, claro.

El juego comenzó y yo con mi super entusiasmo sólo me esquivaba cuando el balón venía en mi dirección. Estaba todo muy bien y normal, hasta que una chica del equipo adversario comenzó a "perseguirme". Yo nunca había notado aquella chica antes, será que ella era nueva en la escuela? No lo sé, pero la persecución estaba pasando de los límites. Ella insistía en estar con el balón y siempre que tenía la misma en mano, ella lanzaba con cierta fuerza en mi dirección. Sus tiros eran rápidos, fuertes y certeros. Estaba claro que ella quería lastimarme de verdad. Me pregunto si la profesora estaba viendo eso... claro que no, ella debe estar lijando las uñas como siempre. Yo me esquivaba de sus ataques por puro reflejo, pero aquello comenzó a irritarme de verdad. Yo comencé a contraatacar en la misma intensidad y, cuando me di cuenta, aquello se hizo una pelea entre ella y yo, un juego donde sólo nosotras dos jugábamos. Las chicas sólo observaban un poco alejadas, probablemente tenían miedo de ser alcanzadas. La chica me miraba con puro odio en los ojos y ahora yo no estaba diferente. Yo nunca vi aquella chica en mi vida y ella estaba queriendo alcanzarme?

Mi sangre comenzó a hervir rápidamente, el sudor escurría sin pudor haciendo mi uniforme pegarse a mi cuerpo y mi pulso aceleró de forma que yo pude sentir mis latidos cardíacos. Mi objetivo ahora era claro... Yo quería lastimar aquella chica.

Algunos susurros entre las chicas me llamaron la atención...

"Ella está tan roja..."

"Sólo falta salir humo por los oídos"

"Wow! Vieron sus ojos..."

Yo estaba tan concentrada en mi objetivo que ignoré todos los comentarios, inclusive los llamados de Dinah pidiéndome para parar. Fue cuando di mi ataque final. Yo tiré el balón con tanta fuerza, que podría jurar haber visto salir chispas de ella. Cuando el balón alcanzó la chica, ella voló y chocó contra la pared en un estruendo ensordecedor. El balón comenzó a consumirse por el fuego y dio inicio a un pequeño incendio, sólo en esa hora la profesora despertó para la vida. Mientras las chicas y la profesora corrían para apagar el incendio, mis rodillas cedieron y me caí en el suelo. Yo estaba débil y caliente. Mi labio inferior temblaba, toda aquella rabia que yo sentía hace segundos atrás se desvaneció y dio lugar a una sensación de pánico y cansancio. Fue como si yo hubiera corrido en una maratón y aquello hubiera consumido todas mis energías. Mi visión estaba borrosa, pero yo pude ver perfectamente el momento en que Dinah se arrodilló delante de mí, preguntándome si yo estaba bien.

Ice and Fire - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora