My Reflection

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P.O.V LAUREN

Los ojos oscuros me miraban curiosos y angustiados. La expresión rígida en el rostro del hombre frente a mí no se detuvo hasta que respondí. Su cuerpo permaneció erecto y tenso, intrigándome aún más.

- ¿Usted me conoce? - Le respondí con otra pregunta y la expresión de su rostro se suavizó, su agarre en mi brazo se aflojó al mismo tiempo.

- ¡Digamos que tu padre y yo éramos grandes amigos! - Él sonrió para tranquilizarme y me dio unas palmaditas en el hombro, llevándome para dentro de la casa junto a él.

- Enserio? - Fruncí el ceño, sintiéndome aún más confundida con todo eso.

Para empezar, el padre de la chica que amo me miraba con una postura rígida y tensa... La chica que amo... Esto es tan extraño y tan... ¡Bueno!

Ok, concéntrate Lauren.

Entonces el hombre dice que era un gran amigo de mi padre y me trata como si me hubiera conocido por años. ¿Qué le está pasando al mundo? De repente, todos se volvieron locos y la intimidad entre extraños se desencadena naturalmente.

- En serio. - Nos detuvimos en medio de una lujosa sala de estar, con muebles impecablemente limpios y ordenados, todo allí derrochaba buen gusto y toques familiares. - Hay muchas cosas que ustedes no saben. - el hombre continuó sonriéndome suavemente y sus ojos confirmaban que había mucho más por detrás. - Pero supongo que este no es el momento adecuado para eso, y sé que tú así como yo estamos carcomiéndonos de preocupación por mi niña. - y él tenía toda la razón, por más que me sintiera curiosa e intrigada por el hecho de que el padre de Camila conociera mi padre y que los dos tenían una historia en el pasado, todo lo que realmente me importaba en ese momento era si mi latina estaba bien. – Vamos. – me abrazó de nuevo por el hombro, guiándome por una amplia escalera en el centro de la sala, llevándonos al segundo piso de la casa.

Me dejé guiar por el hombre alto y corpulento, que ya no me pasaba tanto miedo como antes. Caminamos por un pasillo y nos detuvimos frente a una puerta blanca que contenía el nombre de Camila escrito en letras coloridas. El Sr. Cabello abrió la puerta y allí estaban Ally, Troy y Taylor en un rincón aprensivo. Ally ya se veía mucho mejor, sentada en un sillón junto a Taylor. Troy y Taylor observaron con curiosidad los movimientos de la mujer mayor en el centro de la habitación. Camila ahora descansaba sobre su cama, su rostro aún pálido y debilitado, su respiración débil. La señora Cabello fue la única que se movía allí, en sus manos un recipiente donde amasaba algunas hierbas medicinales, pude sentir el fuerte olor desde lejos. Me acerqué un poco más y miré atentamente a la mujer más vieja, asombrándome de lo puntiagudas que eran sus orejas. Sus manos trabajaban sin cesar para mezclar las hierbas y sustancias allí presentes, su semblante inexpresivo y centrado en lo que estaba haciendo. Después de algún tiempo preparando lo que fuera, dejó el recipiente en la mesita de noche y se acercó al cuerpo inerte de su hija en su cama. La mujer agarró el dobladillo de la blusa de Camila y se la pasó suavemente por la cabeza, dejando el vientre plano y el busto de la latina totalmente expuestos a excepción de la tela del sujetador.

- Puedes ir mirando hacia otro lado, listillo. - Miré al semidiós y apunté con el dedo índice hacia el otro lado, fusilándolo con los ojos mientras le decía que dejara de mirar a mi chica.

Mantuve la mirada fija, dejando claro que le arrancaría los ojos si no miraba para el otro lado. El rubio puso los ojos en blanco e hizo lo que le pedí, volviéndose hacia un lado de la pared. Crucé los brazos con satisfacción, mientras Ally me miraba risueña.

- Creo que puedo acostumbrarme con esto... - murmuró el Sr. Cabello luego atrás, haciéndome saltar un poco por casi haberme olvidado de su presencia allí.

Ice and Fire - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora