Capitulo 1

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Alan llevaba una vida normal.
Estaba a punto de entrar cursar el ultimo año en preparatoria y vivía sólo, sin ningún tipo de compañía
Se sostenía gracias a su empleo en un restaurante de comida y seguiría sus estudios por medio de una beca.

Ahora mismo iba camino hacia el primer día de clases del nuevo curso. No conocía a nadie en este sitio.
Iba caminando tan rápido, pero a la vez tan pensativo. Cuando de pronto, un automóvil pasó a toda velocidad y lo mojó por culpa de un charco de agua.

—¡Fijate maldito imbécil!. — Gritó Alan al ver su ropa mojada y sin poder hacer nada.— Lo que me faltaba, llegar mojado al primer día. Seguro todos creerán que soy un vagabundo. Bueno, al carajo con todos. Pueden besarme el trasero si no les gusto.— Siguió caminando, pero de pronto vio una luz brillante en el cielo. Parecía una estrella fugaz o un meteorito.— ¿Que mierda es eso?... Parece un metori...

Esa luz brillante se dirigió hacía él y lo atravesó como si esto fuese una bala.
Alan cayó al suelo mientras sus ojos se iban cerrando poco a poco.

Minutos después...

—¿Que... Pasó?. — Alan despertó y vio un perro junto a el.— ¿Que haces aquí perro estúpido?.— Gruñó Alan.— Mierda, siento que un autobús me pasó por encima... ¡Mierda, voy a llegar tarde!.— Alan miró su teléfono y vio con horror como ya pasaba de la hora establecida para entrar.
—Deja de verme así perro idiota, voy a llegar tarde.— Alan se levantó e intentó buscar aquel objeto extraño.— ¿Habrá sido un sueño?.— Se preguntó.— Bueno da igual, me largo. — El chico caminó mientras el perro lo seguía.— ¡Alejate de mi perro horrible!.— Alan ahuyentó al canino.

—Que mal educado eres. Además, no soy un perro.— Dijo en canino.

—¿A-Acabas... De... Hablar?. — Preguntó Alan asustado.

—Es natural en los de mi raza. Además, tengo que asegurarme que el cristal está en buenas manos.

—¡Me estoy volviendo loco!, no puede ser que un puto perro me hable. Seguro fue aquel meteorito, eso es, no hay otra explicación.— Alan se llevó las manos a la cabeza intentando asimilar lo ocurrido.

—Bueno, te tengo dos noticias geniales. Oh por cierto, permiteme presentarme, soy Dodge ¿Y tu?.

Alan miró fijamente a Dodge y luego se desmayó.

Minutos mas tarde...

Alan volvió en sí y miró hacia todos lados buscando al perro, pero no lo vio.

—Al parecer todo fue un sueño, que alivio. Creí que me estaba volviendo loco, ¿Perros que hablan? Tonterías. — Sonrió el chico.

—Al fin despiertas.

Alan miró  hacia atrás y vio a Dodge.

—¡Esto tiene que ser una pesadilla, no puede ser real!, seguro me estoy imaginando todo esto.

—Si tan solo me escuchas un momento, ¿Crees que podría ser posible?.— Preguntó Dodge.

—No me mates por favor, te compraré una bolsa de croquetas.— Alan intentó esconderse detrás de su mochila.

—¿Matarte?, humano estúpido. Además, yo no como croquetas, son un asco, prefiero los caracoles y las babosas, son ricas.

—Que asco. Bueno y... ¿Que quieres?.

—Que salves al mundo de la desgracia que se aproxima.— Dijo Dodge seriamente.

Alan estalló en una carcajada.

—¡Lo siento, lo siento, en verdad!. Nunca había visto un perro parlanchín y mucho menos que contara chistes. Mira, debo estar alucinando, pero en todo caso, es una tontería y tengo que irme a la preparatoria o llegaré muy tarde.— Alan se levantó y siguió caminando.

Light Years (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora