Las Flores De La Muerte

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-Lo hicimos hermanas. Huyeron despavoridos cómo unos cobardes.- Sonrió Rosa de Oro.

-No sé sí nuestra ama estará muy contenta con eso.- Dijo Tulipán de Acero.

-Acabamos de llegar. Ni siquiera conocíamos este planeta. Estoy segura que ella entenderá. - Animó Orquídea de Plata.

Las chicas volaron hasta dónde se encontraba Lilith. Aquella horrible mujer las esperaba.

-Traemos noticias ama.- Dijo Girasol de Hierro.

-Ya era hora.- Respondió Lilith.

-¿Por qué eligió esta cueva? Aquí no hay mucha vegetación, y eso me inquieta.- Añadió Orquídea de Plata.

-Eso no es de tu incumbencia, insolente. Bien, quiero que me digan todo lo que sucedió allá arriba.- Ordenó la malvada mujer.

-Bien pues... Aparecieron los guardianes. Al menos solamente aparecieron dos.- Respondió Rosa de Oro.

-Si, pero después apareció esa guardiana con su báculo y se los llevo.- Añadió Girasol.

-Mmm, esto es muy extraño. Antes de mi destierro, había cinco guardianes. Controlaban los elementos y el principal tenía el poder de crear cualquier ataque. Me preguntó... ¿Que habrá sucedido aquí?. - Se cuestionó Lilith.- De todos modos, nuestros objetivos son claro. Tenemos que conseguir el cristal oscuro. Necesito apagar la estrella de este sistema solar. Y ahora...

-¿Que va a hacer?.- Susurró Orquídea, mientras veían a Lilith poner sus manos sobre la tierra.

-¡Si, puedo sentirlo! Mi amado Belcebú estuvo aquí en esta cueva... Y fue condenado a la dimensión del silencio y del olvido ¡Por los guardianes!.- Exclamó la súcubo.

-¿Que es la dimensión del silencio?. - Preguntó Tulipán.

-En realidad es el futuro lejano. Es dónde el tiempo y la magia no existen más. Es aquel tiempo dónde todos los cuerpos celeste han muerto y la vida se ha extinguido, y solamente hay una oscuridad inmensa. Cuándo un ser llega ahí, su magia desaparece para siempre, al no poder sostenerla con la fuerza del universo. Todos le temen, incluyendonos a los demonios. - Respondió Lilith.

-Por la vía láctea, espero nunca caer ahí. - Temblaba Orquídea.

-Pues hagan bien su trabajo, y no habrá necesidad de eso.- Respondió Lilith.- Ah, y en cuanto vean a los guardianes, acaben con ellos. Y sí no lo hacen, yo acabaré con ustedes. - Amenazó Lilith.



En otro lado...


Alan y Dodge despertaron, solamente para darse cuenta que se encontraban en el paraíso. Junto a ellos se encontraba Diamante.

-Que bueno que ya despertaron. Tuve que usar polvo de sauce para despertarlos. Al parecer esas chicas les lanzaron un encantamiento hecho de polvo de cactus. Pero ya están bien.- Diamante estaba feliz de ver despertar a ambos guerreros.

-Ah... Ahora entiendo porque me duele la cabeza.- Se quejó Alan.

-Si no hubieras llegado, no sé que sería de nosotros.- Añadió Diamante.

-Ahora, creo que llegó el momento de decirles, que necesitan ayuda para esta misión. El mundo se ha convertido en una jungla, y los humanos están siendo transformados en plantas carnívoras. Pareciera que nuestros nuevos enemigos, están intentando crear un ejército. - Advirtió Diamante.

-¿Quién querría eso?.- Preguntó Dodge.

-Aún no lo sé. Pero detecté un aura maligna, casi idéntica a la del demonio que Alan derrotó.

Light Years (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora