The ones that loves us never really leave us

2.4K 175 51
                                    

P.O.V CAMILA

Me dolían las mejillas y el estómago debido a las carcajadas que escapaban de mi garganta. Lauren estaba incluso más blanca de lo normal, y mira que, pensé que eso era imposible. Las brillantes esmeraldas parecían a punto de saltar de sus cuencas. Y eso solo con la mención del nombre de mi mejor amiga. Créeme, yo más que nadie sé lo aterrador que puede ser Cheechee, pero la forma en que Lauren estaba aterrorizada era al menos cómica.

- ¡Deja de reírte, Camila! - me llamó la atención, con una expresión indignada en su pálido rostro - Te quedarás viuda incluso antes de la boda, eso ¿te parece gracioso? - Preguntó irritada, y la risa dejó dar paso a una sonrisa que fácilmente podría desgarrarme la cara.

- No seas tonta, Lo! Lo máximo que sucederá, es que te ganes algunos moretones - ella abrió mucho la boca ante mi comentario y sus ojos se abrieron de nuevo, riéndome una vez más ante su expresión - Ahora vístete, necesitamos un baño - dije tirando las piezas de ropa sobre ella, el olor a sexo flotaba en el aire.

Comencé a recoger mi ropa, que se esparció por el capó de Ferrari e incluso por el suelo. En ese momento ni siquiera pensaba con claridad, solo quería deshacerme de esas piezas inútiles y tomar a Lauren para mí de la manera que deseaba. Sonreí al recordarlo.

Me agaché para recoger mi blusa del suelo y sentí todos mis músculos doloridos. Aquella pequeña muestra de mi deseo por mi novia me agotó. Antes de que pudiera pasar mi blusa sobre mi cabeza y ponérmela, sentí los brazos fríos envolver mi cintura y levantarme en el aire.

- Lauren Michelle! ¡Bájame ahora! - Espeté, agitándome sobre su hombro, mientras ella corría conmigo en su regazo por la arena de la playa.

- Dijiste que necesitamos un baño. - dijo risueña, llevándome como si fuera una bolsa de papas. Este es el tipo de momento en la que odio el hecho de que Lauren tenga la telequinesis avanzada.

-Un baño decente! Y no para ponerme aún más pegajosa con el agua de mar -gruñí incrédula, tratando inútilmente de soltarme de su agarre y desesperándome cada vez más a medida que nos acercábamos al mar.

- Relájate, esto será solo un calentamiento. - Puse los ojos en blanco ante su tono burlón, pero mis muecas pronto fueron interrumpidos por el agua salada de mar, completamente helada, que entró en contacto con mi piel. Emergí en la superficie lo más rápido posible, entre toses y temblores. - ¿Quién se está riendo ahora, Cabello? - dijo Lauren entre risas - ¡Pareces un pollito mojado! - Ella continuó riendo sin parar, sus ojos llegando a ponerse vidriosos mientras yo resoplaba con ira.

Tiré los mechones mojados hacia atrás, y me abracé con mis brazos con el fin de calentarme. Mis dientes castañeaban conforme mi mandíbula temblaba. Rápidamente me acerqué a la reina de Alaska frente a mí, y distribuí pellizcos en todo su brazo, haciéndola dejar de reír de inmediato.

-Ay Camz! - Ella lloriqueó, frotando los lugares pellizcados con su mano, mientras un puchero de tamaño del mundo se extendía por sus labios.

-¡Eres una idiota, Jauregui! - Hablé entre dientes, propinándole varios golpes en los hombros - Una payasa, tonta, desgraciada, hija de... - Fui silenciada por sus violentos labios, que exigían un beso lleno de voluptuosidad y pasión.

Su mano derecha apretó firmemente mi cintura, y su mano izquierda se clavó en la parte posterior de mi cuello, ambos empujándome bajo el agua. Esperé con los ojos cerrados por el momento en que sentiría el agua salada tocándome, pero ese momento no llegó. Mordí con fuerza su labio inferior y me aparté de ella para poder ver lo que estaba pasando. Tan pronto como abrí los ojos, encontré sus labios rosados ahora rojos e hinchados por el beso, y mis ojos verdes favoritos en un tono verde musgo. Aparté la vista y entendí perfectamente el motivo de no haber sentido el agua salada. Estábamos rodeada por una burbuja de oxígeno que Lauren producía, y parecía ser indestructible. Extendí la mano y toqué la delgada capa de la barrera que nos protegía del mar, todo lo que sucedió fue que esa barrera se extendió como una banda elástica. Lauren me sonreía con orgullo, y no pude evitar corresponder.

Ice and Fire - TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora