Piper
Toqué el timbre esperando ser recibida, estaba ansiosa y emocionada. Me había puesto un conjunto de pantalón y jersey blanco, con una camiseta color negro debajo; decidí dejar mi cabello al natural y utilicé un maquillaje muy suave. Escuché unos tacones aproximandose hacia la puerta y al abrir la mujer y yo tuvimos la misma expresión. Sorpresa? Joder era más que eso, senti que mi corazón se detuvo por un segundo y luego empezó a palpitar muy rápido, ella tenia la boca muy abierta estupefacta mirandome de arriba abajo. Que clase de broma era esta? En serio el universo era tan pequeño como para juntarnos a la pelinegra y a mi una segunda vez?
-Piper Chapman?- dijo ella con su voz entrecortada, mencionando mi apellido un poco más lento como intentando comprender como la yo del bar y la abogada de la empresa eramos la misma persona
-Alex Vause...- dije mientras miraba al suelo, escuchar su voz y sonrojarme eran dos actos que iban de la mano. Me senti avergonzada y con unas inmensas ganas de salir corriendo de ese lugar.
-Pasa, no te quedaras parada toda la noche allí Chapman- me dijo haciendo una seña de que entrara. Sentía que me introducía a la boca del lobo, a mi perdición quizá? No lo se pero no habia nada que pudiese hacer ya. Su casa era muy muy grande y con decoraciones muy modernas, la mayoría de las cosas eran blancas y color crema. Sentí su mirada recorriendo mi cuerpo desde atrás y al voltear ella estaba mirando fijamente mi culo
-Que miras Alexandra?- le dije sacandola de su trance, levanto la mirada de un solo golpe topandose con la mía. Estaba apenada y vi un ligero rubor pigmentando sus mejillas
-Emm.. siéntate por favor- dijo señalando el amplio sofá donde habían dos copas. La seguí con la mirada mientras iba a la nevera, sus largas piernas y su trasero iban a un compás lento... o era yo que estaba viendo todo en camara lenta? Estaba realmente hermosa, su cabello con ondas le quedaba perfecto y ese pantalón color crema la hacía ver muy... sensual. Saco una botella de la nevera y caminó hacia mi dirección, la destapó y sirvió las dos copas sentandose a una distancia de mi. Tomó las dos copas y me ofreció una
-Así que eres Piper Chapman, abogada de PEC...- tomo un sorbo de su vino sin apartar la vista de mi. Se me secó la boca viendo aquello, así que moje mis labios con la lengua inocentemente viendo como ella casi escupia el contenido de su boca. Me miró con el ceño fruncido como si me preguntara que hacía
-Asi es Alexandra...
-Alex.-dijo corrigiendome
-Alex... soy la abogada y nueva Visepresidenta de la empresa familar, es realmente una casualidad muy grande que coincidieramos de nuevo no?- dije bebiendo un poco del vino, era muy rico... dulce, fuerte y frío. Ella no dejaba de mirarme, como si examinara cada detalle de mi, como si pudiese leer mi mente y ahondar en mi alma. Estabamos aqui por un asunto de trabajo, y mi cerebro tuvo un paro al darse cuenta que la mujer que tenía en frente y yo ahora seriamos compañeras de trabajo. Debía comportarme a la altura de la situación, esto era una responsabilidad muy grande sobre mis hombros y no podía estropearla por una noche sin significado como la del bar The Secret.
-Te ves distinta a como aquella noche Pipes...- dijo sacandome de mis pensamientos y... golpe bajo Vause. -
-Estaba ebria Alex, no recuerdo muchas cosas- mentí. - pero lo que sea que haya pasado no importa. Estamos aquí por un asunto de trabajo y... sobre eso es de lo que hablaremos.
Mis palabras parecieron tomarla por sorpresa y su expresion habia cambiado, se había hecho un poco mas dura y sus labios estaban ahora formando una línea Punto para Piper.. pensé.
-Claro señorita Chapman, siendo asi vayamos al grano del asunto.- me dijo guiñando un ojo mientras sonreía. Estaba coqueteando conmigo? Que mujer tan exasperante. - Donde esta el documento que debemos firmar? Y... me tome el atrevimiento de pedir algo para cenar, espero no se ofenda...

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Love is... pain? | VAUSEMAN 🖤
FanfictionPiper, la tipica niña de papa y mamá. Alex una mujer que fue forjada en el dolor y la mala vida. Dos mujeres completamente distintas, pero con algo en común: Inestabilidad. Solo basta una mirada para saber que llegaste al sitio que siempre buscaste...