Love is... pain? | VAUSEMAN 🖤

Capitulo 22

Alex

Fuimos al restaurant de Red, anduvimos en mi carro y el camino fue en silencio. Muchas cosas pasaban por mi mente y sé que por la de la rubia a mi lado también. La decisión que ella tomó fue inesperada y la de su papá bastante radical. Aún no estaba convencida de qué hacer, qué no hacer.

Llegamos al local, le abrí la puerta a la rubia y entramos en el acogedor lugar. Red estaba en la barra, siempre sonriente, me miró y observó a la chica a mi lado; salió y me abrazó muy fuerte.

-Veo que nuestra charla funcionó mi pequeña- susurró cerca de mi oído.

-Red, esta es la chica de la que te hablé- le dije señalando a Pipes.

-Mucho gusto querida, Galina Reznikov.- se presentó abrazándola.- Pero las personas me dicen Red.- dijo guiñándole un ojo.

-Un placer Red- le respondió la rubia

-Definitivamente es una mujer muy hermosa y debes tener un corazón igual de hermoso para haber conquistado a esta pequeña amargada.- dijo la Rusa refiriéndose a mi.

Las tres soltamos una sonora carcajada y nos fuimos a sentar, Red fue en busca del menú mientras que Pipes y yo quedamos a solas. Hubo un silencio incomodo entre las dos, entonces decidí tomar la iniciativa.

-Pipes, nunca nadie había enfrentado a nadie por mi, admito que me asusté muchísimo, pero fue muy dulce de tu parte. A veces olvido que eres la pasiva- Dije lo último a modo de broma.

La rubia me miró confundida

-A qué te refieres con "pasiva" Al?- No pude evitar abrir los ojos mucho y soltar una carcajada muy ruidosa. 

-Olvidaba que eras hetero- ella me lanzó una mirada asesina y entrecruzó sus brazos esperando una respuesta.- Significa que eres la dulce, suave y sumisa de la relación... y la que en el sexo... recibe más.- le dije susurrando como si fuese un secreto mientras contenía la risa.

La rubia abrió la boca y luego la cerró sin decir nada, me lanzó una mirada asesina y luego se sonrojó. Esta mujer es un torbellino de sentimientos encontrados. Pensé. Soltó una risita pícara, tomó mis manos y me dió un pequeño beso en ellas.

-Bueno lo de pasiva lo hablaremos luego, tengo varios argumentos que podrían demostrar lo contrario señorita Vause, eres una mujer increíble y eres mía. Muy mía, no dejaré que nadie más que nosotras nos separe.- me dijo mirándome a los ojos. 

Red llegó con un par de batidos especiales en las manos, me dedicó una sonrisa cómplice y nos lo dio a cada una; decidimos dejar que la rusa escogiera nuestra comida y se marchó más que feliz a la cocina. Pipes se deleitó con el batido y yo la miraba embobada, definitivamente era una mujer muy hermosa y valiente, más de lo que yo he sido. Ha demostrado que valgo tanto para ella que es capaz de enfrentar a su propia familia solo por lo nuestro. Eso es más de lo que nadie ha hecho por mi. 

-Realmente no supe que mi infancia fue tan miserable hasta que crecí y conocí a mi padre, un famoso integrante de una banda de Rock pesado sumergido en el alcohol y las drogas. Siempre sufrí acoso y bromas por parte de mis supuestos amigos por mi ropa, mi estilo, por mi madre...- suspiré.- Decidí que no iba a seguir en esa vida, me convencí de que merecía más que eso. Luego de muchos años, tenía aproximadamente 20 años cuando logré conseguir la dirección de mi padre, recuerdo que toqué a su puerta y él me abrió: sin camisa, cabello largo y bigotes, nuestras narices iguales, los matices de nuestra voz eran muy similares.- 

La rubia me miraba atenta.

-Estaba muy borracho, drogado o ambas. Entré y le dije que era su hija, le mencioné mi nombre y me abrazó. Había un par de mujeres en las mismas condiciones que él, me veían y se reían, en ese tiempo me había teñido las puntas de los cabellos de azul. El me ofreció una cerveza y yo la rechacé, decía incoherencias y solo pregunté por el baño mientras veía como inhalaba una línea blanca en la mesa.- El recuerdo era bastante doloroso, tomé aire y seguí- Fui al baño y lave mi cara para evitar romper en llanto allí mismo, no sabía si realmente había valido la pena ir a ese lugar, al salir me tope con un hombre moreno de mi tamaño. Me disculpé con él y recuerdo muy bien sus palabras "Hay personas a las que no vale la pena conocer nena" El me acompañó fuera y me dijo su nombre, me dió un papel con su número y me dijo que era el dealer de mi padre, sí, el hombre que le otorgaba su vicio.