Revelations

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P.O.V LAUREN

Subí la chaqueta hasta el cuello rápidamente. El ser que se escondía en las sombras de la cabaña todavía se reía sombríamente. Sí, el dios del inframundo y de los muertos estaba allí en persona, y yo solo quería entender qué exactamente él quería con nosotras. Cosa buena no debe ser, después de todo, el tipo salió del infierno solo para visitarnos.

Me recosté contra la pared ya debidamente vestida y jalé a mi latina protectoramente entre mis brazos para apoyarse contra mí, asumiendo una posición lo más relajada posible. No le daría el gusto de saber que su presencia nos aterrorizaba. Mantendría mi mirada intimidante y pose intrépida hasta el final.

-¿Qué haces aquí? – Le pregunté, apoyando la barbilla en el hombro de Camz.

El hombre caminó lentamente de un lado a otro, rascándose la barba con el dedo índice y el pulgar.

- Pensé que habías dicho que irías hasta al infierno por ella. - Miró a Camila, sonriendo sugestivamente.

Sentí la sangre drenarse de mis venas mientras mi corazón latía desesperado.

-¡¿Qué?! - Exclamé alarmada. - No! – Apreté el cuerpo de mi novia aún más fuerte contra el mío, preparándome para luchar hasta la muerte si era necesario. - No te atrevas...

- Relájate, niña. – me interrumpió, levantando sus manos en señal paz. – Estoy bromeando. – lo miré con recelo, sin aflojar mi abrazo un milímetro. – No las separaré, sería muy estúpido de mi parte.

- ¿Qué quieres entonces? - Arqueé una ceja.

-Quería ver cómo estaban...

- Por qué? - Camila preguntó con impaciencia.

- Bueno, ustedes son prácticamente mis hijas. - respondió con exasperación. - ¡No seas tonta, niña!

Camila se encogió ante el tono agresivo al cual pronunciaban las palabras.

-¿Qué quieres decir con eso? - grité

-Oh...- Una sonrisa macabra se apoderó de sus labios, causando un escalofrío en mi columna vertebral. – Supongo que pronto lo sabrán. – Nos dio la espalda y se dirigió hacia la sombra de la que salió. – Por ahora, eso es todo. – Se encogió de hombros, ya escondido en las sombras. Su voz aguda fue todo lo que pudimos escuchar. – Por cierto, hicieron un gran trabajo con los Erinias. – Alcé las cejas con sorpresa. Matamos a sus tres sirvientes y ¿nos está elogiando por eso? – Hasta pronto, chicas.

Y así, como si nada hubiera pasado, se fue en un chasquido de dedos, dejándonos con más dudas.

-¿Es eso? - Camila me soltó de mí con los dedos entre el pelo. - ¿Él viene aquí, nos asusta y simplemente se va?

Mi novia se paseaba de un lado a otro sacudiéndose el cabello nerviosamente mientras trataba de entender lo que había sucedido.

- ¿Qué onda con ese tipo? - Dijo indignada.

- Averigüemos. - murmuré, llamando su atención. Ella dejó de caminar y se volvió hacia mí. - Basta! Estoy cansada de tantos secretos. Busquemos a las chicas.

Me aparté de la pared y me dirigí decidida hacia la puerta, pero tan pronto como toqué el pomo de la puerta sentí que Camila me tomaba la mano. Ella me miraba con comprensión en sus ojos almendrados, dándome seguridad. Su mano libre acarició con calma el lado derecho de mi cara y respiré hondo.

-Estará todo bien, ¿de acuerdo? - Susurró cerca de mi rostro, levantando su otra mano hacia mi mejilla izquierda. Asentí débilmente. - ¡Te amo!

Ice and Fire - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora