—Primero necesito energía. Vayan a la tierra y roben a los humanos, dejenlos secos.— Ordenó el demonio.
—Si, su alteza. Nosotras vamos a encargarnos de eso.— Respondieron las diablesas.
—Hace miles de años, cinco guardianes me derrotaron y me encerraron en aquella cueva. Al parecer esos cinco guardianes, ya no están más, pero necesito saber donde se encuentra el cristal universo para apoderarme de él. Dios me echó del cielo, pero ni el impedirá que yo domine este mundo y lo hunda en la oscuridad, el odio y el caos.
—Haremos todo lo que usted nos ordene, amo.
—Les otorgo el poder de invocar demonios para que pierdan a la humanidad y roben sus energías.— El demonio le lanzó un rayo a ambas mujeres y estas adquirieron mayor poder.
—Siento un enorme poder correr por mi cuerpo.— Dijo una de las diablesas.
—Es verdad hermana. Ahora vayamos a sembrar el caos a la ciudad.
Ambas se arrodillaron y besaron las manos del demonio, para después salir volando hacia la ciudad.
En otro lado...
—Lecoje platos y bale la entlada, estal muy sucia.
—Si señora Chang.— Respondió Alan.
Tomó la escoba y se puso a limpiar, cuando de pronto, un chico entró y se sentó en la mesa.—Atienle cliente y quita esa cala, no asuste cliente. ¡Ahola mismo ve!.— Gritó la vieja, mientras Alan tomaba de mala gana la pequeña libreta y la pluma. Se acercó y quedó paralizado cuando vio a Valentino, pero no estaba solo, estaba con una chica muy linda y guapa.
Alan se detuvo y regresó a la barra.
—No puedo hacer esto.— Se dijo así mismo, mientras intentaba no ser descubierto por Valentino.
—¿Que clees que estas hacienlo?.— Protestó la señora Chang.
—Verá señora Chang, yo no puedo atender a esos clientes.
—¿Pol qué no? Explica lazón?.
—Ah... Porque el chico va en mi colegio y...
—¡Atiele mesa y sin escusa, descontal le tu paga, sin velguenza!.
—Señora Chang, usted no entiende.— Replicó Alan.
—Lo único que entienlo, es que no mas empleo pala flojo mantenilo. Mueve tlaselo y atienle cliente.— La señora Chang empujó a Alan.
El chico camino lentamente hasta llegar a la mesa.
—¿Que van a ordenar?.— Preguntó Alan.
—¡Que sorpresa! No sabía que trabajabas aquí. — Sonrió Valentino al verlo.
—¿Lo conoces?. — Le preguntó la chica.
—Claro, estamos en la misma clase.— Respondió Valentino.
—Iugh... Que desgracia debe ser estar en la misma clase que un camarero.— Se burló la chica.
—Basta Alanis, si sigues con esa actitud, me iré. — Amenazó Valentino.
—Es un simple camarero sin importancia, que más da.— Se mofó Alanis.
—¿Puedo tomar su orden?.— Dijo Alan con algo de fastidio. Mientras tanto, Valentino lo miraba con algo de compasión y esperando lo perdonara por la actitud de su amiga. Alan simplemente se limitó a atenderles.
—Bueno, quiero un plato de tallarines.— Ordenó Valentino.
—Bien, pues yo quiero el pato a la naranja y los pimientos fritos.— Pidió Alanis.
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Light Years (BL)
Teen FictionAlan es un chico solitario y algo amargado. Pero su vida cambiará cuándo un cristal con poderes, se incruste en su pecho. Ahora, Alan tendrá que salvar el universo y derrotar a un poderoso demonio, mientras equilibra sus estudios, su trabajo y el am...