S.O.S Cabello

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Mi cuerpo pesaba trescientas toneladas y mi cabeza daba vueltas al mismo ritmo que las voces que resonaban en mi mente. Voces familiares, pero no fui capaz de conectar el nombre a la persona.

Excepto una... Ally.

Al principio pensé que podría estar en el infierno, pero si Ally estaba allí, ¿significa que estoy en el paraíso?

Traté de abrir los ojos para estar segura, pero al igual que mi cuerpo, mis párpados también pesaban.

- Ella se está despertando!

Una voz masculina se hizo presente y luego una mano cubrió mi frente. Su toque era cálido y acogedor. Me trajo una paz inmensa, y en el siguiente segundo todos los dolores presentes en mi cuerpo habían desaparecido. Era como si mis heridas se hubieran regenerado y todo volviera a la normalidad. Ese toque familiar me recordó a una persona. La única persona que necesitaba en ese momento.

- CAMILA!

Salté de un golpe, siendo brutalmente detenido por más manos en mi pecho. La desesperación se apoderó de mí y mi pecho se apretó con fuerza ante el recuerdo de mi latina inconsciente en mis brazos. Parpadeé un par de veces y me di cuenta de que las gotas saladas ya se estaban apoderando de mi rostro.

- Cálmate Laur, todo va a estar bien. - Ally me miró con una sonrisa triste y sus ojos se movieron perdidamente sobre mi cuerpo tendido sobre el asfalto.

Espera, ¿asfalto?

- ¿Qué lugar es éste? ¿Qué sucedió? ¿Dónde está Camila? - Disparé las preguntas sin descanso, sintiendo lo cuán agitado se volvió mi respiración de repente.

Miré a mi alrededor y noté que los dos semidioses estaban parados frente a mí, mirándome con... ¿lástima?

- Bueno, peleaste con una mantícora... - Ally respondió con cautela lo que ya sabía. - Y estamos al costado de la carretera. - solo entonces noté las señales de tráfico y los dos autos estacionados al lado de la carretera.

- ¿Cómo llegué aquí? ¿Y por qué demonios no me dices dónde está Camila? - Mi tono de voz se elevó al final de la oración, lo que hizo que Ally y los dos semidioses me miraran sorprendidos por mi cambio de humor.

Ally no me respondió y eso me estaba agonizando aún más. Solo de recordarme de los ojos marrones opacos y apagados que me miraban con pesar, el rostro latino completamente pálido temblando en muecas, los labios carnosos y secos buscando desesperadamente el aire, las últimas palabras dichas, podía sentir que mi corazón fallaba en mi pecho por enésima vez. Y me dolía tanto como si tuviera una espada clavada en mi caja torácica.

- No pensaste que realmente las dejaría solas allí, ¿verdad? - Ally finalmente comenzó a hablar, una sonrisa débil y tranquilizadora pintando sus labios con la intención de calmarme. - Después de dejar a Troy y Taylor a salvo, regresé volando para allá, pero no llegué a tiempo para evitar lo peor... lo siento. - susurró las últimas palabras y me di cuenta de lo mucho que dolía en ella, su rostro tenía una expresión cansada, sus ojos y su sonrisa ya no trasmitían más toda esa energía y vida que generalmente emitían, y eso me desesperaba aún más.

- Ally, no-no me... digas que e-ella... no-no ... - Traté de hablar, pero los sollozos involuntarios me interrumpían y ni siquiera pude formular una frase.

- Cálmate, Camila está viva. - me dijo antes de que sufriera un ataque cardiaco allí mismo, sin al menos poder formular las palabras que tenía en mente. Un gran alivio se apoderó de mi ser, pero él pronto se desvaneció al ver que la expresión triste y seria de Ally no había cambiado en lo más mínimo. - Pero ella no tiene mucho tiempo, estoy haciendo todo lo que puedo para evitar que el veneno se propague aún más en su organismo, pero mis poderes son limitados y ya estoy débil por curarte y tener que atajarle las puntas a ella, lo siento mucho. - Sus ojos se llenaron de lágrimas y bajó la cabeza, incapaz de mirarme a los ojos. Conociendo a Ally, ella debe estar culpándose por todo en este momento, pero estaba tan desesperada y aterrada que no pude consolarla en ese momento y decirle que ella no tenía la culpa de nada.

Ice and Fire - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora