CAPITULO 47

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Piper.

Alex sencillamente es increíble, nuestro primer destino es sencillamente único y espectacular. Del paisaje, la cultura, las costumbres, su gente y en especial... la comida. Luego de llegar al hotel y tener una buena dosis de amor en la amplia cama de la habitación mi esposa preparó la tina para nosotras.

-Por qué me ves así Pipes?- me preguntó pícara.

-Porque eres hermosa y sexy Al... y toda mía- caminé sensual hasta ella y nos sumergimos en el agua tibia.

-No más que tú, esposa mía.- me acomodé entre sus piernas y recosté mi cabeza en su trapecio.

Limpiamos nuestros cuerpos y nos repartimos besos románticos por un rato, el sexo con mi esposa es increíble pero, estar de esta manera o de cualquier otra tan íntima como para hablarnos con la mirada y respondernos con suspiros; es lo mejor de todo. Alex y yo tenemos una conexión especial, la tuvimos desde la primera vez que nos encontramos. Salimos y nos vestimos con ropa fresca, a pesar de que el viento es fuerte la temperatura es templada.

Una falda corte largo y suelta, camisa de tiros para mí. Mi esposa vistió unos jeans y una franelilla de tiro grueso que dejaba ver sus tatuajes. La observé mientras peinaba su cabello con dedicación, como pintaba sus labios de ese rojo carmesí que tanto me encantaba. Siempre parecía una modelo sacada de una revista, un vampiro de esos que te pintan en los libros más terroríficos. Donde el peligro y la belleza de los personajes te atrapan, así me sentía con ella.

-Últimamente me observas mucho, no?- me miraba con el cejo fruncido pero con una sonrisa pintada en sus labios.

-Aún no me creo que mi esposa es la mujer más hermosa del globo terráqueo...- le respondí sintiendo como mis mejillas se sonrojaban.

-Para mí la más hermosa...- caminaba lento hacia mi.- sensual, tierna...- su mirada se tornaba más oscura y sus dientes parecían más blancos de lo normal.- caliente e inteligente.- se pegó a mi cuerpo y colocó su boca muy cerca de mi oreja.- siempre será usted señora... Vause.

-Yo...- el aliento me faltaba, mi cuerpo estaba erizado por completo. Como siempre que mi esposa se aproximaba de esa manera hacia mí.- Te amo Alex.- nos fundimos en un abrazo y luego de unos minutos salimos tomadas de la mano del hotel.

Las personas la miraban, la analizaban, se la comían con los ojos... ella parecía notarlo pero su mano estaba anclada a la mía y solo de vez en cuando volteaba y me dedicaba una mirada cargada de todo lo bonito, me lanzaba un besito y yo parecía una pequeña consentida que se sonroja cada vez la persona que ama la mira.

Conducimos entre las calles de Sri Lanka a velocidad lenta para poder observar lo pintoresco de sus casas, las personas caminando despreocupadas, el aire se sentía más fresco, menos contaminado. Así que aprovechamos de bajar los vidrios y respirar un poco de aire puro. El GPS nos llevó hasta un pequeño restaurant decorado de una manera tradicional, mi esposa rodeó el auto para invitarme a salir y yo, que me siento como una princesa, tomé su mano encerrándonos en una burbuja.

Entramos en el lugar pintado de color barro, grandes parales expedían un humo con olor a incienso y clavo especie, nos recibieron un par de hombres de mediana estatura indicándonos que nuestra mesa estaba lista. Caminamos en silencio detrás de uno de ellos, nos guió hasta una mesa apartada de las demás, pasando a través de una especie de cortina de tiras y pequeños corales guindando. Era una especie de terraza que tenía vista hacia una playa y pequeño faro que alumbraba en la distancia.

Agradecimos y en cuestión de un minuto el joven estaba de regreso con los menús. Todo allí era completamente desconocido para mí, Alex observaba concentrada cada división y nuestras manos estaban unidas por sobre el mantel. Otro joven llegó hasta nosotras trayéndonos dos copas con lo que pude identificar como tinto de verano.

Love is... pain?  | VAUSEMAN 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora