Te amo Lolo

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P.O.V. LAUREN

Pasaron unos minutos y todo lo que hice fue sentarme en el alféizar de la ventana y observar el movimiento de los guardias allí abajo. Este lugar era una verdadera prisión para los jóvenes. Si yo hubiera estudiado aquí, seguramente ya habría encontrado una manera de escapar. O habría congelado cada rincón de esta mierda, creo que es una idea bastante interesante en la que pensar.

Interrumpiendo mis pensamientos psicóticos, Allyson salió del pasillo izquierdo con un gran chico rubio. Los dos hablaban en voz baja, intercambiaron miradas y sonrisas tímidas, como si no estuviéramos a punto de huir del internado y secuestrar a dos de los estudiantes. Para mi mayor incredulidad, Camila salió del pasillo derecho con su brazo entrelazado con la jirafa rubia a su lado. Las dos estaban hablando con entusiasmo y riendo como si fuera la cosa más divertida del mundo.

¿Qué demonios está pasando? ¿Dónde diablos me perdí? ¿Y de qué se trata tanta intimidad?

- Troy?

- Taylor?

Los dos hermanos se preguntaron al quedar cara a cara en el pasillo.

- ¿Qué estás...? - La chica iba a preguntar, pero la interrumpí, rodando los ojos aburrida.

- No tenemos tiempo para preguntas ahora, tenemos que salir de aquí. - Salté del alféizar de la ventana, aterrizando justo en el medio de los cuatro, haciendo que los dos novatos se sobresaltaran.

Sonreí cuando noté las miradas sobre mí, me encantaba causar un gran impacto con mis entradas triunfantes. Camila me miró con desdén, balanceando la cabeza varias veces. Ally parecía hipnotizado por el chico y los dos hermanos alternaron las miradas confusas entre nosotros, completamente perdidos en la situación.

- ¿Quién saldrá de aquí? - Una voz gruesa sonó a unos pocos metros de nosotros, pero fue suficiente para enviar un escalofrío por mi columna vertebral.

Me volví lentamente en la dirección de dónde provenía la voz y me encontré con un hombre de unos cuarenta años que llevaba un traje de lino gris junto a una corbata azul. El cabello oscuro ya teñido con mechones grises, las manos escondidas en los bolsillos de sus pantalones y los ojos claros quemando sobre nosotros. Esa extraña figura nos miró como si fuéramos trofeos en un estante a punto de ser suyo.

- Na-nadie saldrá de aquí Sr. Evans! - Taylor respondió nerviosamente, su cuerpo se puso rígido rápidamente como el de su hermano mientras miraban al hombre frente a nosotros.

Algo de muy malo estaba sucediendo.

Busqué la mirada de Ally, preguntándole sobre el hombre frente a nosotros. La chica respondió sin hacer ruido, solo usando los movimientos de los labios para decirme que ese hombre era el director del internado. Finalmente entendí por qué los hermanos jirafa estaban nerviosos.

- Eso no es exactamente lo que escuché la señorita Jauregui diciendo. - el director me miró con una sonrisa brillante y todas las células de mi cuerpo se pusieron en alerta.

Lo observé minuciosamente, notando lo bueno que era la criatura para la actuación. O no tan bueno así. Si antes ya sospechaba de él, después que me llamó por mi apellido, solo confirmé mi teoría. Está explicado por qué mi padre quiere sacar a los dos semidioses de aquí, ellos están en peligro y realmente necesitan protección.

Antes de que alguien pudiera decir algo o moverse, acerté un fuerte viento con carámbanos en el pecho del hombre. El cuerpo del director voló violentamente hasta el final del pasillo y se estrelló contra la pared. Su piel adquirió un tono azul marino cuando el hielo recorrió todo su cuerpo, destruyendo toda la mutación que la criatura se esforzó por hacer. El golpe fue tan fuerte que me sorprendió que nadie apareciera todavía. Con eso en mente, traté de congelar todas las cerraduras y manijas de las puertas de los dormitorios, para que ningún estudiante o personal entrara indeseablemente allí en medio de lo que estaba por venir.

Ice and Fire - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora