The Wolf

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P.O.V LAUREN

Desperté, pero mantuve los ojos cerrados por un tiempo, sintiendo cómo cada músculo de mi cuerpo lentamente cobraba vida. Mi mente daba vueltas al recordar eventos recientes... mi familia... Avril... Camila y yo... Alexa... Camila...

- CAMILA! – Grité, sentándome en salto donde quiera que estuviera.

Algo cayó en mi regazo con mi movimiento, pero en ese momento no estaba preocupado en absoluto aparte de mi novia.

- Hey, cálmate. – Miré a un lado justo a tiempo para ver a Allyson agarrando una bolsa de hielo y colocándola sobre mi frente, empujándome para que me acostara en el sofá nuevamente. – Primero necesitas recuperar tus energías.

- ¿Qué sucedió? – Mi voz salió débil y me dejé cuidar por la bajita.

- Te desmayaste. – Informó, distribuyendo más bolsas de hielo en mi cuerpo. – Tu temperatura quedo demasiado inestable debido a Camila, el calor estaba demasiado alto para que lo soportaras.

- ¿Y dónde está Camila, Brooke? – Volví a exaltarme de nuevo.

Mis sentidos comenzaron a agudizarse debido al hielo y la ayuda adicional de Ally, me estaba recuperando rápidamente a pesar de sentirme inútilmente débil.

- Míralo tú misma. – Ella asintió y finalmente noté que estábamos en mi habitación. Allí cerca, pude ver a mi novia atada por las muñecas y los tobillos en mi cama, alrededor de ella, nuestras amigas la miraban con aprensión. Tiré mis piernas del sofá y miré significativamente a Ally. – Está bien, puedes ir allí, pero no te acerques a ella. – arqueé una ceja y sonreí con ironía. Hasta parece que estaría lejos de mi Camz. - ¡Hablo en serio, Jauregui!

Puse los ojos en blanco y me levanté, caminando hacia la cama. Tragué saliva mientras miraba a Avril que me miraba preocupada, sintiendo cómo mi sangre parecía huir de mi corriente sanguíneo y estaba sudando frío.

La rubia era mi hermana y ella no tenía idea de eso.

Decidí dejar a un lado todos los problemas y centrarme solo en mi latina, necesitaba saber si estaba bien y qué demonios estaba pasando con ella.

Me acerqué a su cuerpo inerte bajo las miradas de reproches de todas las chicas, pero no podía importarme menos con eso. Sus muñecas rojizas estaban gravemente heridas por el metal de las esposas, así como sus tobillos, profundos rasguños que se extendían por toda la longitud de sus brazos marcando la piel latina. Mi corazón se apretó dolorosamente en mi pecho ante la escena y me acerqué para librarle la frente de los mechones sudorosos de su cabello que estaba pegado allí, la misma estaba cubierta con un paño empapado. Estaba lista para maldecir a los cuatro vientos por pensar que la estaban maltratando cuando sus párpados se abrieron y un fuerte aullido escapó de su garganta. Sus ojos completamente negros tenían furia y agonía, y no podía decir si podían verme y darse cuenta de que estaba allí. Camila apretó los dientes y gruñó hacia mí, forzando violentamente sus puños de forma que balanceara la cama y haciéndome saltar hacia atrás con los ojos muy abiertos.

Ella quería... quería atacarme? ¿Mi Camz quería atacarme?

Me llevé la mano a la boca cuando la escuché gritar a todo pulmón y la vi retorcerse en la cama, gruñendo, arqueando la espalda y gruñendo furiosamente.

- Ella está transformándose, ¿verdad? – Murmuré en voz baja a Dinah, quien suspiró profundamente y asintió. Los gritos de Camila eran incesantes y cada vez más fuertes, de la misma forma con que su fuerza parecía aumentar con cada tirón en las cadenas. – Dioses. – susurré, hundiendo mis dedos en mi cabello nerviosamente, angustiada por la situación por la que estaba pasando mi novia. - ¿No hay forma de detener o aliviar el dolor?

Ice and Fire - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora